lunes, 31 de octubre de 2016

Crítica: Mechanic: Resurrection (2016)

FICHA TÉCNICA
Título original: Mechanic: Resurrection País: Estados Unidos, Francia Duración: 99 minutos Género: Acción, Thriller, Crimen Director: Dennis Gansel Guión: Philip Shelby, Tony Mosher, basado en los personajes creados por Lewis John Carlino Productores: William Chartoff, Samuel Hadida, Victor Hadida Música: Mark Isham Fotografía: Daniel Gottschalk Montaje: Ueli Christen Intérpretes: Jason Statham, Jessica Alba, Tommy Lee Jones, Sam Hazeldine Estreno en España: 7 de octubre del 2016 Calificación por edades: No recomendada a menores de 16 años


SINOPSISCuando Arthur Bishop (Jason Statham) creía que ya había dejado atrás su pasado criminal, se encuentra de nuevo con él al ser secuestrada la mujer de su vida por uno de sus mayores enemigos. Se ve así obligado a viajar por el mundo para ejecutar tres asesinatos imposibles que deben parecer accidentes.

CRÍTICA: Si hay un actor que lleva años intentando ganarse por derecho propio el título de "action hero" del milenio, ese es sin duda Jason Statham (Derbyshire, 1967), que desde el 2002, año en el que encarnara por primera vez a Frank Martin, el taciturno protagonista de Transporter, ha ido encadenando proyecto tras proyecto, casi todos de una calidad en cierto modo cuestionable (aunque hemos de reconocer que ha participado en una serie de títulos muy destacables), pero a los que no se les puede negar su capacidad para divertir al espectador menos exigente. La película que nos ocupa es la secuela de The mechanic (2011), cinta que a su vez era un remake de Fríamente...sin motivos personales (1972), protagonizada por otro duro por excelencia del cine, Charles Bronson, por lo que los paralelismos aumentan a la hora de considerar a Statham digno sucesor de todos esos justicieros del cine. Pues bien, la primera película protagonizada por el personaje Arthur Bishop fue una pequeña sorpresa dentro de aquello a lo que nos tiene acostumbrados Jason Statham, por lo que la noticia de una secuela despertó el interés del ávido consumidor de palomitas que todos llevamos dentro, pero el resultado no ha podido ser más decepcionante.

                           Algo falla cuando una película la escriben nada más y nada menos que cuatro guionistas y el libreto termina siendo absolutamente infame, totalmente inconsistente y con una trama sencillamente ridícula. Ya desde el primer momento se ve lo forzado de los diálogos, y después de mirar el reloj un par de veces únicamente esperas a que llegue la siguiente escena de acción para no arrepentirte del todo de esa hora y media que ya sabes que has tirado a la basura (junto con el dinero de la entrada). No todo iba a ser malo, tiene alguna escena rescatable, como la de la piscina (un oasis en el desierto del aburrimiento), y las peleas no están mal coregrafiadas del todo. Y paramos de contar, ya que el resto del producto es (tristemente) olvidable, de esos que guardas en una caja en lo más profundo de tu subconsciente para posteriormente tirar la llave al mar. 




                        En el apartado interpretativo (carcajadas de fondo), Statham es Statham, y evidentemente hace lo que puede o sabe. Pero es que en esta ocasión lo han juntado con Jessica Alba, que sin haber sido nunca un dechado de virtudes en cuanto al arte de actuar se refiere, es evidente que se encuentra en un agujero negro del que no creemos que puede salir nunca. Y, para colmo de males, la química entre ellos está a bastantes grados bajo cero, lo que en ningún momento hace creíble su relación. Menos mal que andaba por ahí Tommy Lee Jones, con una papel tan ridículo como balsámico, y que logró despertar del sopor generalizado a toda la sala de cine. Del malo de la función prefiero no acordarme...

                         Y poco más que decir. Nos encontramos ante un Bond de mercadillo, sin glamour, sin la mordacidad habitual de 007 y viajando por países de cartón piedra, que gustará a los seguidores de Statham y dejará indiferente a todos los demás. Película de DVD de domingo por la tarde en el que no hay nada mejor que hacer.

NOTA: 3/10 

domingo, 16 de octubre de 2016

Crítica: Un monstruo viene a verme (2016)


FICHA TÉCNICA
Título original: A Monster Calls País: España, Estados Unidos Duración: 108 minutos Género: Drama, Fantástico Director: J.A. Bayona Guión: Patrick Ness, basado en su novela Productores: Belén Atienza, Álvaro Agustín, Ghislain Barrois, Sandra Hermida Patrick Ness Música: Fernando Velázquez Fotografía: Óscar Faura Montaje: Jaume Martí, Bernat Vilaplana Intérpretes: Lewis MacDougall, Sigourney Weaver, Felicity Jones, Toby Kebbell, Ben Moore Estreno en España: 7 de octubre del 2016 Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años







SINOPSISTras la separación de sus padres, Connor (Lewis MacDougall), un chico de 12 años, intentará superar sus miedos y fobias con la ayuda de un monstruo que viene a visitarle siempre a la misma hora.

CRÍTICA: Una de las máximas fundamentales para disfrutar del visionado de una película es saber lo menos posible de ella, misión harto complicada por gracia y obra de la cantidad de información que nos llega a través de los diferentes medios. Y con "Un monstruo viene a verme" es aún más difícil  abstraerse, puesto que la campaña promocional de la película ha sido sencillamente titánica, algo que ya sucedió con la anterior película del director,  Lo imposible (2012). Estas dos películas, junto con El orfanato (2007), han bastado para colocar a J.A. Bayona (Barcelona,1975) en los altares del panorama cinematográfico español. ¿Las claves para haber alcanzado tal estatus? Pues ofrecernos historias que tocan nuestra fibra sensible y que tienen una factura técnica impecable. Bueno, y, ya lo hemos dicho antes, una campaña publicitaria mastodóntica, que también ayuda lo suyo. Por todo esto no es de extrañar que Hollywood haya fijado su mirada en el director español y le haya encargado su primer proyecto más allá del charco, ni más ni menos que la secuela de Jurassic World (2015). Palabras mayores. Pero eso es otra historia, ahora nos detendremos en analizar si vale la pena sumergirse en la odisea de Conor O,Maley.

                            Nuestro joven protagonista tiene una vida muy complicada, tanto en lo personal como en lo familiar. Ha tocado fondo, y su vía de escape son las visitas de un monstruo milenario que parece conocerle muy bien. Y hasta ahí puedo leer, porque es imposible contar más cosas sin destripar una trama que se debe disfrutar desde el más profundo desconocimiento. Nos encontramos ante una fábula adulta, vista desde los ojos de un niño al que obligan a crecer demasiado deprisa. Bayona ha demostrado con creces que se mueve como pez en el agua con estos ingredientes, y nos ofrece una película tremendamente bella a pesar de la tristeza que emana durante prácticamente todo el metraje. El director recurre a un tema habitual en su trilogía cinematográfica, las relaciones madre-hijo, y si bien puede parecer que recurre a mecanismos que buscan arrancar la lágrima fácil del espectador, aquí parecen más justificados que en "Lo imposible", o tal vez el realizador ha depurado su técnica y su manera de contar las historias para que no de esa impresión, por lo que podemos decir que poco a poco alcanza su madurez profesional, algo sorprendente teniendo en cuenta que tiene 41 años.La cinta conjuga de manera potente el intimismo que requiere la historia que cuenta con los apabullantes efectos especiales utilizados en las apariciones del monstruo, por lo que es una película que contentará a un amplio espectro de espectadores, desde los más exigentes con la forma de contar una historia hasta los que se centran únicamente en el apartado técnico.




                              Destacaba en la crítica de El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares (2016) la interpretación de Asa Butterfield. En "Un monstruo viene a verme", el peso de la historia recae en otro joven actor, Lewis MacDougall, cuya fantástica actuación viene a confirmar que nos encontramos ante una generación de actores y actrices que tiene muy buena pinta. El hecho de que la película se centre en el personaje de Conor hace que los actores adultos tengan un papel algo secundario, empezando por Felicity Jones, que encarna a la madre del protagonista. Por su parte, tanto Sigourney Weaver como Toby Kebbell, abuela y padre del niño, respectivamente, tienen papeles casi testimoniales, y se les podía haber sacado mayor partido. Por último, me gustaría señalar que un famoso actor (del que no diré el nombre), pone la voz al monstruo, y si estamos atentos durante la película nos fijaremos en un detalle que puede ser clave en la comprensión de la trama.

                                 En definitiva, una película muy bonita, a la vez que muy triste, que se apoya en un despliegue descomunal de efectos especiales sin dejar de lado la habitual capacidad de Bayona para contar la historia de una manera que nos atrapa hasta los títulos de crédito. Todo apoyado en el libreto de Patrick Ness (autor del libro en el que se basa la película) y en la preciosa banda sonora de Fernando Velázquez. Que no os la cuenten, disfrutadla y sacad vuestras propias conclusiones.


NOTA: 8/10

viernes, 7 de octubre de 2016

Crítica: El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares (2016)

FICHA TÉCNICA
Título original: Miss Peregrine´s home for peculiar children País: Estados Unidos Duración: 127 minutos Género: Aventura, Drama, Familiar Director: Tim Burton Guión: Jane Goldman, basado en la   novela de Ransom Riggs Productores: Peter Chernin, Katterli Frauenfelder Música: Michael Higham, Matthew Margeson Fotografía: Bruno Delbonnel Montaje: Chris Lebenzon Intérpretes: Asa Butterfield, Eva Green, Samuel L. Jackson, Terence Stamp, Judi Dench, Ella Purnell, Allison Janney Estreno en España: 30 de septiembre del 2016 Calificación por edades: No recomendada para menores de 7 años

SINOPSIS: Una horrible tragedia familiar lleva a Jacob, de 16 años, a viajar por la costa de Gales, donde descubre las ruinas del hogar para niños especiales de Miss Peregrine. Mientras explora los destartalados cuartos y pasillos, se da cuenta que los niños que vivieron allí (uno de los cuales fue su abuelo) eran excepcionales. Quizá eran peligrosos, quizá había una buena razón para ponerlos en cuarentena en una isla desierta; incluso podría ocurrir que todavía estuvieran vivos. 

CRÍTICA: Hay que reconocer que Tim Burton (Burbank, 1958), está intentando salir poco a poco de esa UVI cinematográfica en la que se encuentra desde que dirigió Alicia en el país de las maravillas (2010), periodo de tiempo en el que también nos ofreció la horrorosa Sombras Tenebrosas (2012), momento en el que considero que el genial director tocó fondo creativamente hablando, llegando incluso a preguntarme si no estaría hastiado de la dirección, sin ganas por continuar en la brecha. Parecía mentira que al creador de auténticas maravillas como Big Fish (2003)Ed Wood (1994) o Eduardo Manostijeras (1990) le fallara el pulso de esa manera a la hora de traernos nuevas historias. Pero a alguien con esa capacidad de inventiva y que ha sido capaz de hipnotizarnos película tras película no puede haber agotado su crédito tan pronto, nos negamos a creer tal hecatombe cinematográfica. Es por ello que podemos afirmar que  la película que nos ocupa no supone una vuelta completa a sus orígenes, pero da señales claras de un intento de normalizar las constantes vitales del universo creativo del director.

                            Es complicado establecer con exactitud el momento en el que Tim Burton dio una vuelta de timón a su manera de entender el cine, el momento en el que sus creaciones dejaron de lado la poesía contada a través imágenes, las historias que dejaban huella...Tal vez no encontraba el material adecuado para volver a ser él mismo, o tal vez, como he comentado antes, se encontraba perdido en un laberinto de autocomplacencia resultado de años y años de éxitos, en el que sacrificaba  el tempo narrativo por una imaginería visual (apabullante, eso sí) sin ningún tipo de alma. Burton ha encontrado en el libro de Ransom Riggs, plasmado en el guión de Jane Goldman, el caldo de cultivo ideal para reconciliarse con el estilo que tanto le ha dado y, de paso, demostrar a la audiencia que le queda mucho cine dentro. Aunque no se pueden lanzar las campanas al vuelo por completo, puesto que la nueva cinta del director vuelve a mostrar algunas de las lagunas que han lastrado su carrera en los últimos tiempos. Durante la primera mitad de la cinta, con la presentación de los personajes que pueblan el peculiar orfanato, encontramos a un Burton en su salsa, asistiendo en algunos momentos a velados homenajes a otras películas de su filmografía y conformando escenas tan bellas como góticas. Pero llega un momento en el que Burton recurre a de nuevo a sus antiguos vicios, sustituyendo la templanza narrativa por espectáculo mal entendido, y lo que hasta ese momento había sido una relación idílica con el espectador se convierte en un intento atropellado de acabar la cita cuanto antes.



                              En esta ocasión, Burton no cuenta con su actor fetiche, ese que le ha acompañado en infinidad de proyectos, Johnny Depp. Pero da igual, porque tenemos a Eva Green, una de las mejores actrices de su generación, tal y como ha demostrado en la serie de televisión Penny Dreadful (2014-2016), y que carga con el peso de la interpretación durante buena parte del metraje, que se resiente en los momentos en los que ella no está, aunque hay que reconocer que las interpretaciones de los niños son bastante buenas, en especial las de Asa Butterfield, que si sabe elegir bien sus papeles puede hacer una buena carrera en el cine, y Ella Purnell, como Emma Bloom. Terence Stamp tiene un breve pero decisivo papel, mientras que Samuel L. Jackson hace de villano de la función, rondando entre lo histriónico y lo terrorífico.

                                 En definitiva, una cinta muy entretenida en la que observamos destellos tanto del mejor Burton, el de los primeros años, plasmados en escenas con un alto contenido poético, como del peor, ese que abusa del CGI (arma de doble filo, brillante en ocasiones, cantoso en otras) y termina agotando al espectador. El pulso narrativo se resiente en ocasiones, con un montaje acelerado en el que vemos cambios bruscos entre escenas, además de personajes muy poco aprovechados, como el de Judi Dench. Aún así, vuelvo a repetir que Burton está en el buen camino, pero mucho me temo que no le volveremos a ver en toda su plenitud creativa.


NOTA: 7,5/10

martes, 26 de julio de 2016

Crítica: Infierno Azul (2016)

FICHA TÉCNICA
Título original: The Shallows. País: Estados Unidos. Duración: 86 minutos. Género: Drama, Thriller, Horror. Director: Jaume Collet-Serra. Guión: Anthony Jaswinski. Productores: Jaume Collet-Serra, Lynn Harris, Matti Leshem, Douglas C.Merrifield. Música: Marco Beltrami. Fotografía: Flavio Martínez Labiano. Montaje: Joel Negron. Intérpretes: Blake Lively, Óscar Jaenada, Brett Cullen, Sedona Legge, Janelle Bailey, Pablo Calva, Diego Espejel, Sully Seagull. Estreno en España: 15 de julio del 2016. Calificación: No recomendada para menores de 12 años.


SINOPSIS: Nancy (Blake Lively) es una joven que trata de superar la pérdida de su madre. Un día, haciendo surf en una playa solitaria se queda atrapada en un islote a sólo cien metros de la costa. El problema consiste en que un enorme tiburón blanco se interpone entre ella y la otra orilla.

CRÍTICA: Cada cierto tiempo (y generalmente en temporada veraniega), aterriza en nuestras salas una película con un objetivo claro, ser la nueva Tiburón (1975). Después de 40 años, la cinta de Steven Spielberg (Cincinnati, 1946), sigue provocándonos escalofríos cada vez que ponemos un pie en la orilla de la playa para darnos un baño, ya que inmediatamente vemos sombras por todos lados o sentimos que algo nos ha rozado la pierna. Este verano le toca el turno a la cinta de un realizador español, Jaume Collet-Serra (Barcelona, 1974), que poco a poco se ha ido labrando una prometedora carrera en el Hollywood actual, moviéndose entre el género de terror y el de acción, en el que ha encontrado a su actor fetiche, Liam Neeson, con el que ha trabajado hasta en tres ocasiones. En esta ocasión vuelve a demostrar que con un presupuesto ajustado (17 millones de dólares, poco, teniendo en cuenta lo que se mueve en el ámbito cinematográfico) y un guión más bien escueto, se pueden hacer maravillas, e "Infierno azul" es un claro ejemplo de ello.
                             Nuestra protagonista, tras el fallecimiento de su madre, acude a una remota isla a la que acudían juntas para hacer surf y, en cierto sentido, rendirle homenaje. Pero lo que en principio parece un día de playa en un paraje idílico se convierte en una terrible pesadilla, puesto que Nancy debe hacer frente a un gran tiburón blanco que la tiene acorralada en un pequeño islote. A partir de ahí asistimos a una terrible lucha por la supervivencia, a un enfrentamiento entre el hombre (bueno, una mujer en este caso) y la naturaleza. Y ahí es donde el director muestra todo su potencial, graduando la tensión sabiamente, aprovechando al milímetro el pequeño escenario en el que se desarrolla la historia y sacando el máximo partido a su estrellaBlake Lively (Los Ángeles, 1987). Collet-Serra dosifica hábilmente los momentos de tensión, alternándolos con escenas más tranquilas que sirven para que conectemos con el personaje de Lively, pero dejando claro que no podemos relajarnos, porque al igual que la protagonista, sabemos que nuestro contricante no anda lejos (aunque no lo veamos) y que está preparando el siguiente ataque. Ese es otro de los puntos fuertes de la película, el hecho de que el director se muestre reacio a enseñarnos al tiburón en todo su esplendor desde el principio, algo que, sin duda, ha tomado prestado del maestros Spielberg. El escenario es otra parte importante de la película, gracias, principalmente, a la labor que hace el encargado de la fotografía, Flavio Martínez Labiano (San Sebastián,1962), ofreciéndonos un paraje tan majestuoso como letal.


                               Evidentemente, no podemos olvidarnos de la otra mitad de esta particular visión de "La bella y la bestia", Blake Lively. A diferencia de aquella películas de terror en la que realmente te muestras indiferente en relación al orden en el que mueren los protagonistas, porque, sencillamente, te importan un pimiento, Lively construye un personaje con el que te identificas al instante, del que sabes por pequeños esbozos la situación familiar en la que se encuentra. En definitiva, el personaje te importa y quieres que salga bien librada de su batalla con el escualo. Y a pesar de que puede parecer que nos encontremos con una especie de superheroína, lo cierto es que Nancy sangra, sufre, pasa frío, miedo...Vamos, lo que nos pasaría a todos de encontrarnos en esa situación. Lively demuestra que es mucho más que una cara bonita. En la película encontramos también, en un pequeño pero vital papel, a Óscar Jaenada (Barcelona, 1975).

                                  En definitiva, una de las propuestas más refrescantes de la cartelera, con ingredientes suficientes para pasar un mal rato en la sala y para que nos pensemos mucho dónde nos metemos a bañarnos estas vacaciones, apoyada en una dirección milimétrica e inteligente, una estupenda fotografía y una actriz protagonista que nos ofrece una interpretación muy física cargada de matices sentimentales.


NOTA: 7/10

                                                           

domingo, 17 de julio de 2016

Crítica: Espías desde el cielo (2015)

FICHA TÉCNICA
Título original: Eye in the sky. País: Reino Unido. Duración: 102 minutos. Género: Drama, Thriller, Bélico Director: Gavin Hood. Guión: Guy Hibbert. Productores: Guy Hibbert, Claudia Bluemhuber, Ged Doherty, Benedict Carver, Colin Firth. Música: Paul Hepker, Mark Kilian. Fotografía: Haris Zambarloukos. Montaje: Megan Gill. Intérpretes: Helen Mirren, Alan Rickman, Aaron Paul, Barkhad Abdi, Iain Glen, Phoebe Fox, Carl Beukes, Jeremy Northam. Estreno en España: 11 de marzo del 2016. Calificación: No recomendada para menores de 12 años.


SINOPSIS: La coronel Katherine Powell (Helen Mirren), una oficial de la inteligencia militar británica, lidera una operación secreta para capturar a un grupo de terroristas en Nairobi, Kenia. Cuando se da cuenta que los terroristas están en una misión suicida, ella debe cambiar sus planes de 'capturar' por 'matar'. El piloto estadounidense de drones Steve Watts (Aaron Paul) recibe la orden de destruir el refugio donde se hallan los terroristas, pero una niña de nueve años ingresa en la zona donde podría ser herida.

CRÍTICA: Gavin Hood (Johannesburgo, 1963) es un tipo polifacético. Desde que en 2006 ganara el Oscar a la Mejor Película Extranjera con Tsotsi, se ha atrevido con el cine de superhéroes, adentrándose en el universo Marvel con X-Men orígenes: Lobezno (2009), o con la ciencia-ficción, en su irregular El juego de Ender (2013). En 2007 ya se había adentrado en el thriller terrorista con Expediente Anwar, género que retoma en parte en la película que nos ocupa.

                   La guerra, tal y como la conocemos, ha cambiado. Los avances tecnológicos en materia militar han provocado que muchas de las batallas se libren a distancia, y que las decisiones se tomen en despachos situados en diferentes lugares del mundo. Pues bien, esto es lo que nos ofrece "Espías desde el cielo", un enérgico thriller de doble vía, ya que por un lado entretiene una barbaridad y por otro hace pensar, ya que presenta un dilema moral del que el espectador acaba siendo partícipe.

                      El descubrimiento de una célula terrorista en Nairobi en la que participa una ciudadana británica es el punto de partida de una cinta que narra la nueva guerra tecnológica, la utilización de drones que de manera silenciosa se acercan al objetivo en cualquier parte del mundo y con una precisión quirúrgica lo ejecutan. El disparo final es el resultado de una ardua toma de decisiones, consultas, evaluación de daños y cruces de llamadas que constituyen el grueso del metraje. Gavin Hood juega bien sus cartas en este sentido y ofrece un relato apasionante, nos lleva de manera fluida a todos aquellos lugares en los que se decide el destino de la misión. La tensión de la situación va "in crescendo", y a la vez el espectador se ve sometido a un ejercicio de empatía y análisis moral de la situación. ¿Por qué? Pues lo de siempre. Del resultado de la misión depende la vida de mucha gente, ya que los terroristas están dispuestos a atacar de manera inminente (lo que tristemente es más real y cercano de lo que pensamos). Pero también hay daños colaterales que no se pueden evitar. De ahí que estemos en la tesitura de pensar si la misión es necesaria y esas bajas civiles asumibles. Se trata de un añadido que da empaque a la película.




                                El director se rodea de un elenco de actores muy destacados, siendo una de las damas actuales de la interpretación, Helen Mirren, la que más destaca. No recuerdo una película en la que haya podido decir que está regular en su papel, por lo que siempre es un valor seguro. No podemos olvidarnos del malogrado Alan Rickman, fallecido a principios de este año, en el que fue su último trabajo para la gran pantalla (en carne y hueso, puesto que puso la voz a un par de proyectos), que deja ciertas notas de humor en una historia caracterizada por la seriedad del tema que trata. Por último, destacar a Aaron Paul, con una carrera en ascenos desde que protagonizara la fantástica serie Breaking Bad (2008-2013), que encarna a unos de los pilotos encargados de manejar el dron utilizado en la misión.

                                       En definitiva, una buena cinta de suspense, que podemos enmarcar dentro del entretenimiento inteligente, puesto que más allá de olvidarla al salir de la sala, hace que podamos tener un interesante debate sobre una situación que en los días que corren es más habitual de los que pensamos, y que se apoya en un manejo muy bueno del tempo de la acción por parte del director, lo que hace que la hora y media que dura condense perfectamente toda la trama.


NOTA: 8/10

sábado, 9 de julio de 2016

Crítica: Expediente Warren: El caso Enfield (2016)

FICHA TÉCNICA
Título original: The Conjuring 2: The Enfield Poltergeist. País: Estados Unidos, Canadá. Año:2016. Duración: 133 minutos. Género: Horror, Misterio, Thriller. Dirección: James Wan. Guionistas: Carey Hayes, Chad Hayes, James Wan y David Johnson Productores: Richard Brener, Rob Cowan, Walter Hamada y James Wan .  Música: Joseph Bishara. Fotografía: Don Burgess . Montaje: Kirk M. Morri. Reparto: Patrick Wilson, Vera Farmiga, Madison Wolfe, Frances O´Connor, Lauren Esposito, Benjamin Haigh, Patrick McAuley, Simon McBurney, Franka Potente. Estreno en España: 17  de junio del 2016. Calificación por edades: No recomendada a menores de 16 años. 


SINOPSIS“Expediente Warren: The conjuring”, basada en una historia real, cuenta la escalofriante historia de cómo Ed y Lorraine Warren, renombrados investigadores de fenómenos paranormales, fueron requeridos por una familia aterrorizada por una presencia oscura en una aislada granja. Obligados a enfrentarse a una poderosa entidad demoníaca, los Warren se encontraron atrapados en el caso más terrorífico de sus vidas.


CRÍTICA:  Abrazarse a la persona que tienes a tu lado en la butaca del cine, asomarse a todas las esquinas, encender las luces de las habitaciones de casa antes de entrar...¿Quién no ha hecho alguna de estas cosas después de ver una película de terror? Y es que, aunque nos cueste reconocerlo, disfrutamos con el miedo en una sala de cine, disfrutamos de esa sensación innata y primitiva que nos atenaza. Y James Wan, director de Expediente Warren: El caso Enfield (2016), lo sabe, y explota todos los mecanismos a su disposición para que la experiencia de ver una de sus películas, sea, cuanto menos, inquietante. Desde que en 2004 se diera a conocer con Saw, James Wan se ha hecho (merecidamente), con un hueco importante entre aquellos directores que se dedican a poblar nuestras pesadillas de fantasmas, demonios y demás seres terroríficos...Hace 3 años, Wan nos ofrecía un estupendo ejercicio de terror con Expediente Warren: The Conjuring (2013), que le hizo alcanzar su cénit como realizador, poniendo de acuerdo a crítica y público, algo que generalmente es bastante complicado. ¿Conseguirá la secuela de aquél éxito lo mismo? Está en vuestra mano valorarlo.

                    La trama es muy simple. Ed y Lorraine Warren conforman un matrimonio dedicado a investigar sucesos paranormales, y en esta ocasión son requeridos para ayudar a una familia inglesa aterrada por una serie de fenómenos inexplicables que se están produciendo en su hogar. A partir de esta premisa, Wan construye dos historias paralelas que están condenadas a encontrarse y proporcionarnos un acto final sublime. James Wan se las sabe todas, se nota que es un fan de las películas de terror y utiliza todos los medios a su alcance para aterrorizarnos. Y ahí reside la grandeza de este director, ya que por un lado es capaz de crear una atmósfera insana que nos va atrapando poco a poco y que nos deja una sensación de terror que se mete en nuestros huesos, pero por otro maneja perfectamente los mecanismos del susto inesperado (para mis gusto,abusando demasiado de una subida de volumen no apta para oídos sensibles), por lo que el visionado de esta película se puede asemejar a una montaña rusa, en la que sabes que viene la bajada pero aún así te acabas asustando. 



                               Para potenciar el aspecto terrorífico, el uso de la cámara es sublime, especialmente en la parte que se desarrolla en Inglaterra, consiguiendo que la casa en la que se desarrollan los hechos se convierta en un personaje más. Sé que es un recurso que utilizo muchas veces, pero me tenéis que creer si os digo que la casa tiene vida propia. Y lo demás es lo habitual en las películas de Wan: presencias demoníacas, sustos a la vuelta de la esquina, y, sobretodo, un final apoteósico, con una fuerza tremenda a nivel técnico, interpretativo y narrativo...

                       Es evidente que todo el festival que nos tiene reservado el director no serviría de nada si las interpretaciones no estuvieran a la altura. Patrick Wilson y Vera Farmiga vuelven a hacer gala de esa química que desprendían en la primera película y vuelven a encarnar notablemente al matrimonio Warren, encargado de luchar contra espíritus y otros seres malignos. Frances O´Connor está muy bien como la madre aterrorizada por lo que está sucediendo en su casa, mientras que de los cuatros niños protagonistas destacaría a Madison Wolfe, que encarna a Janet Hodgson, con un papel importante en la trama y que es el objetivo principal de la mayor parte de fenómenos paranormales que se desarrollan en la cinta. Las grandes interpretaciones permiten crear con el espectador una complicidad que provoca que sufras con los personajes, que se desarrolle una empatía natural.

                                        En definitiva, una gran cinta de terror, apoyada en una primera hora absolutamente fantástica y en la maestría de un director que ya no tiene nada que demostrar y que se ha hecho merecidamente con un puesto de honor en lo que al género de terror se refiere. La película nos deja unos cuantos momentos para el recuerdo, que no reproduciré aquí para que la sorpresa (y el terror, todo sea dicho) sea más efectiva.Como aspectos negativos, únicamente resaltaría el abuso de los sustos apoyados en una subida de volumen, ya que la duración de la cinta no me ha parecido excesiva, ya que son dos horas que pasan muy deprisa y que nos tienen clavados en la butaca. Espero con impaciencia la tercera parte.


NOTA: 8/10





jueves, 3 de marzo de 2016

Crítica: Deadpool (2016)

FICHA TÉCNICA
Título original: Deadpool. País: Estados Unidos, Canadá. Año:2016. Duración: 108 minutos. Género: Acción, Comedia, Aventura, Superhérores. Dirección: Tim Miller. GuionistaRhett Reese y Paul Wernick; basado en el personaje de Marvel creado por Fabian Nicieza y Rob Liefeld. Productor: Ryan Reynolds, Simon Kinberg, Lauren Shuler Donner.  Música: Junkie XL. FotografíaKen Seng. Montaje: Julian Clarke. Reparto: Ryan Reynolds, Morena Baccarin, Ed Skrein, Brianna Hildebrand, T.J Miller, Gina Carano. Estreno en España: 19  de febrero del 2016. Calificación por edades: No recomendada a menores de 18 años. 


SINOPSISBasado en el anti-héroe menos convencional de la Marvel, Deadpool narra el origen de un ex-operativo de la fuerzas especiales llamado Wade Wilson, reconvertido a mercenario, y que tras ser sometido a un cruel experimento adquiere poderes de curación rápida, adoptando Wade entonces el alter ego de Deadpool. Armado con sus nuevas habilidades y un oscuro y retorcido sentido del humor, Deadpool intentará dar caza al hombre que casi destruye su vida. 

CRÍTICA:    Tarde o temprano, todo género cinematográfico necesita una reinvención, una regeneración, y el de superhéroes no iba a ser menos. Saturados de Capitán América, Iron Man, Thor, Hulk o todos ellos juntos en la saga Vengadores, necesitábamos de otro personaje distinto que refrescara el panorama. Y el elegido ha sido Deadpool (2016), no de los más conocidos del universo Marvel, y del que tuvimos noticias en X-Men orígenes: Lobezno (2009), pero con una apariencia totalmente distinta a la que luce en esta película. El resultado es una película gamberra, irreverente, transgresora,obscena, que se ríe constantemente de los convencionalismos del género y que no muestra ningún tipo de piedad con otras películas de superhéroes.

                    Los fantásticos títulos de crédito iniciales suponen una declaración de intenciones, un indicativo de que lo estamos viendo va a ser algo diferente, algo que quiere innovar. A partir de ahí, podemos entrar en el juego, con lo que disfrutaremos de la película, o nos podemos quedar completamente descolocados, ya que el protagonista no duda en interactuar con el público en ciertos momentos, la violencia puede llegar a ser excesiva a ratos y el lenguaje es soez. No obstante, ha recibido por la MPAA la calificación R (No apta para menores de 17 años si no es con la compañía de un adulto). Por lo tanto, la propuesta no engaña en ningún momento y da lo que promete,y esto es, sencillamente, una película de superhéroes para adultos. 



                                      Deadpool (A.K.A Wade Wilson), es encarnado por Ryan Reynolds, actor que siempre me ha caído simpático. Bien es cierto que en muchas ocasiones parece no escoger bien los papeles, pero es capaz de reírse de sí mismo, puesto que en "Deadpool" no duda en recordar un par de veces su (fallida) incursión en el género de superhéroes con Linterna Verde (2011). Aquí ha encontrado un papel a su medida y el reconocimiento que llevaba ya mereciendo unos años. Como acompañante femenina y gran amor de Wade Wilson tenemos a Morena Baccarin, que posiblemente os suene por su participación en Homeland. Por último, Ed Skrein encarna a Ajax, el villano del que Wilson busca encarecidamente vengarse.

                                  En definitiva, una propuesta arriesgada no apta para todos los públicos, pero que parece que ha salido bien, puesto que lleva recaudados más de 600 millones de dólares en todo el mundo, habiendo costado menos de 60 el llevar el proyecto a cabo. Por ello es normal que esté en preparación la segunda parte e incluso me atrevería a afirmar que se avecina una franquicia duradera. Bienvenida sea...


NOTA: 8/10



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miércoles, 17 de febrero de 2016

Crítica: El Renacido (2015)

FICHA TÉCNICA
Título original: The Revenant. País: Estados Unidos. Año: 2015. Duración: 156 minutos Género: Drama, Thriller, Aventura. Dirección: Alejandro González Iñárritu. Guionista: Alejandro González Iñárritu, Mark L. Smith. Productor: Steve Golin, Keith Redmon, David Kanter, Alejandro González Iñárritu, Arnon Milchan, James Skotchdopole. Música: Ryûichi Sakamoto, Alva Noto, Bryce Dessner. Fotografía: Emmanuel Lubezki. Montaje: Stephen Mirrione. Reparto: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Domhnall Gleeson, Will Poulter, Forrest Goodluck  Estreno en España: 5 de febrero del 2016. Calificación por edades: No recomendada a menores de 16 años. 

SINOPSISAño 1823. En las profundidades de la América salvaje, el explorador Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) participa junto a su hijo mestizo Hawk en una expedición de tramperos que recolecta pieles. Glass resulta gravemente herido por el ataque de un oso y es abandonado a su suerte por un traicionero miembro de su equipo, John Fitzgerald (Tom Hardy). Con la fuerza de voluntad como su única arma, Glass deberá enfrentarse a un territorio hostil, a un invierno brutal y a la guerra constante entre las tribus de nativos americanos, en una búsqueda implacable para conseguir vengarse.

CRÍTICASe dice que opinar sobre cine es igual que opinar sobre fútbol o política, temas de los que, supuestamente, todos sabemos. Y, en cierto modo, no se trata de una afirmación demasiado aventurada, si lo enfocamos desde el hecho de que opinamos en función de lo que una película nos hace sentir. Hace mucho que dejé de hacer caso de las críticas, de tomarlas como verdad incuestionable a la hora de elegir qué película ver, ya que la experiencia me ha enseñado que puedes perderte verdaderas maravillas por tener demasiado en cuenta la opinión de uno u otro crítico. Lo mejor es liarse la manta a la cabeza, dejarse llevar por la historia y, una vez que ha terminado la proyección, determinar si lo que hemos visto nos ha gustado o no. Antes de entrar a ver "El Renacido",había echado un vistazo a un par de críticas que la ponían literalmente a caldo, pero decidí obviarlas y la decisión no pudo haber sido más acertada, ya que me encontré con una obra sobresaliente, brillante en el apartado técnico y con un DiCaprio en estado de gracia, en definitiva, una delicia para los sentidos.

               "El renacido" es básicamente una historia de venganza, ni más ni menos, enmarcada en unos paisajes naturales, que de tan bellos llegan a ser verdaderamente asfixiantes, aspecto que debemos agradecer en gran parte al trabajo de fotografía de Emmanuel Lubezki que es literalmente portentoso, contando con una espléndida iluminación natural como fiel aliada. La cosa comienza a lo grande, con un plano-secuencia (hay muchos de ellos a lo largo de todo el metraje) en el que se nos muestra un ataque de indios Sioux al campamento de Glass, escena descarnada y brutal carente de cualquier tipo de sentimentalismo, algo que será tónica habitual durante el resto de la película. Porque, seamos sinceros, "El Renacido" es una película dura, con alguna otra escena en el que el primer instinto será apartar la vista de la pantalla, pero es que la Norteamérica de 1823 era así, implacable, descarnada y brutal. Aunque pueda parecer un comentario manido, sientes el frío y el dolor junto con los personajes. Y digo dolor, porque otra de las escenas más comentadas de la película, el ataque del oso a Glass, es de una brutalidad tal que quita literalmente el aliento. Creo que no me equivoco si afirmo que será recordada por mucho tiempo, es el ejemplo perfecto de la lucha del hombre contra la naturaleza salvaje.




                                 Mucho se está hablando de la interpretación de Leonardo DiCaprio. Creo que se va a llevar el Oscar, pero más que nada porque ya lo va mereciendo, y no porque sea su papel más redondo. Sí que es cierto que posiblemente sea el más físico e intenso, y que carga con todo el peso interpretativo de la película. Está muy bien acompañado por otro de los actores de moda, Tom Hardy, como John Fitzgerald, el causante de que Glass comience su viaje hacia la venganza, y por el cada vez más conocido, Domhnall Gleeson, visto últimamente en Star Wars: El despertar de la fuerza (2015), que encarna al capitán Andrew Henry, jefe de la expedición.
                                  En definitiva, una de las películas favoritas para alzarse con varios premios en la ceremonia de los Oscar (12 nominaciones). Es más, ha sido la gran triunfadora en los BAFTA del cine británico, llevándose cinco galardones de los ocho a los que aspiraba, incluyendo Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor. ¿Merecidos? Posiblemente, ya que "El Renacido" es un sublime ejercicio de dirección, con una factura técnica realmente apabullante y con un Leonardo DiCaprio en la que seguramente es su madurez interpretativa. ¿Algo negativo? Posiblemente el metraje y algunas escenas oníricas que cortan el ritmo de la película, a mi gusto, innecesariamente.

NOTA: 9,5/10


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sábado, 6 de febrero de 2016

Crítica: Spotlight (2015)

FICHA TÉCNICA
Título original: Spotlight. País: Estados Unidos. Año: 2015. Duración: 128 minutos Género: Drama, Thriller, Histórico. Dirección: Tom McCarthy. Guionista: Tom McCarthy, Josh Singer. Productor: Tom McCarthy, Michael Sugar, , Steve Golin, Blye Pagon Faust, Nicole Rocklin. Música: Howard Shore. Fotografía: Masanobu Takayanagi. Montaje: Tom McArdle. Reparto:Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev Schreiber, Stanley Tucci, John Slattery. Estreno en España: 29 de enero del 2016. Calificación por edades: No recomendada a menores de 12 años. 



SINOPSIS: “Spotlight” narra la historia real de la investigación ganadora del premio Pulitzer llevada a cabo por el Boston Globe que sacudió la ciudad y causó una enorme crisis en una de las instituciones más antiguas y seguidas del mundo. Cuando el tenaz equipo de reporteros de la sección Spotlight ahonda en los alegatos de abuso dentro de la Iglesia Católica, descubren en su investigación el encubrimiento llevado a cabo durante décadas por parte de las altas esferas de organizaciones religiosas, legales y gubernamentales de Boston, desatando una ola de revelaciones alrededor del mundo.

CRÍTICA: Me gustan las películas basadas en investigaciones periodísticas, y el hecho de que (como la película que nos ocupa) estén basadas en hechos reales las hace aún más apasionantes.Hay que tener en cuenta que el tema que trata "Spotlight" es bastante espinoso, ya que se centra en un caso terrible de pederastia infantil ocurrido en Boston y que implicaba a todos los estamentos de la Iglesia, e incluso a las más altas esferas. La película y la trama me atraparon desde la primera escena, en la que asistes completamente incrédulo a lo que ocurre y que sirve como introducción a la trama que se va a desarrollar
                            El espectador que busque el morbo fácil o piense que va asistir a una manipulación facilona por parte del guión para arrancarnos la lágrima fácil y gratuita, se equivoca de película. No se abusa de detalles escabrosos (aunque los hay, principalmente en las entrevistas con los afectados), ya que la película está centrada en el grupo de periodistas que destapó el escándalo y cómo lo llevó a cabo. He ahí uno de los puntos complicados de la cinta, ya que es tal el número de nombres y datos, que en ocasiones te sientes un poco perdido. Por contra, Tom McCarthy retrata de manera excepcional los entresijos de la investigación periodística, a través de una dirección clásica, sin alardes de ningún tipo, proporcionando fluidez al relato, a medida que vamos conociendo junto con los personajes la magnitud del caso.


                            
                                     En cuanto al reparto, es de agradecer que esté al servicio de la historia y no al revés. Es evidente que hay lucimiento, pero no debemos olvidar que el meollo de la cuestión es el escándalo destapado por los periodistas del Globe y el trabajo llevado a cabo por el grupo. Es por ello que no me atrevería a destacar ninguna interpretación por encima de otra, ya que Michael Keaton, Mark Ruffalo, Rachel McAdams, Liev Schreiber y Brian d'Arcy James ofrecen un trabajo sobrio y de calidad, mostrando de manera sutil y sin exageraciones el hecho de que sus personajes no son de piedra y que el caso que están investigando les afecta de una manera u otra.
                                          En definitiva, una película notable, sobria, bien realizada y con un reparto repleto de caras conocidas. Cine denuncia y de investigación periodística, que retrotrae a películas del pasado como Todos los hombres del presidente (1976).

NOTA: 8,5/10

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