viernes, 5 de abril de 2013

Crítica: El Vuelo (2012)

FICHA TÉCNICA

Película: El vuelo (Flight). Título original: Flight. Dirección: Robert Zemeckis. País: USA. Año: 2012. Duración: 138 min. Género: Drama. Interpretación: Denzel Washington (Whip Whitaker), Kelly Reilly (Nicole Maggen), Don Cheadle (Hugh Lang), Bruce Greenwood (Charlie Anderson), Brian Geraghty (Ken Evans), Melissa Leo (Ellen Block), John Goodman (Harling Mays), Nadine Velazquez (Katerina), Tamara Tunie (Margaret Thomason), James Badge Dale, Garcelle Beauvais (Deana). Guion: John Gatins. Producción: Laurie MacDonald, Jack Rapke, Robert Zemeckis, Steve Starkey y Walter F. Parkes. Música: Alan Silvestri. Fotografía: Don Burgess. Montaje: Jeremiah O’Driscoll. Diseño de producción: Nelson Coates. Vestuario: Louise Frogley. Distribuidora: Tripictures.


SINOPSIS: Tras un aterrizaje de emergencia en medio del campo gracias al cual salvan la vida un centenar de pasajeros, el comandante Whip Whitaker (Denzel Washington), que pilotaba el avión, es considerado un héroe nacional. Sin embargo, cuando se pone en marcha la investigación para determinar las causas de la avería, salen a la luz ciertos aspectos que podrían convertir al piloto en un héroe caído...


     Tras varios años inmerso en proyectos relacionados con la animación de todo tipo, con títulos como Beowulf (2007) o Cuento de Navidad (2009), Robert Zemeckis vuelve a trabajar con actores de carne y hueso 12 años después de Naúfrago (2000). Y lo hace con un proyecto alejado de la espectacularidad a la que nos tiene acostumbrados en sus producciones, con un drama cargado de grandes dosis de moralina y en el que priman las interpretaciones sobre los efectos especiales.



     Tras un inicio brutal, en el que por un lado nos muestran la catadura moral del personaje principal de la película y por el otro nos ponen los pelos de punta con el accidente aéreo (rodado magníficamente,con un dominio admirable del tempo en cuanto a tensión se refiere), enseguida se ponen las cartas sobre la mesa en relación al sendero por el que va a discurrir la trama. Nos encontramos ante una historia centrada en el peligro de las adicciones y también con un ensayo sobre los dilemas morales, sobre si es necesario hacer lo correcto aunque eso suponga convertirnos en héroes caídos o continuar sumergidos en la mentira que es nuestra vida. A lo largo de todo el metraje asistimos al descenso a los infiernos de Whip, a su lucha interna para poner en orden su vida sabiendo que necesita ayuda pero que hace todo lo posible para esquivar todas las manos que le tienden para enderezar su destino. El tratamiento de la "no-relación" que mantiene con su ex-mujer e hijo no es el más adecuado, pasando casi de puntillas y constituyendo una de las partes más flojas de la película. Toda la trama de la investigación sobre el accidente supone un pretexto para seguir acercándonos al personaje principal y a sus dilemas morales.





     Si en los Oscars no hubiera estado nominado un tal Daniel Day-Lewis, seguramente el triunfador hubiera sido Denzel Washington, que hace una colosal interpretación en este film, llevando prácticamente todo el peso interpretativo, dibujando un personaje que en ningún momento cae bien, un auténtico canalla que inesperadamente se convierte en héroe y que hace todo lo posible para conservar esa posición a pesar del grave problema que arrastra y de la mentira que crean en torno a él. Washington se encuentra bien acompañado por Kelly Reilly, que interpreta el papel de una drogadicta que se erige en el único apoyo de Whip; Bruce Greenwood y Don Cheadle también cuentan con papeles relevantes en la trama. Por último, John Goodman tiene dos únicas apariciones, pero realmente antológicas.


     En definitiva, una buena película de esas que te hacen pensar y que cuenta con una poderosa interpretación de Denzel Washington. Si tuviera que ponerle un pero, sería que el final edulcorado de la misma no concuerda con el tono general de todo el metraje, más oscuro en su desarrollo.


LO MEJOR: La interpretación de Denzel Washington, se come la pantalla; la escena del accidente aéreo; John Goodman.

LO PEOR: Falta de mala leche en la resolución final; algunos personajes están bastante desdibujados.

MI NOTA: 7,5/10

LA FRASE: - "Entonces...¿quién eres?". - "Buena pregunta".


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miércoles, 20 de marzo de 2013

Crítica: Lincoln (2012)

FICHA TÉCNICA
Película: Lincoln. Director: Steven Spielberg. País: USA. Año: 2012. Duración: 150 min. Género: Biopic, drama, histórico. Intérpretes: Daniel Day-Lewis (Abraham Lincoln), Tommy Lee Jones (Thaddeus Stevens), Sally Field (Mary Todd Lincoln), Joseph Gordon-Levitt (Robert Lincoln), David Strathairn (William H. Seward), Tim Blake Nelson  (Richard Schell), James Spader (W.N. Bilbo), Lee Pace (Fernando Wood), Jackie Earle Haley (Alexander Stephens), Hal Holbrook (Preston Blair), John Hawkes (Robert Latham), Bruce McGill (Edwin Stanton), Jared Harris (general Ulysses Grant). Guión: Tony Kushner, John Logan y Paul Webb; inspirado en el libro “Team of rivals: The political genius of Abraham Lincoln”, de Doris Kearns Goodwin. Producción: Kathleen Kennedy y Steven Spielberg. Música: John Williams. Fotografía: Janusz Kaminski. Montaje: Michael Kahn. Diseño de producción: Rick Carter. Vestuario: Joanna Johnston. Distribuidora: Hispano Foxfilm.

SINOPSIS: Mientras la Guerra Civil Americana se acerca a su fin, el presidente Abraham Lincoln propone la instauración de una enmienda que prohíba la esclavitud en los Estados Unidos. Sin embargo esto presenta un gran dilema: si la paz llega antes de que se acepte la enmienda, el Sur tendrá poder para rechazarla y mantener la esclavitud; si la paz llega después, cientos de personas seguirán muriendo en el frente. En una carrera contrarreloj para conseguir los votos necesarios, Lincoln se enfrenta a la mayor crisis de conciencia de su vida.


     Si tuviéramos que hablar de una película perdedora en la noche de los Oscars, sin duda esa sería "Lincoln". Y se le puede aplicar ese calificativo porque tenía gran cantidad de nominaciones, en dura pugna con Argo (2012), que al final se llevó el gato al agua como Mejor Película. Steven Spielberg tampoco tuvo suerte en lo que al premio al Mejor Director se refiere, lo que acrecenta la sensación de que el otrora Rey Midas de Hollywood está perdiendo parte del apoyo que tenía en la Academia. Casi rozó el desastre que supuso El color púrpura (1985), que con 11 nominaciones se estrelló estrepitosamente no llevándose ningún premio. En esta ocasión Daniel Day-Lewis, como Mejor Actor, y el Diseño de Producción (un premio considerado menor) fueron la cosecha de las 12 nominaciones que lucía la película. Como el director ya reconocido que es, supongo que a Spielberg le da igual esto de los premios, pero no deja de ser un varapalo.



     En la línea de Munich (2005) o La lista de Schindler (1993), nos volvemos a encontrar al Spielberg más intimista y, por así decirlo, serio. Puede que nos encontremos ante una de sus obras más maduras y personales, un retrato apasionante del decimosexto presidente de los Estados Unidos de América y los acontecimientos que desembocaron en la aprobación de la Decimotercera Enmienda que ayudó a abolir la esclavitud en EEUU, todo en el marco de una sangrienta Guerra Civil, y sin casarse con el personaje, puesto que también expone algún que otro punto oscuro de su personalidad. Y Spielberg lo aborda a través de una densa película (al principio hubo en el momento en que llegue a sentir algo de sopor) con un marcado tono político en el que en ocasiones nos podemos perder ante la cantidad de datos que nos proporcionan, pero en el que no obvia el entretenimiento al que nos tiene acostumbrado, unido a ciertas gotas de humor. El eje central de la película (la ya comentada Decimotercera Enmienda) viene acompañado por los problemas familiares de Lincoln (la tristeza de su mujer, el empecinamiento de su hijo mayor por ir a la guerra...) con las brutales consecuencias de la Guerra Civil. Si algo brilla especialmente en "Lincoln" es la cuidadísima ambientación de la época, hasta el punto de parecer que en ciertos momentos estamos asistiendo a una auténtica obra pictórica debido a la gran cantidad de detalles que adornan cada escena, a lo que también ayuda la estupenda fotografía de Janusz Kaminski. La partitura de John Williams es una de las más bellas que he tenido la oportunidad de escuchar en los últimos tiempos.



     Podemos afirmar que ha nacido una leyenda, ya que Daniel Day-Lewis se convierte en el único actor que ha ganado tres veces el premio de la Academia. En esta ocasión nos ofrece de nuevo una actuación superlativa, hasta el punto de que desde el momento en el que Abraham Lincoln sale por primera vez en pantalla te olvidas por completo de la persona que lo está interpretando y únicamente ves al personaje. Las miradas, los gestos, la forma de andar, demuestran una actuación preparada y cuidada hasta el más mínimo detalle, dejando claro que por sí sola vale el precio de la entrada. Pero sí nos centramos en el resto del reparto, el nivel interpretativo es casi sobresaliente, con una recuperada para el cine Sally Field, que encarna a Mary Todd Lincoln, la sufrida esposa del presidente; Tommy Lee Jones está absolutamente genial, recuperando algo de esa chispa que había perdido en los últimos años. Sin exagerar, cada uno de los actores, tanto protagonistas, como secundarios, como extras tienen algo que ofrecer.


     En definitiva, una oportunidad excelente para acercarnos a la figura del presidente Abraham Lincoln y uno de sus mayores logros (exterminio de vampiros aparte), la aprobación de la Decimotercera Enmienda que terminaría aboliendo la esclavitud. Todo ello pasado por el filtro de Steven Spielberg, que deja atrás el cine familiar que le hizo famoso y apuesta por una obra más madura y personal, demostrando que es un auténtico todoterreno. El que esto escribe no salió del cine demasiado entusiasmado, pero se trata de una de esas películas a las que les das vueltas durante días y entonces es cuando empiezas a apreciar lo que has visto.


LO MEJOR: El minucioso retrato de la época en la que se desarrolla la acción; Daniel Day-Lewis; la banda sonora de John Williams.

LO PEOR: Demasiado densa en ocasiones.

MI NOTA: 9/10


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viernes, 8 de marzo de 2013

Crítica: La Jungla: Un buen día para morir (2013)

FICHA TÉCNICA

Película: La jungla: Un buen día para morir. Título original: A good day to die hard. AKA: La jungla 5 / La jungla de cristal 5. Director: John Moore. País: USA. Año: 2013. Duración: 97 min. Género: Acción. Intérpretes: Bruce Willis (John McClane), Jai Courtney (Jack McClane), Sebastian Koch  (Komarov), Rasha Bukvic (Alik), Cole Hauser (Collins), Yuliya Snigir (Irina), Mary Elizabeth Winstead (Lucy McClane), Amaury Nolasco (Murphy), Sergei Kolesnikov (Chagarin), Roman Luknár (Anton). Guión: Skip Woods. Producción: Alex Young, Bruce Willis, David Willis. Música: Marco Beltrami. Fotografía: Jonathan Sela. Montaje: Dan Zimmerman. Diseño de producción: Daniel T. Dorrance. Vestuario: Bojana Nikitovic. Distribuidora: Hispano Foxfilm.



SINOPSIS: El policía John McClane (Bruce Willis) se encuentra por sorpresa en Moscú con su hijo Jack (Jai Courtney) en el lugar y momento equivocados. Con los peores elementos de los bajos fondos rusos tras ellos y luchando contrarreloj para evitar una guerra, los dos McClane descubren que sus métodos opuestos para enfrentarse a las dificultades les pueden venir bien para aunar fuerzas para mantenerse vivos.


     Regresa a nuestras pantallas la última entrega de una saga que lamentablemente empieza a mostrar claros signos de agotamiento.  Lo peor que se puede decir de las nuevas andanzas de John McClane es que llegan a hacer buena a la anterior película, La Jungla 4.0 (2007), considerada hasta ahora la más floja de todas. ¿Las causas? La elección del director, John Moore, y del guionista, Skip Woods, con una dirección plana e impersonal (que trata de ocultar con fuegos pirotécnicos a mansalva) y que abusa de una ridícula (por innecesaria) cámara lenta, el primero, y con un libreto insustancial y anodino el segundo,de esos que se te pude ocurrir perfectamente mientras desayunas, sin capacidad para ofrecer una historia medianamente interesante. Es por ello que estamos asistiendo a un proceso de degradación de una saga y un personaje míticos en lo que a cine de acción se refiere.



     Si por algo destacó Jungla de Cristal (1988) fue por la humanización de su personaje principal, John McClane, un policía de Nueva York que se veía envuelto en el asalto del Nakatomi Plaza en Los Ángeles. A lo largo de toda la película era un personaje que sufría, puesto que era herido en múltiples ocasiones y se veía sometido a una enorme presión psicológica reflejada en la figura del vaquero solitario que se enfrentaba al grupo de terroristas. En definitiva, te creías que las estaba pasando canutas. A eso se le unía su habitual socarronería y sus frases lapidarias, que aquí parecen absolutamente forzadas, como para cubrir el expediente. Esto se ha ido diluyendo película tras película, puesto que ahora nos encontramos ante un personaje de videojuego, capaz de salir con unos rasguños de las situaciones más peligrosas y aparatosas, llevando a la caricaturización máxima del personaje, paradigma del policía que acaba siendo inmortal le echen lo que le echen. ¿El resultado? Mayor espectacularidad y menos credibilidad.

     La esencia de "Jungla de Cristal" también residía en lo que era su escenario principal. La atmósfera opresiva y asfixiante que ofrecía el monstruoso edificio iba dando a paso a escenarios más abiertos, en los que la sensación de amenaza descendía notablemente. En esta última entrega ya consiguen el más difícil todavía, trasladar las aventuras de McClane nada más y nada menos que a Rusia, en una época en la que los rusos ya habían sido desplazados del primer puesto en la lista de amenazas mundiales.

     Si analizamos las escenas de acción, la película tampoco ofrece demasiadas, siendo la más destacada la persecución del principio, que aún así sigue dejando la impresión de no estar aprovechada del todo, debido a lo impersonal de la dirección de John Moore, que intenta imitar lo frenético de las persecuciones rodadas por Paul Greengrass  para la saga Bourne. Con esto quiero dar la impresión de que más allá de que sea una película de la saga "Jungla de cristal", da la impresión de que no funcionaría como película de acción independiente.




    La chispa de John McClane se va apagando poco a poco, y esto lo podemos observar en la interpretación de Bruce Willis, al que se le nota hastiado y un poco fuera de lugar, sin poder sacar todo lo que el personaje puede dar de sí, tal vez arrastrado por la sosería que personifica el actor que encarna a su hijo, Jai Courtney, con una actuación plana e insípida, y que hace añorar tiempos mejores en los que el compañero de fatigas de McClane era Samuel L. Jackson

   En definitiva, una película decepcionante para los que amamos esta saga y una más que posible mala película para el que busca una película de acción con la que pasar el rato. Perdonándome el juego de palabras que hago con el título, creo que es un buen día para dejar la saga y darle un merecido descanso a John McLane, que 24 años luchando contra terroristas ya son muchos...


LO MEJOR: Arranca alguna que otra carcajada; la presencia de John McClane sigue siendo atractiva; alguna escena de acción; referencias a la primera película de la saga.

LO PEOR: Cada vez se va perdiendo un poco más la esencia "Jungla de cristal"; falta acción; villanos sin entidad; poco carisma de Jai Courtney.

MI NOTA: 5/10

LA FRASE"Yippie Ki Yay, hijo de p..."



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viernes, 22 de febrero de 2013

Crítica: Django Desencadenado (2012)

FICHA TÉCNICA
Película: Django desencadenado. Título original: Django unchained. Dirección y guión: Quentin Tarantino. País: USA. Año: 2012. Duración: 165 min. Género: Western. Interpretación: Jamie Foxx (Django), Christoph Waltz (Dr. King Schultz), Leonardo DiCaprio (Calvin Candie), Kerry Washington (Brommhilda),SamuelL.Jackson (Stephen), Walton Goggins (Billy Crash), Dennis Christopher (Leonide Moguy), Don Johnson (Big Daddy), James Remar (Butch Pooch / Ace Speck), James Russo (Dicky Speck), Franco Nero (Amerigo). Producción: Pilar Savone, Stacey Sher y Reginald Hudlin. Fotografía: Robert Richardson. Montaje: Fred Raskin. Diseño de producción: J. Michael Riva. Vestuario: Sharen Davis. Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España.

SINOPSIS: En Texas, dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana, King Schultz (Christoph Waltz), un cazarecompensas alemán que le sigue la pista a unos asesinos para cobrar por sus cabezas, le promete al esclavo negro Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Él acepta pues luego quiere ir a buscar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), una esclava que están en una plantación del terrateniente Calvin Candie (Leonardo DiCaprio).


     Era cuestión de tiempo. Después de abordar (de manera magistral) el cine de gángsters, el de artes marciales y el bélico, entre otros, a Quentin Tarantino le faltaba su particular homenaje a uno de los géneros que le ha servido de inspiración en innumerables ocasiones para sus anteriores películas, el western, aunque en algunas entrevistas ha decidido calificarlo como southern, debido al escenario en el que se desarrolla la película. Y la cinta no defraudará a los fans acérrimos del director, ya que cuenta con todos los elementos que han llevado a este cineasta a los altares cinematográficos, elementos que conforman un estilo personalizado marca de la casa, atrevido y transgresor, desarrollado hasta las últimas consecuencias para desesperación de sus detractores. Se trata de una historia sobre la esclavitud y sobre la venganza, aderezada con ácidos diálogos, violencia extrema,humor negrísimo, banda sonora marca de la casa y la habitual lista de cameos a la que Tarantino nos tiene acostumbrados. El estreno de la película no ha estado exento de polémica, ya que Spike Lee se ha quejado por el exceso en la utilización de la expresión nigger (negrata), que considera ofensiva para sus antepasados, lo que sin duda ha servido para promocionar aún más la cinta. La crítica la considera como la mejor película de Tarantino. ¿Estaremos ante palabras mayores?




     Los primeros 10 minutos de "Django Desencadenado" constituyen una clase magistral de lo que hay que hacer para introducir al espectador en la historia que se quiere contar, por sencilla que esta sea. Y digo sencilla porque no nos encontramos ante uno de los guiones laberínticos que nos suele ofrecer Tarantino, sino que discurre de una manera muy lineal: el doctor Schultz es un cazarrecompensas que libera a Django, porque el esclavo tiene información importante sobre uno de sus objetivos. A su vez, Django quiere recuperar a su esposa Broomhilda, por lo que entre ellos se fragua una alianza que finalmente se torna en amistad. Con esta premisa, Tarantino construye una feroz crítica al esclavismo disfrazada de venganza, la venganza que Django se toma contra todos aquellos que representan el sistema que ha hecho de él un esclavo. Y lo hace con su estilo personal, que no es otro que el exceso. Tarantino es un director de excesos: en lo visual, en la violencia, en los diálogos...y en esta ocasión en el metraje, único pero que se le puede achacar a la cinta. Y es que alargarla hasta las casi tres horas tiene riesgos, y uno de ellos es que el ritmo sufra un bajón, algo que ocurre  en un momento dado de la historia. El periplo de Schultz y Django como cazarrecompensas es sin duda lo más interesante de la película, ver cómo se va fraguando su amistad y que lo que en principio era una asociación de convenciencia se va tornando en respeto y admiración mutua. La llegada a Candyland, la plantación del villano de la función, Calvin Candie, supone ese parón en el ritmo que hemos señalado anteriormente, y es el preludio del festival de tiros y sangre (pero que mucha sangre) con el que nos obsequia Django, que hace honor al calificativo de desencadenado. Pues bien, Tarantino no queda contento con este clímax y alarga la película otra media hora, ahondando en el exceso y posiblemente saturando al espectador que menos comulgue con el cine de Tarantino. He de decir que los fans del director acabamos absolutamente encantados con la experiencia.




     Para el papel de Django se barajaron multitud de nombres, entre ellos los de Will Smith e Idris Elba, pero al final recayó en Jaime Foxx, y como suele pasar en estos casos, nos parece la elección más adecuada, aunque posiblemente nos brinde la interpretación más floja de la película. Y no por mala, sino porque lo enfrentan con dos máquinas interpretativas como son Christoph Waltz, impecable como el doctor Schultz, y Leonardo DiCaprio, actor para el que no me cansaré de pedir el Oscar, una vez que se ha demostrado que se ha quitado el sambenito de Titanic (1997) y que puede ofrecer multitud de registros, que encarna a un villano realmente escalofriante. Samuel L. Jackson también sobresale como un antiguo esclavo que trabaja como mayordomo de Calvin Candie y que asiste impasible a las atrocidades de su jefe. No faltan los habituales cameos (incluido el del director), ya que Tarantino es especialista en volver a poner en circulación a viejas glorias del cine.


     En definitiva, una muestra más de la madurez cinematográfica que está alcanzando Quentin Tarantino, que nos regala maravilla tras maravilla, esta vez en clave de western, y que no renuncia a su estilo, dejando de nuevo escenas para el recuerdo (la de los encapuchados, mofa al Ku Klux Klan, es mítica, convirtiéndose en una de mis favoritas) y ganándose el calificativo de mito del cine, esperando que no sean ciertos los rumores que apuntan a que podría retirarse del cine. Sería una pena.


LO MEJOR: Cine Tarantino 100%; los diálogos; las interpretaciones; el aspecto visual; los homenajes al género.

LO PEOR: Puede hacerse un poco larga; excesiva violencia; BSO no tan redonda como en otras películas del director.

MI NOTA: 9/10 

LA FRASE: "D-J-A-N-G-O. La D es muda"


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martes, 19 de febrero de 2013

Crítica: El lado bueno de las cosas (2012)

FICHA TÉCNICA

Título: El lado bueno de las cosas. Título original: Silver linings playbook. Director: David O. RussellPaís: USA. Año: 2012. Duración: 122 min. Género: Comedia dramática, romance. Interpretación: Bradley Cooper  (Pat), Jennifer Lawrence (Tiffany), Robert De Niro (Sr. Pat), Jacki Weaver  (Dolores), Chris Tucker (Danny), Julia Stiles (Veronica), Shea Whigham (Jake), John Ortiz (Ronnie). Guión: David O. Russell; basado en la novela de Matthew Quick. Producción: Bruce Cohen, Donna Gigliotti y Jonathan Gordon. Música: Danny Elfman. Fotografía: Masanobu Takayanagi. Montaje: Jay Cassidy y Crispin Struthers. Diseño de producción: Judy Becker. Vestuario: Mark Bridges. Distribuidora: eOne Films Spain.


SINOPSIS: Tras pasar ocho meses en una institución mental por agredir al amante de su mujer, Pat (Bradley Cooper) vuelve con lo puesto a vivir en casa de sus padres (Robert De Niro y Jacki Weaver). Determinado a tener una actitud positiva y recuperar a su ex-mujer, el mundo de Pat se pone del revés cuando conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence), una chica con ciertos problemas y no muy buena fama en el barrio. A pesar de su mutua desconfianza inicial, entre ellos pronto se desarrollará un vínculo muy especial que les ayudará a encontrar en sus vidas el lado bueno de las cosas.


     Nos encontramos sin ninguna duda ante una de las (inesperadas) sorpresas de la temporada, dirigida por David O.Russell y presencia habitual entre las últimas nominaciones a grandes premios cinematográficos. Es una de esas películas en las que el boca-oreja funciona de maravilla y con la que la gente disfruta, porque desprende buen rollo por los cuatro costados, aunque en un principio sea difícil catalogarla en un género concreto, porque oscila entre la comedia, el punto romántico y algo de drama. Quizá esta amalgama, unida a una total falta de pretensiones, sea la que hace que triunfe entre el público de todas las edades que únicamente quiere pasar un buen rato en el cine sin calentarse la cabeza.Teniendo detrás a los Weinstein como productores no es de extrañar que cuente con tantas nominaciones para los Oscar, pero la realidad es que se trata de una muy buena película, pero tampoco hay que exagerar, y más teniendo en cuenta sus contricantes para llevarse la dorada estatuilla.



     La principal conclusión que podemos sacar al acabar de ver esta película es que todos tenemos nuestro pequeño punto de locura, y en mayor o menor medida, todos los personajes que van desfilando por la pantalla corroboran esta afirmación, en una suerte de perfección de lo imperfecto. Y uno, como espectador, siente que está disfrutando y riéndose con una película en la que el protagonista principal tiene un problema muy grave. Es por ello que parece que el director no ha decidido decantarse por un género en concreto y nos ofrece una dramedia de las habituales disfrazada para aparentar más de lo que es, pero la jugada le ha salido redonda y uno sale muy satisfecho del cine. O puede ser que la gente esté tan hastiada de los difíciles tiempos en los que vivimos que simplemente agradece una película en la que todos los protagonistas buscan ese lado bueno de las cosas al que alude el título. Básicamente es una historia de chico conoce chica, pero enmarcada lejos de las convencionalidades del género, precisamente por los problemas que arrastran Pat y Tiffany. Posiblemente los mejores momentos de la cinta los vivimos al principio de la relación, cuando van conociéndose e inevitablemente chocan sus personalidades, a pesar de que tienen más en común de lo que imaginan. Es a partir de ese momento cuando la cinta pierde algo de frescura e incluso puede parecer que se alarga en su metraje, algo que puede denotar incapacidad para mantener el ritmo.




     He de reconocer que pensaba que nuna iba a llegar el día en el que dijera esto, pero Bradley Cooper se sale de la pantalla, ofreciéndonos una actuación que queda en la retina, con un personaje entrañable y algo canalla, que finalmente demuestra que este actor es algo más que una cara bonita. No podemos obviar el hecho de que una de las nuevas chicas de moda en Hollywood, Jennifer Lawrence, supone el contrapunto perfecto a Cooper, mostrando los dos una gran química en pantalla. Nos es grato también reconciliarnos con ese genio que es Robert De Niro, perdido en los últimos años en papeles insulsos y que aquí despliega de nuevo su gran vena cómica con un personaje hecho a su medida. En general, todo el grupo de secundarios raya a gran altura.


     En definitiva, una de las grandes sorpresas de la temporada, con todos los ingredientes para gustar a un amplio abanico de público y cuyas interpretaciones son su carta de presentación. Tal vez la mestría de su primera hora y media quede empañada con el academicismo de su final, pero es algo que indudablemente se le puede perdonar.

LO MEJOR: El reparto; constituye una propuesta alejada de la comedia convencional.

LO PEOR: Final demasiado edulcorado, fuera de lo que ha sido el tono general de la cinta durante todo su metraje; que pensemos que trata de manera frívola un tema serio.

MI NOTA: 8/10


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viernes, 25 de enero de 2013

OSCAR 2013: NOMINADOS


 

     Fieles a su cita anual, el 24 de febrero del 2013 y desde el Kodak Theatre Center vuelven los premios más importantes (esto es muy cuestionable desde diferentes puntos de vista) en el panorama cinematográfico internacional. Después del interminable baile de nombres que precede a la gala, por fin conoceremos quiénes son los gran triunfadores de una noche con la que todos (o casi todos) sueñan. Lo que si está claro es que más allá de ganadores o perdedores, el glamour se volverá a apoderar de la Alfombra Roja y asistiremos de nuevo al interminable desfile de estrellas del celuloide que no quieren perder la ocasión de pasear palmito un año más. Emma Stone y Seth MacFarlane fueron los encargados de anunciar las nominaciones.




     Centrándonos en lo verdaderamente importante, que no es otra cosa que el cine, no se puede aventurar con la certeza de otros años quiénes van a recibir la dorada estatuilla. Si hablamos de Mejor Película, todas las quinielas apuntaban a Zero Dark Thirty (2012) como ganadora, pero la polémica despertada en relación a la cinta en las últimas semanas le ha restado puntos. El triunfo de Argo (2012) en los Globos de Oro parece vaticinar que se irá de vacío en esta ocasión, si tenemos en cuenta que casi siempre se tiende a compensar entre unos premios y otros. Es por ello que parece que Lincoln (2012) parte en primera posición para ser la triunfadora, aunque no se pude destacar que den la sorpresa un par de películas que tienen el cartel de tapadas, como Los Miserables (2012) o El lado bueno de las cosas (2012). En el apartado de Mejor Dirección, sorprenden las ausencias de Ben Affleck, que sí lo logró por "Argo", de Kathryn Bigelow y de Quentin Tarantino,habitual en estas lides cada vez que estrena película, por lo que parece bastante claro que uno de los niños mimados de la Academia, Steven Spielberg, tiene todas las papeletas. En cuanto a Mejor actor protagonista, no puedo disimular mi sorpresa al ver a Bradley Cooper entre los nominados, pero no puedo dar una opinión válida al no haber visto la película. Todo parece indicar que Daniel Day Lewis es el mejor colocado, aunque si alguien lleva mereciendo una estatuilla desde hace tiempo es Joaquin Phoenix. Por el lado femenino, parece claro (si no hay sorpresa de última hora), que el premio a Mejor actriz protagonista recaerá en Jessica Chastain, quedando para Emmanuelle Riva el honor de ser la actriz más longeva en recibir una nominación, con 84 años.


     Hasta aquí el análisis de los, digamos, premios gordos de la noche. Evidentemente, sabemos el gusto que tiene la Academia por dar la sorpresa en algunas ocasiones, así que no sería de extrañar que Amor (2012) diera la campanada y triunfara, aunque es posible que su presencia ahí ya sea un premio. Me queda hacer referencia a la que considero gran olvidada (injustamente) en las nominaciones, El Caballero Oscuro: La leyenda renace (2012), que no opta siquiera a los premios técnicos.


                                           NOMINADOS


Mejor película

Amour (Amor)
Argo
Beasts of the Southern Wild (Bestias del sur salvaje)
Django Unchained (Django desencadenado)
Les Miserables (Los miserables)
Life of Pi (La vida de Pi)
Lincoln
Silver Linings Playbook (El lado bueno de las cosas)
Zero Dark Thirty (La noche más oscura (Zero Dark Thirty)

Mejor dirección

Michael Haneke – Amour
Ang Lee – Life of Pi
David O. Russell – Silver Linings Playbook
Steven Spielberg – Lincoln
Benh Zeitlin – Beasts of the Southern Wild

Mejor actor protagonista

Bradley Cooper – Silver Linings Playbook
Daniel Day-Lewis – Lincoln
Hugh Jackman – Les Miserables
Joaquin Phoenix – The Master
Denzel Washington – Flight (El vuelo)

Mejor actriz protagonista:

Jessica Chastain – Zero Dark Thirty
Jennifer Lawrence – Silver Linings Playbook
Emmanuelle Riva – Amour
Quvenzhane Wallis – Beasts of the Southern Wild
Naomi Watts – The Impossible (Lo imposible)

Mejor actor de reparto:

Alan Arkin – Argo
Robert De Niro – Silver Linings Playbook
Philip Seymour Hoffman – The Master
Tommy Lee Jones – Lincoln
Christoph Waltz – Django Unchained

Mejor actriz de reparto:

Amy Adams – The Master
Sally Field – Lincoln
Anne Hathaway – Les Miserables
Helen Hunt – The Sessions (Las sesiones)
Jacki Weaver – Silver Linings Playbook

Mejor guión original:

Amour (Michael Haneke)
Django Unchained (Quentin Tarantino)
Flight (John Gatins)
Moonrise Kingdom (Wes Anderson y Roman Coppola)
Zero Dark Thirty (Mark Boal)

Mejor guión adaptado:

Argo (Chris Terrio)
Beasts of the Southern Wild (Lucy Alibar y Benh Zeitlin)
Life of Pi (David Magee)
Lincoln (Tony Kushner)
Silver Linings Playbook (David O. Russell)

Mejor película animada

Brave (Indomable)
Frankenweenie
ParaNorman (El alucinante mundo de Norman)
The Pirates! Band of Misfits (¡Piratas!)
Wreck-It Ralph (¡Rompe Ralph!)

Mejor película de habla no inglesa

Amour (Austria)
Kon-Tiki (Noruega)
No (Chile)
A Royal Affair (Dinamarca)
War Witch (Canadá)

Mejor fotografía:

Anna Karenina (Seamus McGarvey)
Django Unchained (Robert Richardson)
Life of Pi (Claudio Miranda)
Lincoln (Janusz Kaminski)
Skyfall (Roger Deakins)

Mejor vestuario

Anna Karenina (Jacqueline Durran)
Les Misérables (Paco Delgado)
Lincoln (Joanna Johnston)
Mirror Mirror (Blancanieves) (Eiko Ishioka)
Snow White and the Huntsman (Blancanieves y la leyenda del cazador) Colleen Atwood)

Mejor documental

5 Broken Cameras
The Gatekeepers
How to Survive a Plague
The Invisible War
Searching for Sugar Man

Mejor montaje

Argo (William Goldenberg)
Life of Pi (Tim Squyres)
Lincoln (Michael Kahn)
Silver Linings Playbook (Jay Cassidy y Crispin Struthers)
Zero Dark Thirty (Dylan Tichenor y William Goldenberg)

Mejor maquillaje y peluquería

Hitchcock (Howard Berger, Peter Montagna y Martin Samuel)
The Hobbit: An Unexpected Journey (El hobbit: Un viaje inesperado) (Peter Swords King, Rick Findlater y Tami Lane)
Les Misérables (Lisa Westcott y Julie Dartnell)

Mejor música

Anna Karenina (Dario Marianelli)
Argo (Alexandre Desplat)
Life of Pi (Mychael Danna)
Lincoln (John Williams)
Skyfall (Thomas Newman)

Mejor canción original:

‘Before My Time’ – Chasing Ice (J. Ralph)
‘Everybody Needs A Best Friend’ – Ted (Walter Murphy y Seth MacFarlane)
‘Pi´s Lullaby’ – Life of Pi (Mychael Danna y Bombay Jayashri)
‘Skyfall’ – Skyfall (Adele Adkins y Paul Epworth)
‘Suddenly’ – Les Misérables (Claude-Michel Schönberg, Herbert Kretzmer y Alain Boublil)

Mejor diseño de producción

Anna Karenina (Sarah Greenwood y Katie Spencer)
The Hobbit: An Unexpected Journey (Dan Hennah, Ra Vincent y Simon Bright)
Les Misérables (Eve Stewart y Anna Lynch-Robinson)
Life of Pi (David Gropman y Anna Pinnock)
Lincoln (Rick Carter y Jim Erickson)

Mejor corto documental

Inocente
Kings Point
Mondays at Racine
Open Heart
Redemption

Mejor corto animado:

Adam and Dog
Fresh Guacamole
Head over Heels
Maggie Simpson in ‘The Longest Daycare’
Paperman

Mejor corto de acción real:

Asad
Buzkashi Boys
Curfew
Death of a Shadow
Henry

Mejor montaje de sonido

Argo (Erik Aadahl y Ethan Van der Ryn)
Django Unchained (Wylie Stateman)
Life of Pi (Eugene Gearty y Philip Stockton)
Skyfall (Per Hallberg y Karen Baker Landers)
Zero Dark Thirty (Paul N.J. Ottosson)

Mejor mezcla de sonido

Argo (John Reitz, Gregg Rudloff y Jose Antonio Garcia)
Les Misérables (Andy Nelson, Mark Paterson y Simon Hayes)
Life of Pi (Ron Bartlett, D.M. Hemphill y Drew Kunin)
Lincoln (Andy Nelson, Gary Rydstrom y Ronald Judkins)
Skyfall (Scott Millan, Greg P. Russell y Stuart Wilson)

Mejores efectos visuales:

The Hobbit: An Unexpected Journey (Joe Letteri, Eric Saindon, David Clayton y R. Christopher White)
Life of Pi (Bill Westenhofer, Guillaume Rocheron, Erik-Jan De Boer y Donald R. Elliott)
The Avengers (Los Vengadores) (Janek Sirrs, Jeff White, Guy Williams y Dan Sudick)
Prometheus (Richard Stammers, Trevor Wood, Charley Henley y Martin Hill
Snow White and the Huntsman (Cedric Nicolas-Troyan, Philip Brennan, Neil Corbould y Michael Dawson)

domingo, 20 de enero de 2013

Crítica: La noche más oscura (Zero Dark Thirty) (2012)

FICHA TÉCNICA

Película: La noche más oscura (Zero dark thirty). Título original: Zero dark thirty. Dirección: Kathryn Bigelow. País: USA. Año: 2012. Duración: 157 min. Género: Thriller, dramabélico. Interpretación: Jessica Chastain (Maya), Jason Clarke (Dan), Joel Edgerton (Patrick), Jennifer Ehle (Jessica), Mark Strong (George), Kyle Chandler (Joseph Bradley), Edgar Ramirez (Larry), Reda Kateb (prisionero), Scott Adkins (John), Chris Pratt (Justin), Taylor Kinney (Jared), Harold Perrineau (Jack), Mark Duplass (Steve), James Gandolfini (director de la CIA). Guion: Mark Boal. Producción: Kathryn Bigelow, Mark Boal y Megan Ellison. Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Greig Fraser. Montaje: William Goldenberg y Dylan Tichenor. Diseño de producción: Jeremy Hindle. Vestuario: George L. Little. Distribuidora: Universal Pictures International Spain.





SINOPSIS: Tras el terrible atentado de las Torres Gemelas de Nueva York a cargo de Al Qaeda, los servicios de seguridad estadounidenses emprenden la caza del máximo responsable y enemigo público número uno, Osama Bin Laden. Bajo el amparo de la administración de George Bush, un equipo de agentes de la CIA aterriza en Pakistan con la misión más difícil de sus vidas. A través de los ojos de Maya, la más inexperta del grupo, vemos el proceso que lleva a la captura y muerte de Bin Laden, diez años después.


     Seamos sinceros. En mayor o menor medida todos recordamos exactamente dónde nos encontrábamos y qué estábamos haciendo el 11 de septiembre de 2001, fecha que quedó grabada a fuego en nuestras mentes. A partir de ese día, el orgulloso pueblo estadounidense juró no descansar hasta que el responsable de su Día de la Infamia del SXXI, Osama Bin Laden pagara por su terrible crimen. Y es evidente que una historia tan jugosa tenía que llegar a las pantallas tarde o temprano, siendo Kathryn Bigelow, la oscarizada directora de En tierra hostil (2008), la encargada de plasmar en imágenes la caza del enemigo público número uno de EEUU. Y lo hace a través de un potente thriller que no ha tardado en levantar ampollas debido a lo explícito de sus imágenes de tortura (negadas por la administración USA) y a que, a pesar de estar basado en hechos reales, voces discordantes aseguran que nada ocurrió tal y como nos lo cuentan. Por lo tanto, en el tejado del avispado espectador está la pelota. Mi recomendación es embarcarse en el viaje sin ningún tipo de prejuicio, disfrutar de esta magnífica película y ya después documentarse sobre las mentiras que pueda (o no) contener. 




     A través de un fundido en negro con grabaciones reales de los hechos acontecidos en tan fatídica fecha, Bigelow nos mete de lleno en el meollo de la cuestión, plasmando inicialmente en pantalla las torturas a las que eran sometidos los prisioneros que supuestamente sabían algo sobre el paradero de todos los implicados en los atentados, escenas crudas pero necesarias, que esconden más denuncia que patriotismo. Esta parte de la película sirve como presentación del personaje de Maya (nombre ficticio por razones obvias), una agente de la CIA con una misión: cazar a Bin Laden. Ella es la razón de ser de la película, ya que observamos su evolución durante todo el metraje,su cansancio físico y mental y la prueba evidente de que diez años de caza al hombre pueden cambiar una vida y una forma de ser. La misión se torna en obsesión, obsesión en ocasiones no demasiado bien vista por sus compañeros de la Agencia, que consideran que el objetivo de la insistente Maya es una quimera y una pérdida de tiempo, dinero y vidas humanas. Debe sobreponerse a un mundo generalmente machista y construir una envoltura aparentemente fría y calculadora, sin dejarse intimidar.  En la profunda investigación que llevó a cabo Maya descansa gran parte del largo metraje, entre despachos y sórdidas prisiones secretas de la CIA, interrogando a prisioneros y dándose de bruces con el escepticismo de sus superiores. Bigelow dirige la cinta con pulso firme y consiguiendo no hacernos caer en el tedio ni en la sensación de que todo parece repetitivo. Y para el final se reserva un as en la manga con el ataque a la residencia en la que se encuentra escondido Bin Laden, confirmando el infinito talento que esconde esta mujer de armas tomar.



     Si no hay sorpresa de última hora, Jessica Chastain debería alzarse con la estatuilla a la mejor actriz, ya que nos ofrece una interpretación realmente redonda y llena de matices, escenificando a la perfección la evolución del personaje y cómo una obsesión la absorbe por completo. En el apartado masculino destacan el ya habitual en los últimos años Mark Strong, cuya aparición en pantalla es sencillamente antológica; James Gandolfini encarna al director de la CIA, con apariciones escasas pero con sustancia. También me gustaría destacar a Jason Clarke, compañero de Maya y que lleva la voz cantante en las escenas de tortura a los prisioneros.


     En definitiva, una de las mejores películas de 2012, no por el contenido (que también es interesante), sino por la calidad a la hora de filmar que nos ofrece Kathryn Bigelow y por la calidad de las interpretaciones. Iba enfilada para conseguir el Oscar, pero las voces críticas que se han alzado contra la película le están restando puntos en el tramo final.


LO MEJOR: El trabajo de Jessica Chastain; no pierde un ápice de interés; potentes escenas como el asalto a la casa de Bin Laden; la dirección firme de Kathryn Bigelow.

LO PEOR: Que lo que nos están contando nos suene a falso; incómodas escenas de tortura. 

MI NOTA: 9,5/10

LA FRASE: «Si estás en lo cierto, todo el mundo querrá participar. Mantente firme».


                                                                   TRAILER

                                    


jueves, 3 de enero de 2013

Crítica: El Hobbit: Un viaje inesperado (2012)

FICHA TÉCNICA
Película: El hobbit: Un viaje inesperado. Título original: The hobbit: An unexpected journey. Director: Peter Jackson. País: Nueva Zelanda, EEUU. Año: 2012. Duración: 169 min. Género: Fantástico, aventuras. Intérpretes: Martin Freeman (Bilbo Bolsón), Ian McKellen  (Gandalf), Andy Serkis (Gollum), Cate Blanchett (Galadriel), Elijah Wood  (Frodo Bolsón), James Nesbitt (Bofur), Lee Pace (rey Thranduil), Christopher Lee (Saruman), Ian Holm (Bilbo anciano), Hugo Weaving (Elrond), Richard Armitage (Thorin, Escudo de Roble), Ken Stott (Balin), Graham McTavish (Dwalin), William Kircher (Bifur), Stephen Hunter (Bombur), Dean O’Gorman (Fili), Aidan Turner (Kili), John Callen (Oin), Peter Hambleton (Gloin), Jed Brophy (Nori), Mark Hadlow (Dori), Adam Brown (Ori), Benedict Cumberbatch (El Nigromante). Guión: Peter Jackson, Philippa Boyens, Guillermo del Toro y Fran Walsh; basado en la novela de J.R.R. Tolkien. Producción: Peter Jackson, Carolynne Cunningham, Fran Walsh y Zane Weiner. Música: Howard Shore. Fotografía: Andrew Lesnie. Montaje: Jabez Olssen. Diseño de producción: Dan Hennah. Vestuario: Ann Maskrey, Richard Taylor y Bob Buck. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.


SINOPSIS: En compañía del mago Gandalf y de trece enanos, el hobbit Bilbo Bolsón emprende un viaje a través del país de los elfos y los bosques de los trolls, desde las mazmorras de los orcos hasta la Montaña Solitaria, donde el dragón Smaug esconde el tesoro de los Enanos. Finalmente, en las profundidades de la Tierra, encuentra el Anillo Único, hipnótico objeto que será posteriormente causa de tantas sangrientas batallas en la Tierra Media.


     Era inevitable que tras el enorme éxito de crítica y público de la épica trilogía de "El señor de los anillos", compuesta por La comunidad del anillo (2001), Las dos torres (2002) y El retorno del rey (2003), su máximo responsable, Peter Jackson, se pusiera como objetivo llevar a las pantallas otra de las obras de J.R.R Tolkien, "El Hobbit". Desgraciadamente, lo que en la anterior trilogía funcionaba de maravilla supone aquí una más que palpable decepción. ¿El problema? "El señor de los anillos" era un libro de más de 1000 páginas, con material más que suficiente para realizar las tres películas, mientras que "El Hobbit" no llega a las 300 páginas, por lo que hacer nuevamente tres entregas de casi tres horas cada una únicamente tiene una respuesta en forma de símbolo del dólar, máxime cuando Peter Jackson ha decidido apuntarse a la moda del 3D. Veremos si la jugada le sale redonda al director, porque parece que en el segundo fin de semana de exhibición en EEUU la recaudación se ha desinflado ostensiblemente.




     La película tarda en arrancar una eternidad, uniéndose ese ritmo irregular a otros momentos verdaderamente soporíferos, metidos con calzador y que influyen negativamente en el proceso que supone meterse dentro de la trama. Peter Jackson se dedica a apabullar visual y técnicamente al espectador, sabedor de que el guión no ofrece esos oscuros recovecos que sí ofrecían las tramas y subtramas de "El señor de los anillos", evidentemente más adultas que lo que ofrece "El Hobbit". Y aunque Jackson sigue demostrando una apasionada concepción de la dirección y de nuevo deja claro que es único rodando escenas hiperbolizadas con miles de extras y efectos especiales, el espectáculo se le desmorona como una castillo de naipes al no tener un guión firme en el que sostenerse. La obsesión de Peter Jackson de meter metraje innecesario ralentiza enormemente la película, además de que da la sensación de que muchas de las escenas son un calco de algunas de las que aparecen en la trilogía de "El señor de los anillos". Por otro lado, el hecho de que el grupo esté formado por 13 enanos hace que en ningún momento uno adquiera la complicidad con los personajes que sí conseguimos con Aragorn, Boromir o Sam, por lo que recargar la película con tanto personaje aumenta el halo de confusión.


     Evidentemente el viaje hubiera sido un desastre absoluto si no fuera por muchos de los aspectos que ya brillaban en el primer acercamiento de Peter Jackson a la Tierra Media. El aspecto visual sigue siendo una absoluta gozada, con una fotografía realmente hermosa en muchos tramos de la película. Esto, junto con vestuario, decorados, FX serán firmes candidatos a levantar la estatuilla dorada. Howard Shore vuelve a ofrecernos una banda sonora majestuosa, con un tema, el de los enanos, machacón y muy utilizado durante la película, si bien ha utilizado muchos de los cortes de las anteriores partituras. Hay un par de escenas dignas de mención, como el encuentro de Bilbo con Gollum en la caverna o la parte de los trolls, aunque como ya he comentado con anterioridad el hecho de haber recargado la película con tantas escenas de acción provoca una cierta sensación de pesadez que hace que uno termine por no sorprenderse.




     Sir Ian McKellen es de lo mejorcito de la película en cuanto a interpretaciones, aunque está claro que no era necesario descubrirlo de nuevo, sabíamos que iba a cumplir sobradamente. Entre las nuevas incorporaciones me gustaría destacar a Martin Freeman como Bilbo, demostrando que puede llevar sobradamente el peso de la trilogía. De entre los enanos, Richard Armitage, que encarna a su jefe, Thorin, ofrece carisma y desprende fuerza en pantalla. Por último, aunque no menos importante, Andy Serkis vuelve a encarnar a Gollum, que me sigue pareciendo el mejor personaje digital de toda la historia del cine, capaz de dejar en mantillas a cientos de supuestos "actores". También vuelven a aparecer algunos personajes de la trilogía de los anillos, pero con una presencia meramente testimonial, que únicamente tiene como objeto unir ambas sagas.


     En definitiva, un decepcionante regreso a esa Tierra Media que tanto nos apasionó con las aventuras de Frodo y su Compañía del Anillo, en el que Peter Jackson ha querido abarcar demasiado y termina provocándonos un empacho que hace que nos debatamos entre ignorar la próxima entrega o darle una nueva oportunidad para ver si esto ha sido únicamente un leve patinazo.


LO MEJOR: Todo el apartado técnico; Gollum.

LO PEOR: Muy larga; inconsistencia narrativa; personajes de relleno.

MI NOTA: 6,5/10

LA FRASE: "Toda gran historia ha de ser adornada".


                                             TRAILER