martes, 19 de febrero de 2013

Crítica: El lado bueno de las cosas (2012)

FICHA TÉCNICA

Título: El lado bueno de las cosas. Título original: Silver linings playbook. Director: David O. RussellPaís: USA. Año: 2012. Duración: 122 min. Género: Comedia dramática, romance. Interpretación: Bradley Cooper  (Pat), Jennifer Lawrence (Tiffany), Robert De Niro (Sr. Pat), Jacki Weaver  (Dolores), Chris Tucker (Danny), Julia Stiles (Veronica), Shea Whigham (Jake), John Ortiz (Ronnie). Guión: David O. Russell; basado en la novela de Matthew Quick. Producción: Bruce Cohen, Donna Gigliotti y Jonathan Gordon. Música: Danny Elfman. Fotografía: Masanobu Takayanagi. Montaje: Jay Cassidy y Crispin Struthers. Diseño de producción: Judy Becker. Vestuario: Mark Bridges. Distribuidora: eOne Films Spain.


SINOPSIS: Tras pasar ocho meses en una institución mental por agredir al amante de su mujer, Pat (Bradley Cooper) vuelve con lo puesto a vivir en casa de sus padres (Robert De Niro y Jacki Weaver). Determinado a tener una actitud positiva y recuperar a su ex-mujer, el mundo de Pat se pone del revés cuando conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence), una chica con ciertos problemas y no muy buena fama en el barrio. A pesar de su mutua desconfianza inicial, entre ellos pronto se desarrollará un vínculo muy especial que les ayudará a encontrar en sus vidas el lado bueno de las cosas.


     Nos encontramos sin ninguna duda ante una de las (inesperadas) sorpresas de la temporada, dirigida por David O.Russell y presencia habitual entre las últimas nominaciones a grandes premios cinematográficos. Es una de esas películas en las que el boca-oreja funciona de maravilla y con la que la gente disfruta, porque desprende buen rollo por los cuatro costados, aunque en un principio sea difícil catalogarla en un género concreto, porque oscila entre la comedia, el punto romántico y algo de drama. Quizá esta amalgama, unida a una total falta de pretensiones, sea la que hace que triunfe entre el público de todas las edades que únicamente quiere pasar un buen rato en el cine sin calentarse la cabeza.Teniendo detrás a los Weinstein como productores no es de extrañar que cuente con tantas nominaciones para los Oscar, pero la realidad es que se trata de una muy buena película, pero tampoco hay que exagerar, y más teniendo en cuenta sus contricantes para llevarse la dorada estatuilla.



     La principal conclusión que podemos sacar al acabar de ver esta película es que todos tenemos nuestro pequeño punto de locura, y en mayor o menor medida, todos los personajes que van desfilando por la pantalla corroboran esta afirmación, en una suerte de perfección de lo imperfecto. Y uno, como espectador, siente que está disfrutando y riéndose con una película en la que el protagonista principal tiene un problema muy grave. Es por ello que parece que el director no ha decidido decantarse por un género en concreto y nos ofrece una dramedia de las habituales disfrazada para aparentar más de lo que es, pero la jugada le ha salido redonda y uno sale muy satisfecho del cine. O puede ser que la gente esté tan hastiada de los difíciles tiempos en los que vivimos que simplemente agradece una película en la que todos los protagonistas buscan ese lado bueno de las cosas al que alude el título. Básicamente es una historia de chico conoce chica, pero enmarcada lejos de las convencionalidades del género, precisamente por los problemas que arrastran Pat y Tiffany. Posiblemente los mejores momentos de la cinta los vivimos al principio de la relación, cuando van conociéndose e inevitablemente chocan sus personalidades, a pesar de que tienen más en común de lo que imaginan. Es a partir de ese momento cuando la cinta pierde algo de frescura e incluso puede parecer que se alarga en su metraje, algo que puede denotar incapacidad para mantener el ritmo.




     He de reconocer que pensaba que nuna iba a llegar el día en el que dijera esto, pero Bradley Cooper se sale de la pantalla, ofreciéndonos una actuación que queda en la retina, con un personaje entrañable y algo canalla, que finalmente demuestra que este actor es algo más que una cara bonita. No podemos obviar el hecho de que una de las nuevas chicas de moda en Hollywood, Jennifer Lawrence, supone el contrapunto perfecto a Cooper, mostrando los dos una gran química en pantalla. Nos es grato también reconciliarnos con ese genio que es Robert De Niro, perdido en los últimos años en papeles insulsos y que aquí despliega de nuevo su gran vena cómica con un personaje hecho a su medida. En general, todo el grupo de secundarios raya a gran altura.


     En definitiva, una de las grandes sorpresas de la temporada, con todos los ingredientes para gustar a un amplio abanico de público y cuyas interpretaciones son su carta de presentación. Tal vez la mestría de su primera hora y media quede empañada con el academicismo de su final, pero es algo que indudablemente se le puede perdonar.

LO MEJOR: El reparto; constituye una propuesta alejada de la comedia convencional.

LO PEOR: Final demasiado edulcorado, fuera de lo que ha sido el tono general de la cinta durante todo su metraje; que pensemos que trata de manera frívola un tema serio.

MI NOTA: 8/10


                                             TRAILER

                                       

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