jueves, 19 de julio de 2012

Crítica: Diamante de Sangre (2006)

FICHA TÉCNICA

Película: Blood Diamond. Dirección: Edward Zwick. País: USA. Año: 2006. Duración: 143 min. Género: Acción, drama. Interpretación: Leonardo DiCaprio (Danny Archer), Jennifer Connely  (Maddie Bowen), Djimon Hounsou (Solomon Vandy), Michael Sheen (Simmons), Arnold Vosloo (Coronel Coetzee), Kagiso Kuypers (Dia Vandy), David Harewood  (Capitán Veneno), Basil Wallace (Benjamin Kapanay), Jimi Mistry (Nabil), Anthony Coleman (Cordell Brown), Benu Mabhena (Jassie Vandy). Guión: Charles Leavitt; basado en un argumento de Charles Leavitt y C.Gaby Mitchell. Producción: Paula Weinstein, Edward Zwick, Marshall Herkowitz, Graham King y Gillian Gorfill. Música: James Newton Howard. Fotografía: Eduardo Serra. Diseño de producción: Dan Weil. Vestuario: Ngila Dickson. Montaje: Steven Rosenblum.





SINOPSIS: En 1999, Sierra Leona vive una terrible guerra civil. Un contrabandista (DiCaprio) especializado en la venta de piedras preciosas, cuyos beneficios sirven para financiar tanto a los rebeldes como al gobierno, conoce a un pescador nativo (Djimon Hounsou) que enterró un enorme diamante cuando trabajaba como esclavo para los rebeldes.


     "Diamante de sangre" se puede enmarcar dentro de esa clase de películas que tratan de despertar nuestras anestesiadas conciencias ante las desigualdades existentes en el mundo en general y en África en particular, si nos atenemos a esta película. En esta ocasión trata sobre los diamantes de conflicto, piedras preciosas extraídas generalmente por esclavos que se utilizan para financiar y armar a las milicias locales en zonas de guerra civil.  El director, Edward Zwick, ha apostado por el espectáculo (seña de identidad de su cine) más que por ahondar en la denuncia, enmarcando el drama en un escenario de aventuras y pirotecnia, que muchas veces enmascara el auténtico leitmotiv de la película. Por eso se ha llegado a tildar a esta película de vacía, algo con lo que no estoy totalmente de acuerdo, ya que si bien parece que enfoca la temática de una manera algo frívola y superficial, el espectador puede quedarse perfectamente con el mensaje que trata de transmitir sin demasiado esfuerzo.


     La trama gira en torno a tres personajes cuyas vidas se encuentran en un escenario letal. Por un lado tenemos a Danny Archer, un ex-soldado sin demasiados escrúpulos con un doloroso pasado, convertido en contrabadista de diamantes que se ha labrado una reputación en ese mundillo. Por otro lado está Solomon Vandy, un pescador que ve cómo su aldea es arrasada y es trasladado a una explotación de diamantes, en la que encuentra uno de gran valor que no duda en esconder. Por último tenemos a Maddie Bowen, una corresponsal de guerra que busca denunciar lo que está pasando. Los acontecimientos hacen que estos personajes se vean embarcados en una aventura en la que cada uno busca su propio beneficio: Archer el gran diamante, Solomon a su hijo, secuestrado por los rebeldes y usado como niño soldado, y Maddie su gran noticia. Sin duda, lo que más me gusta de esta película es la transformación que experimenta cada uno de los personajes a medida que se van conociendo entre ellos, lo que les hace replantearse sus principios y ver más allá de su propia perspectiva. Para ello, el director estereotipa a sus personajes hasta el límite, dejando muy clara la línea existente entre el bien y el mal, para poco a poco ofrecernos un pellizco de ambigüedad a través de los actos de los personajes, convenciéndonos finalmente de que ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos.





     Puede dar la impresión de que el metraje de la película puede llegar a parecer excesivo, y los más exigentes considerarán que la misma historia hubiera quedado mucho más redonda con 30 minutos menos, ya que muchos pasajes acaban redundando en lo mismo, pero sobre gustos no hay nada escrito, y yo disfruto con cada secuencia. La fotografía de Eduardo Serra es apabullante, posiblemente lo mejor de la cinta, mostrándonos en todo su esplendor el continente africano a través del periplo de Danny y Solomon. El director nos ofrece además un par de secuencias de acción en la que no escatima en explosiones y disparos, y que claramente están orientadas a que la digestión de la película y su temática no resulte demasiado pesada. James Newton Howard compone una partitura en la que abundan los sonidos africanos, pero que termina siendo previsible en sus temas principales, recurriendo prácticamente a la misma melodía (muy pegadiza eso sí) en muchas partes del metraje. La película contiene algunas escenas que pueden resultar demasiado fuertes para algunos espectadores, pero se consideran necesarias para mostrar con toda crudeza las barbaridades que se cometieron contra los Derechos Humanos.


     El trío protagonista sale airoso del envite. Leonardo DiCaprio hace suyo un Danny Archer que rememora aquellos héroes impertérritos del cine clásico cuyo máximo exponente podría ser Humphrey Bogart. Para apreciar la interpretación en todo su esplendor es imprescindible ver la película en versión original, ya que el acento de DiCaprio es para enmarcar. Djimon Hounsou luce imponente en pantalla, y las mejores escenas dramáticas son suyas sin ninguna duda. Jennifer Connely tenía la difícil papeleta de que su papel no pareciera como metido con calzador en una película con una presencia masculina muy fuerte, y he de decir que lo consigue, constituyendo un vértice muy valioso en el triángulo interpretativo. Si nos ceñimos a nombres menos conocidos, sin dudarlo me quedo con Kagiso Kuypers, que encarna al hijo de Solomon, Dia Vandy.


     En definitiva, ¿cine de acción con un poso de denuncia o mensaje social disfrazado de espectáculo? Puede parecer lo mismo, pero al final siempre depende del prisma con el que la vea el espectador, por lo que debemos decir que se trata de una acertada combinación de ambos. Es obvio que en esta película únicamente se araña en la superficie de todas las atrocidades que se cometieron en África en relación a los diamantes de sangre, pero siempre es de agradecer que se trate de acercar a la gente a estos temas, y si es con el cine mucho mejor.


LO MEJOR: El trío protagonista; la fotografía; la sensación de que quiere despertar conciencias.

LO PEOR: Desarrollo algo irregular; se queda en la superficie de la denuncia; la crudeza de algunas escenas.

MI NOTA: 8/10

                                             TRAILER


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