lunes, 26 de marzo de 2012

Todo por la familia


CONTRABAND (2012)

Dirigida por Baltasar Kormákur




Película: Contraband. Dirección: Baltasar Kormákur. Países: USA y Reino Unido. Año: 2012. Duración: 110 min. Género: Thriller. Interpretación: Mark Wahlberg (Chris Farraday), Kate Beckinsale (Kate Farraday), Ben Foster  (Sebastian Abney), Giovanni Ribisi (Tim Briggs), Lukas Haas (Danny), J.K. Simmons (capitán Camp), Diego Luna (Gonzalo), Caleb Landry Jones (Andy), David O’Hara. Guion: Aaron Guzikowski; basado en la película “Reykjavík-Rotterdam”(2008), escrita por Arnaldur Indridason y Óskar Jónasson. Producción: Tim Bevan, Eric Fellner, Baltasar Kormákur, Stephen Levinson y Mark Wahlberg. Música: Clinton Shorter. Fotografía: Barry Ackroyd. Montaje: Elísabet Ronaldsdóttir. Diseño de producción: Tony Fanning. Vestuario: Jenny Eagan.





 Hace tiempo que Chris Farraday (Mark Wahlberg) dejó el mundo de la delincuencia. Pero, cuando su cuñado Andy (Caleb Landry Jones) fracasa en un asunto de drogas que le había encargado su implacable jefe Tim Briggs (Giovanni Ribisi), Chris se verá obligado a volver al contrabando para pagar la deuda de Andy. Empieza por reunir un equipo de primera con la ayuda de Sebastian, su mejor amigo (Ben Foster). La operación consiste en ir a Panamá para traer millones de dólares en billetes falsos. Pero las cosas no salen según lo previsto: disponiendo de sólo unas horas para hacerse con el dinero, Chris deberá utilizar todas sus habilidades para eludir una traicionera red criminal de narcos, policías y sicarios, antes de que su esposa Kate (Kate Beckinsale) y sus hijos se conviertan en objetivo de la banda.


    Esta película la catalogaría dentro de las que considero de encefalograma plano, que son todas aquellas en las que te sientas en tu butaca con la mera intención de desconectar de todo lo que te rodea y que te lo ofrezcan todo mascadito, para no tener que discurrir demasiado. Y ahí está la línea que separa el divertimento del hastío, ya que mal hacemos si vamos con las expectativas altas, con la idea de ver un thriller bien construido y solvente. Ayuda el hecho de que está hecha con un puntito de cachondeo a pesar del tema que trata, y eso hace que obviemos algunos despropósitos del guión y, lo que en principio debería parecer más importante, la tremenda falta de verosimilitud en muchas de las situaciones, que denotan la falta de personalidad del director, Baltasar Kormákur,director islandés que, curiosamente, es protagonista y productor de Reykjavík Rotterdam (2008), película en la que se basa la que nos ocupa y que también es el encargado de otra película que pasó con más pena que gloria en nuestro país y en la que habla del tráfico de órganos, Inhale (2010), que peca de los mismos defectos que esta "Contraband".

    Pues bien, Kormákur ha tirado por el camino fácil, ya que ha cogido todos los clichés de los thrillers de acción hollywoodienses y los ha ido poniendo sucesivamente en la pantalla, a ver qué salía.Y es que...¿para qué va a hacer pensar a los americanos? Les pone todo lo que les suele gustar y tan contentos todos.Además le ha faltado la mala leche necesaria para tratar el tema del contrabando con un punto de crítica, ya que consigue que entiendas la situación de los personajes y empatices con ellos, algo que siempre ha sido muy del gusto de Hollywood, como ocurre en la fantástica The Town (2010). Pero el principal defecto que se le puede achacar a la película, y que ya he apuntado anteriormente, es lo increíble de algunas situaciones, que no puedo poner porque fastidiaría al personal (únicamente puedo mencionar un barco, así a bote pronto y siendo lo primero que me viene a la cabeza), pero que de tan inverosímiles que son hacen que una sonrisilla se dibuje en nuestro rostro. ¡¡¡Pero qué narices!!!, para hacer thrillers serios ya tenemos a David Fincher o a Michael Mann, y he de reconocer que he disfutado en cierta medida con esta película, que resulta hasta simpática.


"Cariño, me he dejado el fuego encendido"

   En el apartado actoral nos encontramos como protagonista absoluto al otrora rapero/modelo de ropa interior Mark Wahlberg, al que, seamos sinceros, le pega el papel de macarra reformado que tiene que volver a su antiguo trabajo para proteger a la familia que, evidentemente, le ha ayudado a reformarse. No cambia su habitual cara de malote, pero bueno, me cae simpático el muchacho y se le perdonan sus limitaciones, pero algo tendrá cuando ya ha trabajado con directores de la talla de Martin Scorsese o Peter Jackson, amén de haber estado nominado a los Oscars por Infiltrados (2006) y a los Globos de Oro por la misma película y por The Fighter (2010). Es una pena que no hayan explotado el personaje orientándolo hacia la mala leche, porque uno espera de este tipo de películas más en este aspecto. Pero no desentona, ya que es un papel que le va como anillo al dedo. Es una norma del cine que los secundarios pugnen por arrebatarle al actor principal todas las alabanzas, y esta película tiene una buena nómina de los mismos, empezando por Giovanni Ribisi, que borda el papel de delincuente al que le falta un hervor; también aparece J.K. Simmons, al que siempre recordaremos como el entrañable J. Jonah Jameson de Spider-Man (2002), como capitán de barco de dudosa moralidad.Ben Foster es uno de esos actores que sabes que has visto en alguna película pero que no identificas a la primera, y es una pena, porque lo considero un gran actor que debe dar el salto definitivo para darse a conocer debidamente. No quiero olvidarme de Diego Luna, ya que no podía faltar el contrabandista sudamericano de turno, presencia casi habitual en este tipo de producciones. No meto en el saco a Kate Beckinsale, actriz florero donde las haya, con escaso talento para actuar pero gran acierto a la hora de elegir los papeles que la pongan en el disparadero.

    En definitiva, estilo videoclipero en algunas tomas, fotografía que juega con el granulado, montaje solvente y frenética banda sonora se ponen al servicio de este producto que prometía más y se queda en eso, en una promesa. Habrá que seguir el cine de Kormákur, con la esperanza de que su trabajo de un giro radical, que no se guíe por las normas de Hollywood y que construya su propio estilo, porque mimbres tiene para convertirse en un nombre a tener en cuenta.

Lo mejor: Va al grano y no peca de pretenciosa. Los secundarios.

Lo peor: No creerse muchas de las cosas que pasan. Ir al cine con una idea equivocada.

Mi Nota: 6/10



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