domingo, 30 de julio de 2017

Crítica: A 47 metros (2017)

FICHA TÉCNICA
Título: 47 Meters Down País: Estados Unidos, Reino Unido, República Dominicana Duración: 89 minutos Género: Aventura, Drama, Horror Director: Johannes Roberts Guión: Johannes Roberts, Ernest Riera Productores: Bob Weinstein, Harvey Weinstein, Lee Vandermolen, Matthew Signer, Iain Abrahams, Byron Allen, Mark Borde, Andrew Boucher, Will Clarke Música: tomandandy Fotografía: Mark Silk Montaje: Martin Brinkler Intérpretes: Mandy Mooore, Claire Holt, Chris Johnson, Yani Gellman, Santiago Segura, Matthew Modine Estreno en España: 21 de julio de 2017 Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años







SINÓPSIS: Dos hermanas que se encuentran de vacaciones en México quedan atrapadas en una jaula para tiburones en el fondo del océano. Con menos de una hora de oxígeno y grandes tiburones blancos rodeándolas, deben luchar por sobrevivir.

CRÍTICA: Verano. Es tiempo de playa, chiringuitos, crema protectora y, por supuesto, película de tiburones. El año pasado, aproximadamente por estas fechas, se estrenaba otra película con escualo asesino incluido, Infierno Azul (2016), en la que Blake Lively sufría el acoso de un gran tiburón blanco. Este año, Johannes Roberts (Cambridge, 1976), especializado en películas de terror, nos trae otra pesadilla acuática, un producto de fácil digestión y que no perdurará en nuestras retinas durante mucho tiempo, y que presenta muy poquitas virtudes y cantidad de desaciertos.

                   El punto de partida es muy, muy simple. Tanto que con una pequeña presentación de los personajes, dos hermanas que están de vacaciones, enseguida entramos en materia. Tras conocer a dos chicos en una noche de fiesta, aceptan su invitación para ver tiburones blancos metidas en una jaula protectora. Tenemos a la hermana pequeña, alocada y juerguista, que quiere vivir experiencias extremas, y la hermana mayor, más responsable y que acaba de terminar la relación con su novio, y que no termina de ver claro lo de meterse en la jaula con grandes depredadores a su alrededor. No hace falta ser el espectador con el ojo más clínico para saber que, tarde o temprano, la cosa acabará mal. Y así es. El cable que sujeta la jaula se rompe, precipitándose hasta el fondo, a 47 metros de profundidad.

                         Lo que promete ser una experiencia asfixiante y terrorífica para el espectador se convierte en un cúmulo de despropósitos,gracias principalmente a la inutilidad e inoperancia de las dos protagonistas, que transforma casi sin querer un "survival horror" en una mala comedia en la que lo único que piensas es cuál va a ser la siguiente torpeza de las protagonistas para ser engullidas por algún tiburón que pase por ahí o quedarse sin aire. En resumidas cuentas, se trata de un manual de qué no se debe hacer si te encuentras en una situación de este tipo. A favor de la película diré que el metraje es exiguo, por lo que no da tiempo a que uno se aburra soberanamente, que tiene un par de escenas bien llevadas en lo que al suspense se refiere y ofrece un giro sorpresa que, aunque se ve a leguas, llega a inquietar.
                    En definitiva, una propuesta que aporta muy poco al género y con unas interpretaciones de telefilme de sobremesa, que no puede escapar de el sambenito de repetitiva. No se hace larga, y eso es de agradecer cuando ves que la cosa no da para más. Hay mejores opciones en la cartelera, pero si no eres demasiado exigente y te gustan las películas de tiburones, puedes echarle un vistazo.
NOTA: 4/10

 

viernes, 28 de julio de 2017

Crítica: Dunkerque (2017)

FICHA TÉCNICA
Título: Dunkirk País: Estados Unidos Duración: 106 minutos Género: Acción, Drama, Histórico Director: Christopher Nolan Guión: Christopher Nolan Productores: Christopher Nolan, Maarten Swart, Emma Thomas, Andy Thompson, Jake Myers, John Bernard Música: Hans Zimmer Fotografía: Hoyte Van Hoytema Montaje: Lee Smith Intérpretes: Fionn Whitehead, Damien Bonnard, Aneurin Barnard, Barry Keoghan, Mark Rylance, Tom Hardy, Jack Lowden, Kenneth Branagh, James D´Arcy, Cillian Murphy, Harry Stiles Estreno en España: 21 de julio de 2017 Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años 








SINÓPSIS: En plena Segunda Guerra Mundial, cientos de miles de británicos y tropas aliadas se encuentran rodeados por las fuerzas enemigas en la ciudad francesa de Dunkerque. Atrapados en la playa con el mar a sus espaldas, se enfrentan a una situación imposible mientras el ejército contrario se acerca.

CRÍTICA: O lo amas o lo detestas, pero el caso es que Christopher Nolan (Londres, 1970), no deja indiferente a nadie, y cada nueva película que estrena supone una excusa perfecta para que sus seguidores y detractores se tiren los trastos a la cabeza en las redes sociales. No diré cuál de ellos lleva razón, pero lo que si está claro es que Nolan ha aportado su pequeño granito de arena al género bélico (aunque él mismo dice que no es una película bélica, sino de supervivencia) a través de su personal concepción del cine, una manera de entender la dirección que le ha valido calificativos tan "amigables" como pretencioso o sobrevalorado. Para su nueva película se ha centrado en un pasaje poco conocido de la Segunda Guerra Mundial, la evacuación de 400.000 soldados pertenecientes a las tropas aliadas, rodeados por los alemanes en la ciudad francesa de Dunkerque, situada a 40 kilometros de las costas británicas. Este punto de partida le vale a Nolan para conformar una película que mantiene al espectador en absoluta tensión, y que reinventa en cierto modo el género bélico, mediante la incorporación de algunos de los rasgos definitorios de toda su filmografía. ¿Mejor película del año?¿Futura ganadora en los Oscars? El tiempo lo dirá...

                 Un soldado solitario en una calle cualquiera de una ciudad cualquiera,no en vano todas parecen iguales, inmerso en una batalla de una guerra que no entiende pero en la que tiene que luchar por su supervivencia. Los espectadores vivimos en una calma relativa, hasta que el sonido de un disparo nos saca de nuestro letargo y es entonces cuando somos conscientes de que ya no tenemos escapatoria. Nolan, a través de una maestría visual que hasta duele, y un uso del sonido pocas veces visto en el cine nos mete de lleno en la historia, nos hace partícipes de la angustia de los soldados, del miedo a no volver a casa, de la tensa espera, de ese sabor ácido en la boca que te está recordando a gritos que tal vez tú seas el destinatario de la siguiente bala. Nadie está a salvo, nadie es inmune, y la tensa espera para ser rescatados es eterna, la desesperanza se apodera de los corazones de los soldados. Nos hace partícipes del valor mostrado por los marineros ingleses, conscientes de que su participación puede ser vital para que sus soldados regresen sanos y salvos a su hogar. Y nos hace participes de la soledad de los pilotos de combate, recluidos en un asfixiante cubículo, a solas con sus miedos y su responsabilidad. En "Dunkerque" apenas hay diálogos, por lo que todo lo que sucede lo vemos reflejado en los semblantes de los aterrados combatientes, casi todos adolescentes, por lo que no hacen falta las palabras, el terror es  mudo. Y todo ello lo plasma en imágenes Nolan sin utilizar ni una sola gota de sangre, ni la visión de miembros desmembrados por la playa, algo como poco curioso tratándose de una película de estas características.

                     Es evidente que Nolan no puede dejar de ser Nolan, y aunque nos encontramos ante su película menos arriesgada en lo que a narración se refiere (trilogía de El Caballero Oscuro aparte), no es capaz de resistirse a dejar su sello personal y presentarnos la historia estructurada en tres ámbitos temporales, lo que él mismo ha dado en llamar PLAYA, MAR Y AIRE, que avanzan de manera inexorable hacia una confluencia final. El grupo de soldados que esperan en la playa para ser rescatados, los valerosos marineros ingleses que se lanzaron al mar para rescatarlos y un piloto aliado con una hora de combustible son los personajes principales de cada una de las historias. Aquí el director se deja llevar y se ve que está claramente en su terreno, maneja como nadie los diferentes tempos para proporcionar una experiencia prácticamente taquicárdica (no es broma, las pulsaciones suben bastante en algunas partes de la película), y para acrecentar esta sensación, Nolan se apoya en la excelente partitura de Hans Zimmer (Hesse, 1957), en ocasiones más protagonista que las propias imágenes, pero precisa como un metrónomo.

                           En definitiva, una película visceral y de una calidad incontestable, más allá de que te pueda gustar más o menos el director. Es una experiencia única para los sentidos en el apartado técnico, por lo que recomiendo disfrutarla en vuestra sala IMAX más cercana. ¿Que tiene fallos? Sí, la poca importancia que da a los soldados franceses, el hecho de que el enemigo sea prácticamente invisible, únicamente escuchamos sus disparos, el sonido de sus bombas y una constante y amenazante presencia, pero sin ver ni un rostro alemán ¿Mejor película de lo que llevamos de año? Para mí, sí, ha sido una gran experiencia y la sensación constante de que estaba viendo algo majestuoso, de ahí la nota que le doy.

NOTA: 10/10

domingo, 16 de julio de 2017

Crítica: La guerra del planeta de los simios (2017)

FICHA TÉCNICA
Título: War for the Planet of the Apes País: Estados Unidos Duración: 140 minutos Género: Acción, Aventura, Drama, Ciencia-Ficción, Thriller Director: Matt Reeves  Guión: Mark Bomback, Matt Reeves Productores: Mark Bomback, Peter Chernin, Rick Jaffa, Amanda Silver Música: Michael Giacchino Fotografía: Micahel Seresin Montaje: William Hoy, Stan Salfas Intérpretes: Andy Serkis, Woody Harrelson, Steve Zahn, Amiah Miller, Karin Konoval, Gabriel Chavarria, Judy Greer, Devyn Dalton, Sara Canning, Toby Kebbell Estreno en España: 12 de julio de 2017 Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años








SINÓPSIS: César y sus monos son forzados a encarar un conflicto mortal contra un ejército de humanos liderado por un brutal coronel. Después de sufrir pérdidas enormes, César lucha con sus instintos más oscuros en una búsqueda por vengar a su especie. Cuando finalmente se encuentren, César y el Coronel protagonizarán una batalla que pondrá en juego el futuro de ambas especies y el del mismo planeta.

CRÍTICA: Corría el año 2011 cuando, refrendando la alarmante falta de ideas que asola al Hollywood actual, se estrenaba El origen del planeta de los simios, una nueva vuelta de tuerca a la saga que mostraba la eterna lucha de simios y humanos por el planeta Tierra. Más de uno tembló (me incluyo) acordándose de la abominación que perpetró Tim Burton en 2001, sin duda una de sus peores películas. Nada más lejos de la realidad, la película constituyó un soplo de aire fresco para la saga, decidiéndose a contar la historia desde sus orígenes, y su éxito propició una segunda parte en 2014, El amanecer del planeta de los simios que, lejos de sucumbir al tópico de "segundas partes nunca fueron buenas", se reafirmó en su propuesta y también volvió a salir victoriosa. "La guerra del planeta de los simios" supone un broche colosal a la trilogía, cine palomitero de calidad, un blockbuster inteligente llamado a reinar en las salas durante el verano.


              Nos encontramos sin duda ante una entrega curiosa en su concepción cinéfila, ya que ofrece una mezcolanza de géneros tan dispares como el western de temática vengativa o el cine bélico, con claras referencias, veladas en ocasiones, explícitas en otras, a Apocalypse Now (1979), e incluso tenemos reminiscencias de aquellas películas de huidas carcelarias tan populares en las décadas de los 60-70. Todo ello constituye un producto la mar de atractivo, que contiene los suficientes ingredientes para contentar tanto a aquellos que van a una sala de cine a pasar el rato como a aquellos que buscan una propuesta más sesuda y con mensaje implícito. Para ello, Matt Reeves (Rockvile Center, 1966), utiliza un cuidado concepto de la narrativa, con una dirección virtuosa, amén de abordar de manera directa temas que hacen que el metraje vire hacia una dirección más oscura, como la venganza, la traición o la crueldad entre especies, rasgos de la película que alcanzan su máxima expresión en el duelo entre César y el Coronel. Mención aparte para el fantástico trabajo del equipo de efectos especiales, ya que en esta tercera entrega el diseño de los simios y su interacción con los humanos alcanzan cotas de perfección nunca antes vistas. Un punto a favor también para la potente partitura de Michael Giacchino, uno de los compositores más en forma de la actualidad.

                   La carga interpretativa de la cinta recae sobre dos personajes principalmente. Por un lado tenemos al líder de los simios, César, encarnado por Andy Serkis (Ruislip, 1964). La evolución del personaje a lo largo de las tres entregas ha sido impresionante, alcanzando su madurez en la película que nos ocupa, ya que tiene que lidiar con sentimientos encontrados, con la lucha interna en la que oscila entre decidir si hace lo mejor para su especie o si sus ansias de venganza son más fuertes. Es por ello que nos encontramos a un César entrañable en ocasiones e implacable y violento en otras. Ya va siendo hora que la Academia reconozca el trabajo de Serkis y la evolución imparable que el capture motion experimenta en el cine actual. Y como todo héroe que se precie merece un antagonista que esté a su altura, Woody Harrelson (Midland, 1961) traza un personaje (claramente inspirado en el Coronel Kurtz de la ya mencionada "Apocalypse Now") que alberga un odio visceral hacia los simios en su interior, y que representa a la perfección la deshumanización de su especie, hasta el punto de que uno no sabe quién es el simio y quién el hombre. Las escenas que comparten tienen una alta carga emocional. No hay que perder de vista al "Bad Ape", interpretado por Steve Zahn (Marshall, 1967), del que no daré ningún detalle para no perder el efecto sorpresa.
                       En definitiva, una película que cierra la que es sin duda una de las mejores trilogías que nos ha dado el cine en los últimos años, que demuestra que el talento y una historia bien contada, bien rodada y con unas interpretaciones estupendas, apoyado todo en unos exquisitos FX, no están reñidos con un enfoque del cine dirigido a entretener
 NOTA: 9/10


miércoles, 12 de julio de 2017

Crítica: La Momia (2017)

FICHA TÉCNICA
Título: The Mummy País: Estados Unidos Duración: 110 minutos Género: Acción, Aventura, Fantasía Director: Alex Kurtzman Guión: David Koepp, Christopher McQuarrie, Dylan Kussman Productores: Sarah Bradshaw, Jeb Brody, Sean Daniel, Alex Kurtzman, Roberto Orci Música: Brian Tyler Fotografía: Ben Seresin Montaje: Gina Hirsch, Paul Hirsch, Andrew Mondshein Intérpretes: Tom Cruise, Russell Crowe, Annabelle Wallis, Sofia Boutella, Jake Johnson, Courtney B. Vance, Marwan Kenzari Estreno en España: 9 de junio de 2017 Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años







SINÓPSIS: A pesar de estar enterrada en una tumba en lo más profundo del desierto, una antigua princesa (Sofia Boutella) cuyo destino le fue arrebatado injustamente, se despierta en la época actual, trayendo consigo una maldición que ha crecido hasta límites insospechados con el paso de miles de años.

CRÍTICA: Al igual que el Universo Cinematográfico Marvel, de Marvel Studios, o el Universo Extendido de DC, que aglutinan una notable cantidad de películas basadas en sus respectivo superhéroes, la Universal se lanzó hace tiempo a producir su propio universo, basado en aquellos monstruos clásicos que aterrorizaron a multitud de generaciones (Drácula, el Hombre Lobo, el Hombre Invisible...) y agrupados con el nombre de Dark Universe. Pues bien, si el camino a seguir es parecido a lo que se nos ofrece con esta nueva versión de La Momia, ya podemos echarnos a temblar, y no del miedo que nos va a provocar la cinta  precisamente.

                        Los que acudan al cine esperando una cinta de terror, que ni se molesten. Nos encontramos con una cinta que se centra en la acción y en las aventuras, y creo que los que vayan buscando algo por el estilo tampoco quedarán satisfechos. Tampoco contentará a aquellos que busquen cierta dosis de humor. Por lo tanto, el principal fallo de la película es que coge ingredientes de aquí y allá y los mezcla sin ton ni son, con el agravante de que no cuenta con un guión lo mínimamente sólido en el que sustentarse. El libreto que firman, entre otros, David Koepp o Christopher McQuarrie, responsables de algunos de los últimos éxitos de Tom Cruise, no tiene un mínimo de coherencia en el desarrollo de la trama, reduciéndose a un mero desfile de escenas en el que la continuidad brilla por su ausencia. La sobredosis de efectos especiales, especialmente en cuanto al uso del CGI se refiere, no ayuda en esta ocasión, dejando la sensación de que nos encontramos ante un producto sin alma.

                                 Otro de los daños colaterales de la ausencia de guión es que los personajes resultan más planos que una tabla. Con el caché que ya tiene adquirido, y además siendo productor de la cinta, Tom Cruise (Syracuse, 1962) campa a sus anchas y pasa en pantalla casi todos los minutos del metraje, pero al contrario de otras películas de acción que ha hecho últimamente, no termina de creerse del todo el trabajo que está llevando a cabo, lo veo incluso desubicado. O tal vez es que, sencillamente, se nos hace mayor. Sofia Boutella (Bab El Ouded, 1982), es Ahmanet, la momia, y aporta fuerza y presencia a su personaje, hasta el punto de decir que sale mejor parada que la principal estrella. El personaje de Russell Crowe (Wellington, 1964) se supone que va a ser el nexo de unión entre todas las películas de Dark Universe. Pues bien, la presentación del personaje es ridícula, sus aparaciones son ridículas y llega un momento en el que desaparece por arte de magia para no volver a ser visto. Un misterio, y una pena, teniendo en cuenta el potencial del personaje al que encarna (no diré cuál, para mantener la sorpresa). De la rubia florero y del compañero chistoso (llega a ser cargante) no quiero ni acordarme.
                                         En definitiva, un blockbuster fallido en casi todas sus líneas, de esos que olvidas una vez que sales de la sala, ya que no termina por centrarse y va dando palos de ciego. Por decir algo positivo, me quedo con alguna escena puntual y con la banda sonora de Brian Tyler. Los ingredientes están ahí, pero hay que saber mezclarlos para que el cóctel no se nos indigeste. Mucho le queda a la Universal por mejorar si quiere que su mastodóntico proyecto llegue a buen puerto. Siguiente parada, "La novia de Frankenstein". Os dejo una foto con los actores vinculados a los siguientes films de Dark Universe:
 NOTA: 3/10 

lunes, 10 de julio de 2017

Crítica: Llega de noche (2017)

FICHA TÉCNICA
Título: It comes at night País: Estados Unidos Duración: 91 minutos Género: Horror, misterio Director: Trey Edward Shults Guión: Trey Edward Shults Productores: Justin R.Chan, Joel Edgerton, Chase Joliet, David Kaplan,Andrea Roa Música: Brian McOmber Fotografía: Drew Daniels Montaje: Matthew Hannam, Trey Edward Shults Intérpretes: Joel Edgerton, Christopher Abbott, Carmen Ejogo, Riley Keough, Kelvin Harrison Jr., Griffin Robert Faulkner, David Pendleton Estreno en España: 7 de julio de 2017 Calificación: No recomendada a menores de 16 años








SINOPSIS: Protegido en un hogar seguro ante un peligro sobrenatural que aterroriza al mundo, un hombre ha establecido un frágil orden doméstico con su mujer y su hijo. Pero todo se tambalea ante la llegada de una joven familia desesperada en busca de refugio.

CRÍTICA:    En cuestión de gustos cinematográficos y opiniones sobre películas, me gusta ir contracorriente. Según lo que voy viendo por internet, el recibimiento hacia esta película ha sido por lo general frío y no ha cumplido con las expectativas. Cierto que pronto le habían colgado el cartel de la "mejor película de terror en años", calificativo que habré visto ya dirigido a unas cuantas películas de los últimos tiempos, y que casi siempre suele ser un lastre más que una ayuda. Pues a mí me ha gustado, y mucho. Hacía tiempo que no me sentía atado a la butaca de esa manera, mordiéndome las uñas y dejándome arrastrar por una historia dura y muy bien contada. Veamos las virtudes y también algunos defectos del segundo largometraje de Trey Edward Shults (Houston, 1988).

                              La película pone enseguida las cartas sobre la mesa, partiendo de la premisa de no dar ningún tipo de información adicional al espectador, de no dar todo muy mascado, para que seamos nosotros los que nos pongamos en situación y sintamos lo que los protagonistas sienten. Una familia vive aislada en el bosque debido a un acontecimiento puntual del que no nos dan pistas pero que podemos adivinar por la impactante escena inicial. Han sobrevivido tanto tiempo gracias a que han seguido a rajatabla las reglas que se han autoimpuesto. El encuentro del padre con un visitante inesperado hará saltar por los aires esa (falsa) "normalidad" en la que se hallan instalados. 

                                      A partir de ahí asistimos a un ensayo sobre la familia y el instinto de supervivencia, sobre los miedos que atenazan al ser humano cuando se encuentra en situaciones límite y sobre el poder de la sugestión. Para contarnos todo esto, el director se centra en una narración pausada (no confundir con lenta), apoyada en un uso inteligente del escenario (la casa, sus rincones, sus habitaciones, sus ruidos...) y de la luz, reducida en multitud de ocasiones a las lámparas o linternas que usan los habitantes de la casa. También hay escenas en exteriores, orientadas a remarcar esa soledad y esa sensación de aislamiento que atenaza a los protagonistas. Los sueños de uno de los protagonistas también tienen su hueco en la trama, lo que acrecienta el tono de desconcierto de la historia.

                                        El principal hándicap que tiene la cinta es que no va a contentar de ninguna manera a aquellos espectadores que busquen respuesta a todos los interrogantes de la película (me incluyo entre ellos). Está construida de manera que cada uno debe sacar sus propias conclusiones, y más que indagar en el origen de la pandemia, nos invita a participar en el trasfondo moral que subyace en las decisiones de los protagonistas. Nadie es bueno ni malo en la cinta, es más, los claroscuros rodean las personalidades de todos los habitantes de la casa, acentuando su caída a los infiernos a medida que avanza el metraje. Por todo ello, la película defraudará a los que esperen hordas de zombis rodeando la cabaña o apariciones fantasmagóricas, todo gira en torno a la sugestión. Eso sí, no faltan los sustos apoyados en un aumento desproporcionado del volumen, algo que se despega del tono general de la película.

                                       Del reparto me gustaría destacar a Joel Edgerton (Blacktown, 1974), como el padre de familia que hará cualquier cosa por proteger a su familia. Su evolución es bastante interesante, y como he comentado anteriormente, el mejor ejemplo de esa línea que separa la cordura de la desconfianza y la paranoia. El resto del elenco no desentona y ofrece interpretaciones reseñables.
                                            En definitiva, una película desesperanzadora y desgarradora, que se centra en las consecuencias que el aislamiento y la lucha por la supervivencia tienen sobre el ser humano, capaz de llevar a cabo actos que sobrepasan los límites de la ética, poniendo énfasis en la máxima que afirma que "el hombre es un lobo para el hombre". 
NOTA: 8/10 


 

domingo, 9 de julio de 2017

Crítica: Día de Patriotas (2016)

FICHA TÉCNICA
Título: Patriot´s day País: Estados Unidos, Hong Kong Duración: 133 minutos Género: Crimen, Drama, Histórico Director: Peter Berg Guión: Peter Berg, Matt Cook, Joshua Zetumer, Paul Tamasy, Eric Johnson Productores: Mark Wahlberg, Nicholas Nesbitt, Dorothy Aufiero Música: Trent Reznor, Atticus Ross Fotografía: Tobias A.Schliessler Montaje: Gabriel Fleming Intérpretes: Mark Wahlberg, Kevin Bacon, John Goodman, Michelle Monaghan, J.K.Simmons, Alex Wolff, Melissa Benoist Estreno en España: 7 de julio de 2017 Calificación: No recomendada para menores de 16 años









SINOPSIS: Tommy Saunders, agente de la Policía de Boston, deberá investigar los acontecimientos de la Maratón de Boston, en 2013, cuando la explosión de varias bombas provocó tres víctimas y graves secuelas en los afectados. La investigación le llevará por toda la ciudad para dar caza a los terroristas responsables del atentado.

CRÍTICA: El director Peter Berg (New York, 1964) y el actor Mark Wahlberg (Boston, 1971) vuelven a cruzar sus caminos tras El único superviviente (2013) y Marea Negra (2016), ambas basadas en hechos reales, como la cinta que nos ocupa. En esta ocasión la historia se centra en el atentado que se produjo en la línea de meta del Maraton de Boston, el 15 de abril de 2013, que se saldó con tres víctimas y numerosos heridos. Nos encontramos ante una propuesta muy interesante,no tanto en el fondo como en la forma, eso sí, siempre que tengamos presente que el film es un vehículo  para mayor gloria del patriotismo de barras y estrellas tan del gusto del público norteamericano.


                        Tal y como ha venido demostrando en sus últimos trabajos, Peter Berg se consolida como un muy competente director de thrillers de acción con un leve trasfondo dramático. En "Día de patriotas" se reafirma en esta tendencia, dejándonos una película con un potente tempo narrativo, apoyado en un montaje estupendo que no da tregua al espectador ni un segundo y dando en ocasiones la sensación de que estamos ante un documental, ya que intercala imágenes de ficción con las imágenes reales de la investigación. 
                                  La película se divide en varios actos: una presentación más o menos minuciosa de los personajes (terroristas incluidos), para que pongamos cara a la gente que vivió el horror ese día 15 de abril; el atentado en sí, con los momentos de confusión que se vivieron; la investigación minuciosa que se llevó a cabo para intentar encontrar a los culpables, más una media hora final especialmente intensa de la que no desvelaré nada. Berg sabe combinar los estilos de dirección necesarios en función de lo que nos quiere contar, siendo sutil en los momentos más intimistas de la cinta, aquellos en los que predominan los primeros planos que se detienen en las emciones de los personajes (tremenda la escena del interrogatorio), y sin problemas para cargarse la cámara al hombro y rodar desde el centro de la acción la detonación de las bombas o los tiroteos.
                                    Un reparto coral, repleto de caras conocidas, da vida a aquellas personas que vivieron el terrible atentado. El ya mencionado Mark Wahlberg encarna a un personaje ficticio,que supone un evidente homenaje a todas las fuerzas de seguridad que ayudaron a los heridos y participaron en la caza de los dos terroristas. Kevin Bacon (Philadelphia, 1958), es el agente del FBI encargado del caso una vez que queda claro que se trata de un asunto de terrorismo. Me ha gustado el personaje, firme en su decisión de buscar a los culpables pero temeroso de que puedan dar un paso en falso que ponga en evidencia la ineficacia a la hora de controlar a los terroristas en suelo americano (como se demostrará a lo largo de la película). Papeles destacados para Michelle Monaghan (Iowa, 1976), como esposa del protagonista y John Goodman (St. Louis, 1952), como otro de los agentes implicados en la investigación. Completa el reparto con un pequeño papel pero no menos importante para la trama J.K Simmons (Detroit, 1955).
                                           En definitiva, una trepidante película excelentemente documentada, que se apoya en una dirección dinámica y sin fisuras, un reparto equilibrado y solvente y una factura técnica de imponente acabado, pero que puede adolecer de cierta falta de implicación emocional, resultando algo aséptica en algunos tramos. Trata con absoluto respeto a la ciudad de Boston y al ejemplar comportamiento que tuvieron sus habitantes tras el atentado, por lo que la cinta se puede entender como un sentido tributo a todas las personas que sufrieron las consecuencias de ese día terrible.
NOTA: 7,5/10