miércoles, 29 de agosto de 2012

Crítica: Los Mercenarios 2 (2012)

FICHA TÉCNICA

Película: Los mercenarios 2. Título original: The expendables 2. Dirección: Simon West. País: USA. Año: 2012. Duración: 102 min. Género: Acción. Intérpretes: Sylvester Stallone (Barney Ross), Jason Statham (Lee Christmas), Jet Li  (Yin Yang), Dolph Lundgren (Gunner Jensen), Chuck Norris (Booker), Terry Crews (Hale Caesar), Randy Couture (Toll Road),  Liam Hemsworth (Billy El Niño), Jean-Claude Van Damme (Jean Vilain), Bruce Willis  (Church), Arnold Schwarzenegger (Trench), Yu Nan (Maggie). Guión: Richard Wenk y Sylvester Stallone; basado en un argumento de David Agosto, Ken Kaufman y Richard Wenk; a partir de los personajes creados por David Callaham. Producción: Avi Lerner, Kevin King Templeton, Led Weldon y Danny Lerner. Música: Brian Tyler. Fotografía: Shelly Johnson. Montaje: Todd E. Miller. Diseño de producción: Paul Cross. Vestuario: Lizz Wolf. Distribuidora: Aurum.





SINOPSIS: Los Mercenarios han vuelto, y esta vez es personal... Barney Ross (Sylvester Stallone), Lee Christmas (Jason Statham), Yin Yang (Jet Li), Gunner Jensen (Dolph Lundgren), Toll Road (Randy Couture) y Hale Caesar (Terry Crews), con su miembro más reciente, Billy (Liam Hemsworth), se vuelven a reunir cuando Iglesia (Bruce Willis) les encarga un trabajo en apariencia sencillo y muy lucrativo. Sin embargo, las cosas se tuercen cuando un peligroso terrorista llamado Villain (Jean-Claude Van Damme) les tiende una emboscada, lo que les impulsa a buscar venganza. Así es como van sembrando a su paso la destrucción y el caos entre sus enemigos hasta que se encuentran con una amenaza inesperada: cinco toneladas de plutonio apto para uso militar, una cantidad más que suficiente para cambiar el equilibrio de poder en el mundo.


     "Los viejos rockeros nunca mueren". Esta conocida expresión le viene que ni pintada a la película que nos ocupa, secuela supervitaminada de aquel homenaje al cine de acción ochentero que Sylvester Stallone nos ofreció hace un par de años, y en el que reunió a parte de los representantes de ese cine de videoclub que solíamos disfrutar en sesión doble con nuestro reproductor VHS. Y aunque el resultado era muy digno y el entretenimiento estaba asegurado, faltaba algo que se ha subsanado en esta segunda parte. Faltaban muchos de los verdaderos pesos pesados de ese cine al que homenajea, y en "Los Mercenarios 2" no han escatimado en ellos, dando más minutos a aquellos que en la primera parte únicamente tenían un breve cameo y poniendo en nómina a otros nuevos. Y el resultado ha sido espectacular.


     Ya que estamos con dichos y refranes varios, hay otro que el cine ha hecho suyo y es aquel que reza que "Segundas partes nunca fueron buenas".  Aquí se ha equivocado de pleno, ya que esta secuela multiplica por 100 todo lo que ya nos ofreció la primera parte. Un aspecto en el que ha ganado enteros es en el de la dirección, ya que las evidentes carencias de Stallone detrás de las cámaras quedan eclipsadas por el buen hacer de Simon West en el género de acción, director entre otras de Con Air (1997), que aporta por ejemplo un montaje más equilibrado que el de su predecesora. Las escenas de acción son espectaculares, el prólogo deja en mantillas el dicho "entrar como un elefante en una cacharrería", constituyendo un auténtico ejercicio de pirotecnia en el que no se escatima en sangre y violencia, en el que cada disparo hace un auténtico destrozo. Y, por supuesto, si hay algo que sobresale por encima de todo lo expuesto hasta ahora son los protagonistas, esos que hacen que merezca la pena pagar la entrada.


     Antes de hablar de los actores en sí, me gustaría hacer un inciso para dejar claro que si queremos disfrutar de cada una de sus apariciones es absolutamente imprescindible tener algunas nociones de cine ochentero y haber visto la gran mayoría de las películas que han interpretado, especialmente las más significativas. Dicho esto, me gustaría empezar por la cabeza visible del proyecto, Sylvester Stallone. Al contrario de lo que pueda parecer, baja enteros en esta secuela en cuanto a carisma, tal vez apabullado por la pléyade de estrellas que se han reunido a su alrededor. Solo en la batalla final contra el villano de turno parece que el bueno de Sly vuelve a estar en su salsa. Siguiendo con las viejas glorias, tenemos a dos actores que en la primera parte apenas acumulaban unos minutos y que aquí han decidido unirse a la fiesta a lo grande: Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger. Los momentos en que estos dos se unen a Stallone y empiezan a hacer chistes a costa de la edad y de las películas que han protagonizado cada uno son los más disfrutables para los fans del cine ochentero. Otro personaje a tener muy en cuenta es el interpretado por Dolph Lundgren, que acapara algunas de las mejores frases de la película. Jet Li se convierte en uno de los más desaprovechados, siendo su presencia meramente testimonial, diciendo las malas lenguas que se debe a su escaso feeling con Jean-Claude Van Damme, que aquí encarna al villano de turno y que disfruta de cada minuto en pantalla, ofreciéndonos en la batalla final sus famosas patadas voladoras. Pero la presencia más celebrada y la que más aplausos arranca en las salas es la de Chuck Norris, auténtico icono de este tipo de cine y que evidentemente no podía faltar a la cita. Por último, destacar a Jason Statham, que recoge el simbólico testigo de manos de sus ya talluditos compañeros para continuar el trabajo de action hero. La presencia de Liam Hemsworth se entiende como un reclamo para llevar al cine a las jovenes generaciones para que aprendan de los auténticos maestros.




     Y como "No es oro todo lo que reluce", la película también tiene sus puntos negativos. Uno de ellos es el guión, ya que lejos de las escenas de acción y de los chascarrillos de los protagonistas, los momentos en los que todo está calmado asistimos a algunas de las líneas de diálogo más sonrojantes de los últimos tiempos. Ojo a la explicación de Billy el Niño de por qué dejó el ejército, vergüenza ajena es lo que provoca. ¿Pero realmente alguien espera profundidad en los diálogos en una película de estas características? ¡¡¡Que sale Chuck Norris!!! Otro aspecto que nunca me ha gustado de este tipo de películas es el complejo de patito de feria que tienen los secuaces del malo. Al hecho de no saber esconderse y ponerse descaradamente a tiro de cualquiera de nuestros protagonistas se une el que no tienen ni idea de disparar. Unos auténticos mentecatos, oiga... ¿Pero realmente alguien espera otra cosa en este tipo de películas? Nuestros héroes tienen que ejercer como tales, y no es de recibo ponerles en más dificultades de las necesarias. Por último, la banda sonora no aporta nada nuevo a lo ya escuchado en otras películas de acción, muy correcta y sin grandes alardes.


     En definitiva, un sincero homenaje a esas películas que conseguían que saliéramos del cine queriendo ser Rambo, Terminator o John McClane, y que tiene un alto grado de autoparodia, sin pretensiones de ningún tipo salvo la de entretener y que junta a algunos de los auténticos jefazos en lo que a cine de acción se refiere. 


LO MEJOR: Ver a auténticos iconos del cine de acción juntos en pantalla; los apabullantes prólogo y final; frases lapidarias.

LO PEOR: El guión en los tiempos muertos; poca presencia de Jet Li; que el espectador se la tome en serio; le han cambiado el doblaje a Stallone.

MI NOTA: 8/10


                                             TRAILER


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