viernes, 28 de julio de 2017

Crítica: Dunkerque (2017)

FICHA TÉCNICA
Título: Dunkirk País: Estados Unidos Duración: 106 minutos Género: Acción, Drama, Histórico Director: Christopher Nolan Guión: Christopher Nolan Productores: Christopher Nolan, Maarten Swart, Emma Thomas, Andy Thompson, Jake Myers, John Bernard Música: Hans Zimmer Fotografía: Hoyte Van Hoytema Montaje: Lee Smith Intérpretes: Fionn Whitehead, Damien Bonnard, Aneurin Barnard, Barry Keoghan, Mark Rylance, Tom Hardy, Jack Lowden, Kenneth Branagh, James D´Arcy, Cillian Murphy, Harry Stiles Estreno en España: 21 de julio de 2017 Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años 








SINÓPSIS: En plena Segunda Guerra Mundial, cientos de miles de británicos y tropas aliadas se encuentran rodeados por las fuerzas enemigas en la ciudad francesa de Dunkerque. Atrapados en la playa con el mar a sus espaldas, se enfrentan a una situación imposible mientras el ejército contrario se acerca.

CRÍTICA: O lo amas o lo detestas, pero el caso es que Christopher Nolan (Londres, 1970), no deja indiferente a nadie, y cada nueva película que estrena supone una excusa perfecta para que sus seguidores y detractores se tiren los trastos a la cabeza en las redes sociales. No diré cuál de ellos lleva razón, pero lo que si está claro es que Nolan ha aportado su pequeño granito de arena al género bélico (aunque él mismo dice que no es una película bélica, sino de supervivencia) a través de su personal concepción del cine, una manera de entender la dirección que le ha valido calificativos tan "amigables" como pretencioso o sobrevalorado. Para su nueva película se ha centrado en un pasaje poco conocido de la Segunda Guerra Mundial, la evacuación de 400.000 soldados pertenecientes a las tropas aliadas, rodeados por los alemanes en la ciudad francesa de Dunkerque, situada a 40 kilometros de las costas británicas. Este punto de partida le vale a Nolan para conformar una película que mantiene al espectador en absoluta tensión, y que reinventa en cierto modo el género bélico, mediante la incorporación de algunos de los rasgos definitorios de toda su filmografía. ¿Mejor película del año?¿Futura ganadora en los Oscars? El tiempo lo dirá...

                 Un soldado solitario en una calle cualquiera de una ciudad cualquiera,no en vano todas parecen iguales, inmerso en una batalla de una guerra que no entiende pero en la que tiene que luchar por su supervivencia. Los espectadores vivimos en una calma relativa, hasta que el sonido de un disparo nos saca de nuestro letargo y es entonces cuando somos conscientes de que ya no tenemos escapatoria. Nolan, a través de una maestría visual que hasta duele, y un uso del sonido pocas veces visto en el cine nos mete de lleno en la historia, nos hace partícipes de la angustia de los soldados, del miedo a no volver a casa, de la tensa espera, de ese sabor ácido en la boca que te está recordando a gritos que tal vez tú seas el destinatario de la siguiente bala. Nadie está a salvo, nadie es inmune, y la tensa espera para ser rescatados es eterna, la desesperanza se apodera de los corazones de los soldados. Nos hace partícipes del valor mostrado por los marineros ingleses, conscientes de que su participación puede ser vital para que sus soldados regresen sanos y salvos a su hogar. Y nos hace participes de la soledad de los pilotos de combate, recluidos en un asfixiante cubículo, a solas con sus miedos y su responsabilidad. En "Dunkerque" apenas hay diálogos, por lo que todo lo que sucede lo vemos reflejado en los semblantes de los aterrados combatientes, casi todos adolescentes, por lo que no hacen falta las palabras, el terror es  mudo. Y todo ello lo plasma en imágenes Nolan sin utilizar ni una sola gota de sangre, ni la visión de miembros desmembrados por la playa, algo como poco curioso tratándose de una película de estas características.

                     Es evidente que Nolan no puede dejar de ser Nolan, y aunque nos encontramos ante su película menos arriesgada en lo que a narración se refiere (trilogía de El Caballero Oscuro aparte), no es capaz de resistirse a dejar su sello personal y presentarnos la historia estructurada en tres ámbitos temporales, lo que él mismo ha dado en llamar PLAYA, MAR Y AIRE, que avanzan de manera inexorable hacia una confluencia final. El grupo de soldados que esperan en la playa para ser rescatados, los valerosos marineros ingleses que se lanzaron al mar para rescatarlos y un piloto aliado con una hora de combustible son los personajes principales de cada una de las historias. Aquí el director se deja llevar y se ve que está claramente en su terreno, maneja como nadie los diferentes tempos para proporcionar una experiencia prácticamente taquicárdica (no es broma, las pulsaciones suben bastante en algunas partes de la película), y para acrecentar esta sensación, Nolan se apoya en la excelente partitura de Hans Zimmer (Hesse, 1957), en ocasiones más protagonista que las propias imágenes, pero precisa como un metrónomo.

                           En definitiva, una película visceral y de una calidad incontestable, más allá de que te pueda gustar más o menos el director. Es una experiencia única para los sentidos en el apartado técnico, por lo que recomiendo disfrutarla en vuestra sala IMAX más cercana. ¿Que tiene fallos? Sí, la poca importancia que da a los soldados franceses, el hecho de que el enemigo sea prácticamente invisible, únicamente escuchamos sus disparos, el sonido de sus bombas y una constante y amenazante presencia, pero sin ver ni un rostro alemán ¿Mejor película de lo que llevamos de año? Para mí, sí, ha sido una gran experiencia y la sensación constante de que estaba viendo algo majestuoso, de ahí la nota que le doy.

NOTA: 10/10

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