domingo, 17 de julio de 2016

Crítica: Espías desde el cielo (2015)

FICHA TÉCNICA
Título original: Eye in the sky. País: Reino Unido. Duración: 102 minutos. Género: Drama, Thriller, Bélico Director: Gavin Hood. Guión: Guy Hibbert. Productores: Guy Hibbert, Claudia Bluemhuber, Ged Doherty, Benedict Carver, Colin Firth. Música: Paul Hepker, Mark Kilian. Fotografía: Haris Zambarloukos. Montaje: Megan Gill. Intérpretes: Helen Mirren, Alan Rickman, Aaron Paul, Barkhad Abdi, Iain Glen, Phoebe Fox, Carl Beukes, Jeremy Northam. Estreno en España: 11 de marzo del 2016. Calificación: No recomendada para menores de 12 años.


SINOPSIS: La coronel Katherine Powell (Helen Mirren), una oficial de la inteligencia militar británica, lidera una operación secreta para capturar a un grupo de terroristas en Nairobi, Kenia. Cuando se da cuenta que los terroristas están en una misión suicida, ella debe cambiar sus planes de 'capturar' por 'matar'. El piloto estadounidense de drones Steve Watts (Aaron Paul) recibe la orden de destruir el refugio donde se hallan los terroristas, pero una niña de nueve años ingresa en la zona donde podría ser herida.

CRÍTICA: Gavin Hood (Johannesburgo, 1963) es un tipo polifacético. Desde que en 2006 ganara el Oscar a la Mejor Película Extranjera con Tsotsi, se ha atrevido con el cine de superhéroes, adentrándose en el universo Marvel con X-Men orígenes: Lobezno (2009), o con la ciencia-ficción, en su irregular El juego de Ender (2013). En 2007 ya se había adentrado en el thriller terrorista con Expediente Anwar, género que retoma en parte en la película que nos ocupa.

                   La guerra, tal y como la conocemos, ha cambiado. Los avances tecnológicos en materia militar han provocado que muchas de las batallas se libren a distancia, y que las decisiones se tomen en despachos situados en diferentes lugares del mundo. Pues bien, esto es lo que nos ofrece "Espías desde el cielo", un enérgico thriller de doble vía, ya que por un lado entretiene una barbaridad y por otro hace pensar, ya que presenta un dilema moral del que el espectador acaba siendo partícipe.

                      El descubrimiento de una célula terrorista en Nairobi en la que participa una ciudadana británica es el punto de partida de una cinta que narra la nueva guerra tecnológica, la utilización de drones que de manera silenciosa se acercan al objetivo en cualquier parte del mundo y con una precisión quirúrgica lo ejecutan. El disparo final es el resultado de una ardua toma de decisiones, consultas, evaluación de daños y cruces de llamadas que constituyen el grueso del metraje. Gavin Hood juega bien sus cartas en este sentido y ofrece un relato apasionante, nos lleva de manera fluida a todos aquellos lugares en los que se decide el destino de la misión. La tensión de la situación va "in crescendo", y a la vez el espectador se ve sometido a un ejercicio de empatía y análisis moral de la situación. ¿Por qué? Pues lo de siempre. Del resultado de la misión depende la vida de mucha gente, ya que los terroristas están dispuestos a atacar de manera inminente (lo que tristemente es más real y cercano de lo que pensamos). Pero también hay daños colaterales que no se pueden evitar. De ahí que estemos en la tesitura de pensar si la misión es necesaria y esas bajas civiles asumibles. Se trata de un añadido que da empaque a la película.




                                El director se rodea de un elenco de actores muy destacados, siendo una de las damas actuales de la interpretación, Helen Mirren, la que más destaca. No recuerdo una película en la que haya podido decir que está regular en su papel, por lo que siempre es un valor seguro. No podemos olvidarnos del malogrado Alan Rickman, fallecido a principios de este año, en el que fue su último trabajo para la gran pantalla (en carne y hueso, puesto que puso la voz a un par de proyectos), que deja ciertas notas de humor en una historia caracterizada por la seriedad del tema que trata. Por último, destacar a Aaron Paul, con una carrera en ascenos desde que protagonizara la fantástica serie Breaking Bad (2008-2013), que encarna a unos de los pilotos encargados de manejar el dron utilizado en la misión.

                                       En definitiva, una buena cinta de suspense, que podemos enmarcar dentro del entretenimiento inteligente, puesto que más allá de olvidarla al salir de la sala, hace que podamos tener un interesante debate sobre una situación que en los días que corren es más habitual de los que pensamos, y que se apoya en un manejo muy bueno del tempo de la acción por parte del director, lo que hace que la hora y media que dura condense perfectamente toda la trama.


NOTA: 8/10

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