martes, 21 de agosto de 2012

Crítica. Prometheus (2012)

FICHA TÉCNICA

Película 3D: Prometheus. Dirección: Ridley Scott. País: USA. Año: 2012. Duración: 125 min. Género: Acción, ciencia-ficción, terror. Interpretación: Noomi Rapace  (Elizabeth Shaw), Charlize Theron (Meredith Vickers), Michael Fassbender (David), Guy Pearce (Peter Weyland), Idris Elba  (Janek), Logan Marshall-Green (Charlie Holloway), Rafe Spall (Millburn), Sean Harris (Fifield), Emun Elliott (Chance), Benedict Wong (Ravel), Patrick Wilson  (padre de Shaw). Guión: Damon Lindelof y Jon Spaihts. Producción: Ridley Scott, David Giler y Walter Hill. Música: Marc Streitenfeld. Fotografía: Dariusz Wolski. Montaje: Pietro Scalia. Diseño de producción: Arthur Max. Vestuario: Janty Yates. Distribuidora: Hispano Foxfilm.







SINOPSIS: Un grupo de científicos y exploradores emprende un viaje espacial a un remoto planeta, una rara estrella recién descubierta, donde sus límites físicos y mentales serán puestos a prueba. El motivo de la misión es que los humanos creen que allá podrán encontrar la respuesta a las preguntas más profundas y al mayor de los misterios: el origen de la vida en la Tierra.


     Hace aproximadamente 39 años, Ridley Scott dio un giro de tuerca a la forma de entender la ciencia-ficción en el cine, valiéndose de un ejercicio de horror y suspense llamado Alien (1979), claustrofóbica aventura que muestra que con pocos medios y muchísimo talento e imaginación se puede hacer gran cine, y que ha sido (y seguirá siendo) plagiada desde entonces. Por eso, cuando se hizo público que Scott retomaba el género las expectativas se dispararon, máxime cuando el secretismo sobre su nueva película alcanzaba cotas sorprendentes. Había también ciertas dosis de escepticismo, ya que parece que Scott empieza a dar síntomas de un agotamiento creativo preocupante, y si bien su vitola de excelente artesano cinematográfico sigue presente, es obvio que necesita darle un giro a su carrera, y esta película parecía una ocasión excelente de reivindicarse como el gran director que es. Pues bien, si esta película se puede considerar como uno de los últimos cartuchos de Scott para retomar la senda que parece abandonó mucho tiempo, duele observar que en parte ha errado el tiro, ya que "Prometheus" se queda a medio camino entre película puramente palomitera y cine de autor con mayúsculas, ya que es evidente que el que tuvo, retuvo. ¿Las claves? Intentaré desgranarlas a lo largo de esta crítica.


     ¿Cuál es el principal fallo que se le puede achacar a "Prometheus"? Sin duda, el guión escrito por Damon Lindelof y John Spaihts, muy difuso y sin un camino predefinido, endeble en su desarrollo e incapaz de enganchar al espectador, que da finalmente menos de lo que ofrece en su excelente prólogo y su primera mitad, algo tan simple pero que puede dar mucho juego como la búsqueda de nuestros orígenes, pero que se sacrifica en pos de una segunda mitad más orientada al espectáculo y que hace que todo lo que se ha construido hasta ese momento se derrumbe como un frágil castillo de naipes. Da la impresión de que se ha querido contentar tanto a aquellos que buscaban un tratado filosófico sobre los orígenes de la humanidad aderezado con ciertas dosis de religiosidad (enmarcadas en la idea del dios vengativo), como a aquellos que entienden el cine como un divertimento cuya calidad se mide únicamente por su espectacularidad. Y visto el resultado, el segundo grupo va a quedar más contento que el primero. Otro aspecto que pesa como una losa sobre la película es la credibilidad de algunas de sus situaciones. Entiendo que partimos del hecho de que es ciencia-ficción, que no hay normas escritas en este sentido y que debemos dejarnos llevar en su visionado. Pero una cosa es aceptar pulpo como animal de compañía en algunas ocasiones y otra es sentir que nos tratan como ignorantes. ¿El ejemplo más claro? Muchas de las decisiones de los astronautas, supuestamente muy profesionales y muy preparados para su trabajo, pero que lo primero que hacen al llegar a un planeta desconocido y comprobar que el aire es respirable es...¡¡¡quitarse el casco!!! Quiero pensar que el asesor en materia científica de la cinta no había dormido demasiado bien esa noche, porque resulta ridículo ver tal despropósito. Y hay más, pero dejaré que los futuros espectadores lo descubran por sí mismos.


      Pero que no cunda el pánico, ya que además de sombras, también hay luces que consiguen que la película no se convierta en el mayor pufo del año cinematográfico que nos va abandonando poco a poco. Scott es un esteta consumado, si hay algo que no se le puede achacar es el cuidado que pone en todo lo relacionado con el apartado técnico de sus películas. El prólogo es sencillamente maravilloso, con un estupendo trabajo de fotografía de DariusWolski, que se extiende a lo largo de todo el metraje. Mérito tiene también el montaje de Pietro Scalia, que debe lidiar con el atropellado último tramo de la película. El diseño de produccióm ofrece un apabullante despliegue de escenarios, aunque falla en el aséptico diseño de la nave Prometheus, alejada de esa sucia y desgastada Nostromo de "Alien". Sin duda el aspecto más flojo de la película es la banda sonora compuesta por Marc Streitenfeld, que nos ofrece una partitura carente de alma y en ocasiones tan confusa como la película. Más allá de los aspectos puramente artísticos, Scott nos ofrece un puñado de escenas en las que parece recuperar el pulso perdido, que no comentaré para mantener la sorpresa. Hay una en especial muy impactante, pero eso sí, para disfrutarla totalmente debemos desconectar el detector de irrealidad que ha saltado varias veces a lo largo del visionado.


     ¿Apartado actoral? Pues bien, tenemos a una Noomi Rapace empeñada en alejarse completamente de la Ripley de "Alien" para evitar comparaciones, y a veces lo consigue y a veces no, pero hay que reconocer que hace un trabajo muy digno. Charlize Theron se mete en la piel de un personaje frío como el hielo, además de misterioso, del que no sabemos sus motivaciones y su verdadero papel en la misión. Sin duda, el personaje más destacable de la función es el David de Michael Fassbender, que puede ser considerado como uno de los actores con mayor proyección en el universo Hollywood, y que no parece tener techo. Su androide es el personaje más ambiguo de toda la tripulación y el que más juego da. Los demás personajes apenas están dibujados con trazos irregulares, lo que provoca que no empaticemos con ellos lo suficiente.


     En definitiva,cine de entretenimiento con ínfulas filosóficas, una película que ha acusado enormemente las expectativas creadas en torno a ella, teniendo parte de culpa la brutal campaña de promoción que ha tenido, y especialmente los rumores que la convertían en una precuela de Alien (¿lo será?, ¿no lo será?). Dos aspectos pueden salvarla de la quema: que da la impresión de que en el Blu-Ray nos llegará una versión con más minutos (recordemos que Scott ya tuvo que meter la tijera en El reino de los cielos (2005), a la que más tarde añadiría una hora de metraje) y que ya está prevista la secuela de "Prometheus", en la que esperemos se cierren muchos de los interrogantes abiertos. 


LO MEJOR: Efectos especiales; Michael Fassbender; fotografía.

LO PEOR: El fallido guión; expectativas no cubiertas; poco rigor científico en ocasiones.

MI NOTA: 7,5/10


                                             TRAILER

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