domingo, 20 de enero de 2013

Crítica: La noche más oscura (Zero Dark Thirty) (2012)

FICHA TÉCNICA

Película: La noche más oscura (Zero dark thirty). Título original: Zero dark thirty. Dirección: Kathryn Bigelow. País: USA. Año: 2012. Duración: 157 min. Género: Thriller, dramabélico. Interpretación: Jessica Chastain (Maya), Jason Clarke (Dan), Joel Edgerton (Patrick), Jennifer Ehle (Jessica), Mark Strong (George), Kyle Chandler (Joseph Bradley), Edgar Ramirez (Larry), Reda Kateb (prisionero), Scott Adkins (John), Chris Pratt (Justin), Taylor Kinney (Jared), Harold Perrineau (Jack), Mark Duplass (Steve), James Gandolfini (director de la CIA). Guion: Mark Boal. Producción: Kathryn Bigelow, Mark Boal y Megan Ellison. Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Greig Fraser. Montaje: William Goldenberg y Dylan Tichenor. Diseño de producción: Jeremy Hindle. Vestuario: George L. Little. Distribuidora: Universal Pictures International Spain.





SINOPSIS: Tras el terrible atentado de las Torres Gemelas de Nueva York a cargo de Al Qaeda, los servicios de seguridad estadounidenses emprenden la caza del máximo responsable y enemigo público número uno, Osama Bin Laden. Bajo el amparo de la administración de George Bush, un equipo de agentes de la CIA aterriza en Pakistan con la misión más difícil de sus vidas. A través de los ojos de Maya, la más inexperta del grupo, vemos el proceso que lleva a la captura y muerte de Bin Laden, diez años después.


     Seamos sinceros. En mayor o menor medida todos recordamos exactamente dónde nos encontrábamos y qué estábamos haciendo el 11 de septiembre de 2001, fecha que quedó grabada a fuego en nuestras mentes. A partir de ese día, el orgulloso pueblo estadounidense juró no descansar hasta que el responsable de su Día de la Infamia del SXXI, Osama Bin Laden pagara por su terrible crimen. Y es evidente que una historia tan jugosa tenía que llegar a las pantallas tarde o temprano, siendo Kathryn Bigelow, la oscarizada directora de En tierra hostil (2008), la encargada de plasmar en imágenes la caza del enemigo público número uno de EEUU. Y lo hace a través de un potente thriller que no ha tardado en levantar ampollas debido a lo explícito de sus imágenes de tortura (negadas por la administración USA) y a que, a pesar de estar basado en hechos reales, voces discordantes aseguran que nada ocurrió tal y como nos lo cuentan. Por lo tanto, en el tejado del avispado espectador está la pelota. Mi recomendación es embarcarse en el viaje sin ningún tipo de prejuicio, disfrutar de esta magnífica película y ya después documentarse sobre las mentiras que pueda (o no) contener. 




     A través de un fundido en negro con grabaciones reales de los hechos acontecidos en tan fatídica fecha, Bigelow nos mete de lleno en el meollo de la cuestión, plasmando inicialmente en pantalla las torturas a las que eran sometidos los prisioneros que supuestamente sabían algo sobre el paradero de todos los implicados en los atentados, escenas crudas pero necesarias, que esconden más denuncia que patriotismo. Esta parte de la película sirve como presentación del personaje de Maya (nombre ficticio por razones obvias), una agente de la CIA con una misión: cazar a Bin Laden. Ella es la razón de ser de la película, ya que observamos su evolución durante todo el metraje,su cansancio físico y mental y la prueba evidente de que diez años de caza al hombre pueden cambiar una vida y una forma de ser. La misión se torna en obsesión, obsesión en ocasiones no demasiado bien vista por sus compañeros de la Agencia, que consideran que el objetivo de la insistente Maya es una quimera y una pérdida de tiempo, dinero y vidas humanas. Debe sobreponerse a un mundo generalmente machista y construir una envoltura aparentemente fría y calculadora, sin dejarse intimidar.  En la profunda investigación que llevó a cabo Maya descansa gran parte del largo metraje, entre despachos y sórdidas prisiones secretas de la CIA, interrogando a prisioneros y dándose de bruces con el escepticismo de sus superiores. Bigelow dirige la cinta con pulso firme y consiguiendo no hacernos caer en el tedio ni en la sensación de que todo parece repetitivo. Y para el final se reserva un as en la manga con el ataque a la residencia en la que se encuentra escondido Bin Laden, confirmando el infinito talento que esconde esta mujer de armas tomar.



     Si no hay sorpresa de última hora, Jessica Chastain debería alzarse con la estatuilla a la mejor actriz, ya que nos ofrece una interpretación realmente redonda y llena de matices, escenificando a la perfección la evolución del personaje y cómo una obsesión la absorbe por completo. En el apartado masculino destacan el ya habitual en los últimos años Mark Strong, cuya aparición en pantalla es sencillamente antológica; James Gandolfini encarna al director de la CIA, con apariciones escasas pero con sustancia. También me gustaría destacar a Jason Clarke, compañero de Maya y que lleva la voz cantante en las escenas de tortura a los prisioneros.


     En definitiva, una de las mejores películas de 2012, no por el contenido (que también es interesante), sino por la calidad a la hora de filmar que nos ofrece Kathryn Bigelow y por la calidad de las interpretaciones. Iba enfilada para conseguir el Oscar, pero las voces críticas que se han alzado contra la película le están restando puntos en el tramo final.


LO MEJOR: El trabajo de Jessica Chastain; no pierde un ápice de interés; potentes escenas como el asalto a la casa de Bin Laden; la dirección firme de Kathryn Bigelow.

LO PEOR: Que lo que nos están contando nos suene a falso; incómodas escenas de tortura. 

MI NOTA: 9,5/10

LA FRASE: «Si estás en lo cierto, todo el mundo querrá participar. Mantente firme».


                                                                   TRAILER

                                    


2 comentarios:

  1. 'La noche más oscura' me ha dejado desconcertado. La peli se ve bien pero tras todo lo escuchado resulta decepcionante, dubitativa, irreal? Bigelow nos pretende convencer de un acontecimiento, basado en una gran mentira, de primera con una historia de tercer orden. Van a intentar borrar 'la gran mentira americana', con una mera demostración de fe sobre una cuestión de suerte, de meras estadísticas? Un saludo!

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  2. Todo depende de la manera en la que se lo tome cada uno. Evidentemente, después de ver la película investigué sobre la muerte de Bin Laden y parece ser que la información daría para hacer una película totalmente diferente, aunque dudo que ningún cineasta norteamericano se atreviera a contar los hechos tal y como dicen que sucedieron. ¿Compensa la calidad de la película la falta de veracidad? Para mi gusto, sí. ¿Que los americanos son unos expertos manipuladores? También. El cine está lleno de verdades a medias.

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