miércoles, 11 de julio de 2018

Crítica: Jurassic World: El reino caído (2018)

FICHA TÉCNICA
Título: Jurassic World: Fallen Kingdom País: Estados Unidos, España Género: Acción, Aventura, Ciencia-Ficción Duración: 128 minutos Director: J.A.Bayona Guión: Colin Trevorrow, Derek Connoly, basado en personajes creados por Michael Crichton Productores: Belén Atienza, Patrick Crowley, Frank Marshall, Steven Spielberg, Colin Trevorrow, Thomas Tull, Thomas Hayslip Música: Patrick Doyle Fotografía: Oscar Faura Montaje: Bernat Vilaplana Intérpretes: Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Jeff Goldblum, Daniella Pineda, Ted Levine, James Cromwell, BD Wong, Rafe Spall, Toby Jones, Geraldine Chaplin, Justice Smith, Isabella Sermon, Daniel Stisen, Conlan Casal, Peter Jason, Jo Hart, Michael Papajohn, Robert Emms, Faith Fay, Kevin Layne Estreno en España: 7 de junio de 2018 Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años 



SINOPSIS: Una erupción volcánica amenaza a los dinosaurios restantes en la Isla Nublar, donde las criaturas han vagado libremente durante años tras de la desaparición del parque temático "Jurassic World". Claire Dearing, ex gerente del parque, ahora fundó el Grupo de Protección de Dinosaurios, una organización dedicada a proteger a los dinosaurios. Para ayudar con su causa, Claire ha reclutado a Owen Grady, el ex entrenador de dinosaurios que trabajó en el parque, para evitar la extinción de los dinosaurios...

CRÍTICA: Los dinosaurios siguen estando de moda. Veinticinco años después de que Steven Spielberg (Cincinnati, 1946), rompiera todos los esquemas cinematográficos y los resucitara en Parque Jurásico (1993), y tras los buenos resultados cosechados en taquilla por Jurassic World (2015), el reinicio de la saga dirigido por Colin Trevorrow (San Francisco, 1976), llega a nuestras pantallas "Jurassic World: El Reino Caído", cuya dirección en esta ocasión le ha sido encomendada al español J.A. Bayona (Barcelona, 1975), que empieza a llamar la atención dentro de la industria cinematográfica estadounidense, y cuyo trabajo parece que ha cumplido con las expectativas, aunque ya sabemos que la taquilla manda. Bayona nos ofrece una película que no da respiro al espectador en ningún momento, en la que los auténticos protagonistas de la función son los dinosaurios, lo que provoca que se deje un poco de lado el desarrollo de los personajes, que se convierten en meras comparsas. Duplica la espectacularidad, el desenfreno y el número de dinosaurios por metro cuadrado que nos ofrecía "Jurassic World", tratando Bayona de aportar un punto sentimental presente en toda su filmografía y con el hándicap de no tener un buen guión en el que apoyarse. Vayamos por partes...


                        La película está dividida principalmente en dos segmentos. El primero de ellos se desarrolla en la Isla Nublar,cuando nuestros protagonistas se embarcan en una misión para rescatar a los dinosaurios de una (nueva) extinción más que segura, ya que el volcán de dicha isla ha entrado en erupción, y es la parte que tiene más puntos en común con "Jurassic World", ofreciéndonos una aventura trepidante,en la que la acción apenas nos da un respiro, y en la que las referencias, homenajes y guiños a "Jurassic Park" son prácticamente constantes, y en la que Bayona da buena muestra de su saber hacer tras las cámaras, especialmente en el par de escenas submarinas que tenemos en este primer acto, tomando como referencia el trabajo de Steven Spielberg y aportando ideas nuevas de cosecha propia que sirven para expandir el uiverso jurásico, apoyado en una fotografía que luce estupendamente en las tomas aéreas de la isla. Asoma también por momentos el dilema moral que plantea la trilogía en muchas de sus partes, el hecho de jugar a ser Dios y las consecuencias que puede tener. El doctor Ian Malcolm, interpretados por Jeff Goldblum, siembra la duda en sus escasos pero determinantes discursos. ¿Hay que salvar a los dinosaurios de la isla o hay que dejar que la vida siga su curso y propiciar que se extingan nuevamente?  


                           Es en el segundo tramo de la película donde Bayona se encuentra más a gusto, ya que se mueve por derroteros en los que se maneja a la perfección, ya explorados en películas como El orfanato (2007), transformando la película en una historia de terror gótico, que se desarrolla en una gran masión. Es aquí donde el director puede sacar todo el partido a su habitual juego de luces y sombras y diseñar un juego del gato y el ratón en un escenario claustrofóbico, con pasillos laberínticos y un nuevo y terrorífico dinosaurio campando a sus anchas. Maneja perfectamente los tempos del suspense, y consigue atraparnos en la butaca, recordándonos que los dinosaurios no son mascotas, y sí una amenaza muy real. 


                            Chris Pratt (Virginia, 1979) sigue afianzándose como uno de los actores del momento. Tiene carisma, presencia en pantalla y una innegable química con sus compañera de reparto, Bryce Dallas Howard (Los Ángeles, 1981), aunque ambos personajes se ven arrastrados por las carencias de un guión bastante flojo que no desarrolla sus personajes de forma más extensa. Lo mismo ocurre con actores de la talla de Toby Jones (Hammersmith, 1966), James Cromwell (Los Ángeles, 1940) o Geraldine Chaplin (Santa Mónica, 1944), siendo desperdiciados sus talentos por la irregularidad del libreto. También se echa en falta un villano con algo más de empaque que Rafe Spall (Camberwell, 1983) o Ted Levine (Bellaire, 1957). Es destacable el trabajo de la joven Isabella Sermon, con gran protagonismo en el segundo segmento de la película.

                               En definitiva, una película que funciona perfectamente como bisagra a la espera de la parte que cierre esta nueva trilogía, con una muy buena dirección de Bayona, que da sobradas muestras de ser capaz de afrontar un proyecto tan mastodóntico, aunque apoyada en un guión bastante flojo, que, lejos de sus dos protagonistas principales, no tiene un desarrollo de personajes demasiado elaborado, aunque bien es cierto que las auténticas estrellas de la función son los dinosaurios, que lucen espectacularmente. Un divertimento puro y duro, con alguna que otra cuestión moral y un homenaje sincero al primer "Jurassic Park".

NOTA: 7/10 

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