jueves, 17 de mayo de 2012

Que empiece el espectáculo...

 LOS JUEGOS DEL HAMBRE (2012)
 Dirigida por Gary Ross


FICHA TÉCNICA

Película: Los Juegos del Hambre. Título original: The Hunger Games. Dirección: Gary Ross. País: USA. Año: 2012. Duración: 142 min.  Género: Ciencia-ficción, drama. Interpretación: Jennifer Lawrence (Katniss Everdeen), Josh Hutcherson (Peeta Mellark), Liam Hemsworth (Gale Hawthorne), Elizabeth Banks (Effie Trinket), Woody Harrelson (Haymitch Abernathy), Wes Bentley (Seneca Crane), Donald Sutherland (presidente Snow), Lenny Kravitz (Cinna), Stanley Tucci (Caesar Flickerman), Isabelle Fuhrman (Clove), Toby Jones (Claudius). Guión: Gary Ross, Suzanne Collins y Billy Ray; basado en la novela de Suzanne Collins. Producción: Nina Jacobson y Jon Kilik. Música: James Newton Howard. Fotografía: Tom Stern. Montaje: Stephen Mirrione y Juliette Welfling. Diseño de producción: Philip Messina. Vestuario: Judianna Makovsky. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.




SINOPSIS: Lo que en el pasado fueron los Estados Unidos, ahora es una nación llamada Panem: un fastuoso Capitolio ejerce un control riguroso sobre los doce distritos que lo rodean y que están aislados entre sí. Cada distrito se ve obligado a enviar anualmente un chico y una chica entre los doce y los dieciocho años para que participen en los Juegos del Hambre, que son transmitidos en directo por la televisión. Se trata de una lucha a muerte, en la que sólo puede haber un superviviente. Katniss Everdeen, una joven de dieciséis años, decide sustituir a su hermana en los juegos; pero para ella, que ya ha visto la muerte de cerca, la lucha por la supervivencia es su segunda naturaleza.


    Me resistía a ver esta película, ya que la sombra de la saga Crepúsculo (2008) es muy alargada y se cernía de nuevo sobre mí. Las perspectivas no podían ser menos halagüeñas: saga literaria de éxito, protagonistas adolescentes, grandes expectativas a nivel mundial...Mi juicio cinéfilo no podría soportar otro impacto como el que supuso la infame saga vampírica. Curiosidades del destino o no, la película me ha parecido muy disfrutable, dando la impresión de que el abanico de público al que va dirigida es más amplio de lo que puede parecer en un principio. De esto se desprende que los juicios cinéfilos sin una base sólida pueden hacer que nos perdamos muy buenas películas como la que nos ocupa.

       La premisa es tan simple como terrorífica. Después de un intento de rebelión, los 12 Distritos de Panem son castigados a ofrecer un tributo cada año, dos adolescentes (chico y chica) que participarán en los Juegos del Hambre, una suerte de reality show en la que los 24 participantes deben sobrevivir en un escenario hostil y en el que solo puede quedar uno. Este argumento es la excusa perfecta para hacer dos críticas sociales: una de ellas es hacia los totalitarismos, el poder entendido como la opresión al más débil, mientras que en segundo lugar se pone en tela de juicio el auge de los reality show, el espectáculo entendido como invasión de la intimidad (llevado en esta película a límites extremos).


        Desde el punto de vista cinéfilo, se disfruta más con el primer tercio de metraje, en el que nos presentan la vida cotidiana en el Distrito 12 (del que van a salir nuestros dos protagonistas), una vida en la que se respira la (falsa) libertad permitida por el Capitolio y en la que los habitantes esperan con una mezcla de impaciencia y (obviamente) miedo la elección de los candidatos a participar en los Juegos del Hambre. En el segundo tercio del metraje asistimos a la preparación de Katniss y Peeta para participar en los juegos. En esta parte se nos muestra la opulencia del Capitolio, y es curioso observar como el lujo ha llevado a la degradación, y que los espantosos trajes y el ridículo maquillaje de sus habitantes colisiona con la sencillez de las gentes de los distritos. El último tramo de la película es el, digamos, más convencional, el dirigido a los amantes de la acción, y que corresponde al programa en sí, la supervivencia pura y dura. Aquí el montaje tiene un estilo más videoclipero, utilizando la cada vez más socorrida cámara al hombro para las escenas de acción, logrando un ritmo más frenético en el desarrollo de los acontecimientos.



    A pesar de sus casi dos horas y media de metraje, la historia fluye adecuadamente y en ningún momento se nos pasa por la cabeza el mirar el reloj. Y esto es gracias a que (como ya he apuntado anteriormente) posee cualidades que hacen que guste a una gran variedad de público. Evidentemente no puede faltar la consabida historia de amor, con la salvedad de que en esta ocasión no sabemos si es real es fingida, si nuestros protagonistas están realmente enamorados o todo se trata de una estrategia para sacar beneficio en el concurso. Esta ambigüedad es bien recibida, ya que se aleja del topicazo que suponen las empalagosas relaciones amorosas en películas con adolescentes de por medio. También tiene algún que otro momento con el que nos podemos emocionar, ya que los personajes están muy bien construidos, hasta el que se supone más insignificante, y esto ayuda a crear una empatía que beneficia al visionado de la película.

    Si nos centramos en el apartado actoral, todos los flashes y aplausos son para Jennifer Lawrence, actriz que descubrimos en la sórdida Winter´s Bone (2010), y que en aquella ocasión ya llevaba todo el peso interpretativo. Aquí demuestra que puede hacer lo mismo en un blockbuster, que no siente vértigo ante la gran responsabilidad que ello supone. Sale muy airosa del envite, construyendo un personaje fuerte ante las desavenencias y que es consciente de que para triunfar en el letal concurso debe jugar muy bien sus bazas. Más soso y con menos presencia tenemos a su compañero de Distrito, Josh Hutcherson, por el cual sentimos antipatía y comprensión a partes iguales. Woody Harrelson y Elizabeth Banks tienen la habilidad suficiente para llevar a buen puerto dos personajes que por sus características podrían llegar al ridículo más absoluto, al igual que el personaje de Stanley Tucci, que nos llega a recordar peligrosamente nuestra Mercedes Milá, como el presentador de los Juegos del Hambre.

    En definitva, un blockbuster de calidad de los que no abundan mucho, con un casting muy cuidado y trabajado y una preocupación palpable por agradar a un gran abanico de público, que se va a encontrar con una historia simple pero efectiva y con material para que no sea una película más en el cajón del olvido, sino que da para pensar y dialogar, y eso es mucho teniendo en cuenta los tiempos que corren cinematográficamente hablando. 

LO MEJOR: La crítica social que impregna el producto, una destacable actriz protagonista, personajes cuidados y ciertos momentos de tensión.

LO PEOR: Que pensemos que es un producto para adolescentes. Desajuste entre sus diferentes segmentos al tener que ofrecer atractivos para cada tipo de público.

MI NOTA: 8/10


                                                      TRAILER



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