domingo, 19 de febrero de 2012

Mi amigo Joey

WAR HORSE (CABALLO DE BATALLA) (2011)

Dirigida por Steven Spielberg


“War horse (Caballo de batalla)” nos cuenta la extraordinaria historia de amistad que surge entre el joven Albert y un caballo llamado Joey, separándose sus caminos a causa de la Primera Guerra Mundial. El padre de Albert vende a Joey a la caballería del ejército británico para luchar en el frente. Joey será testigo de un extraordinario periodo de la Historia con la Gran Guerra como trasfondo. A pesar de los obstáculos que encuentra en su camino, su coraje será fuente de inspiración para todos los que se cruzan con el noble animal. Albert no puede olvidar a su caballo y abandona su hogar para luchar en los campos de batalla de Francia. Allí busca incansablemente a su amigo para traerlo sano y salvo a casa.


Steven Spielberg es como el algodón, no engaña. En toda su carrera como cineasta no ha ocultado casi nunca sus cartas, tiene un estilo definido y casi nunca se salta sus propias reglas, y cuando lo hace le suelen salir obras maestras como Munich (2005) o Salvar al soldado Ryan (1998). Es evidente que todos los grandes directores tienen sus mal llamadas "obras menores", y digo mal llamadas porque algunas escenas de esta "War Horse" valen por sí solas el precio de la entrada, algo que no se puede decir de una gran cantidad de las películas que se estrenan cada año en los cines. A Spielberg le basta con aplicar su fórmula para hacer un entretenimiento 100% disfrutable en sus más de dos horas de metraje.

"War Horse" se cataloga como una de esas películas, a Spielberg se le ha achacado que dirige con el piloto automático y que se encuentra en el ocaso de su carrera, sin nada más que ofrecer. Lo siento, pero se equivocan. "War Horse" es un sincero homenaje al cine clásico de nombres tan ilustres como John Fordparadigma del cine de aventuras del que bebe esta película. La premisa es muy simple: adolescente cría a caballo, caballo es vendido como montura de guerra y adolescente sale a la búsqueda de caballo. No hace falta nada más, especialmente si el espectador es tan llorica como un servidor y ve que se van agotando minuto a minuto las reservas de kleenex.

¿El problema? Que Spielberg ha hecho una película para todos los públicos en todos los sentidos. Y eso quiere decir que no se le va la mano con la sangre. No es que no se le vaya, sino que os invito a encontrar algo más que una gota de sangre en todo el metraje. El director ha optado por ofrecer una película en la que no se retrate con toda crueldad el infierno que supuso la 1ª Guerra Mundial, tanto para los soldados como para los auténticos protagonistas de la cinta, los caballos. Hay atisbos, sí, pero nada que ver con los cuerpos destrozados de "Salvar al soldado Ryan" o la extrema crudeza retratada en el campo de concentración de La lista de Schindler (1993). Es una película para disfrutar en familia, de esas que generan aficionados al cine, llena de sentimientos, un canto a la amistad, a la camaradería... Pero ojo, no estoy diciendo que no tenga momentos duros, especialmente para los que amamos a los animales. En esta cinta Spielberg opta por "lo que no se ve", ayudándose de unas aspas de molino o de unos caballos sin montura, entre otros trucos de cámara. Y ahí es donde se demuestra la maestría de este cineasta, su toque personal, ese que hace que sea uno de los más grandes directores de nuestro tiempo, por mucho que les pese a algunos.



Lo que funciona no hay que tocarlo, y Spielberg se vuelve a rodear de su equipo habitual, con un Janusz Kaminski que vuelve a demostrar ser un maestro en lo que a dirección de fotografía se refiere, ya que nos traslada sin ningún tipo de problema de una granja inglesa a las horrendas trincheras en las que los soldados aguardaban con creciente terror el momento de cargar... No puede faltar la música de John Williams, cuya partitura da cierta impresión de "déjà vu", pero que sigue cargando aún más de emotividad a ciertas escenas. Todo ello sin olvidar los magníficos efectos visuales, siempre al servicio de la función en lo que a Spielberg se refiere, así que en esta ocasión no iba a ser menos.

Y ese es uno de los lunares de la cinta. Es brillante en el aspecto técnico pero algo vacua en lo que a interpretaciones se refiere. Los caballos que salen en la película se llevan todo el protagonismo, algo significativo teniendo que cuenta que el reparto hay gente como  Emily Watson y Peter Mullan, por nombrar algunos.No lo hacen nada mal, pero en ocasiones parecen meras comparsas.Pero es lo que hay, el protagonismo en esta ocasión es para los equinos, sus expresiones, sus reacciones...sin duda destacable trabajo del equipo de entrenadores.

En resumen, gran película de aventuras con todo lo bueno y lo ¿malo? de Spielberg.

Lo mejor: La escena del caballo en el campo de batalla.

Lo peor: Baja el ritmo hacia la mitad de la película.

Mi nota: 8,5/10




3 comentarios:

  1. En esta coincido casi al 100% contigo. Es una peli muy bonita. A pesar de las más de dos horas que dura, apenas se pasan en un ratillo, ya que desde el primer momento te enganchas a la historia y siempre estás pendiente de cualquier pequeño detalle que le pasa a Joey.
    Es una verdadera oda a la amistad. Ojalá los seres humanos fuésemos una décima parte de fieles a amigos, pareja, etc... Todos debériamos aprender de los animales, en este caso en concreto de un caballo, y como, a pesar de todo lo que le sucede a lo largo de esos cinco años, la amistad y el amor que siente por su dueño le acompaña hasta el último segundo.
    Preciosa!

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  2. Muy cierto lo que comentas. Me encantan estas películas, aunque sé que voy a acabar sufriendo y/o llorando...¡¡¡jajajaja!!!

    Se me olvidó comentar un fallo de la película. ¿Cómo es posible que franceses y alemanes se comuniquen en un perfecto inglés? Hubiera bastado con subtítulos, pero supongo que a la gente le da pereza leer.

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  3. A mí también me gustó, aunque no llegué a llorar, me he vuelto algo insensible, jajaja!!! No se hizo pesada y es una bonita historia.

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