viernes, 9 de noviembre de 2012

Crítica: Sinister (2012)

FICHA TÉCNICA

Película: Sinister. Director: Scott Derrickson. País: USA. Año: 2012. Duración: 110 min. Género: Terror. Intérpretes: Ethan Hawke (Ellison Oswalt), Vincent D’Onofrio (profesor Jonas), Fred Dalton Thompson (Sheriff), James Ransone (Alguacil), Clare Foley (Ashley Oswalt), Juliet Rylance (Tracy Oswalt), Michael Hall D'Addario (Trevor Oswalt), Nicholas King (Bughuul/Mr. Boogie). Guión: Scott Derrickson y C. Robert Cargill. Producción: Jason Blum, Brian Kavanaugh-Jones. Música: Christopher Young. Fotografía: Chris Norr. Montaje: Frédéric Thoraval. Diseño de producción: David Brisbin. Vestuario: Abby O’Sullivan. Distribuidora: Aurum.







SINOPSIS: Un escritor de éxito en horas bajas viaja con su familia a lo largo y ancho del país para investigar terribles asesinatos que luego convierte en libros. Cuando llega a una casa donde ha tenido lugar el asesinato de una familia, encuentra una serie de cintas que desvelan horribles pistas que van más allá del esclarecimiento de la tragedia.


     Tras los éxitos (en taquilla, principalmente, de la crítica mejor ni hablamos) cosechados por Paranormal Activity (2007) (y sus tres secuelas, con la cuarta en camino) e Insidious (2010), los productores de ambas vuelven con Sinister para sembrar el terror en las salas de cine. El cine de terror siempre ha supuesto un buen gancho para el espectador, deseoso de emociones fuertes y muy predispuesto a pasar un mal rato en el cine. Desafortunadamente, la falta de originalidad en los guiones y la sensación de que difícilmente una película de terror puede acabar sorprendiéndonos supone un hándicap bastante importante. "Sinister" nos ofrece un planteamiento original en su primeros 45 minutos para después acabar fagocitada por muchos de los convencionalismos del género, dejándose llevar por los clichés y dejándonos un regusto amargo hasta la conclusión final, veladamente sorprendente. En esta ocasión, el encargado del proyecto es Scott Derrickson, director de la infame Ultimátum a la Tierra (2008) y de la denostada injustamente El exorcismo de Emily Rose (2005), por lo que vuelve al que al parecer es el género en el que mejor se desenvuelve




     Entre las virtudes de la película, podemos destacar el hecho de que da auténtico mal rollo, ya que durante todo el metraje se respira una atmósfera malsana, en la que el suspense va in crescendo y en la que somos partícipes de las tensas situaciones que vive el protagonista, así como del crecimiento de su obsesión por saber más y del punto de partida de una progresiva autodestrucción. El uso del Super 8 se erige en un recurso muy efectivo (también efectista), ya que es durante el visionado de los asesinatos donde la angustia y el malestar se adueñan del espectador. Para remarcar la tensión y el suspense se hace un uso marcado del sonido muy habitual en estas producciones, pero que aquí se vuelve más importante, así como de una BSO asfixiante y macabra, de las mejores que he oído en una película de terror. Todo se centra en la sugestión y en la imaginación, en transmitirnos el terror en estado puro cuando nos enfrentamos a lo desconocido. Y es precisamente en el momento en el que se desvía de ese ejercicio de sugestión y empieza a mostrarnos explícitamente aspectos importantes de la trama cuando se convierte en una más del montón y empieza a recurrir a sustos mil y una vez vistos y de ningún modo sorprendentes, tirando por tierra todo lo conseguido hasta ese momento.




     Todo el peso interpretativo recae sobre Ethan Hawke, que sale en casi todas las escenas y que consigue transmitir a la perfección la evolución del personaje, que va del Ellison sin escrúpulos que no duda en sacar beneficio de una tragedia a un personaje desbordado por las circunstancias y atenazado por el terror, y que camina por la delgada línea que separa la cordura de la locura. Y si hay un personaje que chirría es el del ayudante de policía que se convierte a su vez en ayudante de Ellison, interpretado por James Ransone y que carga con la parte cómica de la película, absolutamente innecesario a mi parecer, y que lo único que consigue es romper con el clima asfixiante que se va formando. Papeles pequeños e insustanciales para los que se encargan de interpretar a la familia del protagonista, y sí destacable el deVincent D'Onofrio, corto pero vital en lo que a la trama se refiere.


     En definitiva, una más que aceptable propuesta de terror que consigue meternos el miedo y la tensión en el cuerpo durante gran parte del metraje pero que pisa en falso en el momento en el que opta por enseñar más que sugerir, pero que mantiene el interés hasta el final gracias principalmente a la labor de su actor protagonista y el recurso de las grabaciones en Super 8. Todavía esperamos la película de terror perfecta, pero es indudable que "Sinister" se queda cerca.


LO MEJOR: Las cintas de los asesinatos; la atmósfera malsana que se respira; Ethan Hawke; un par de sustos bien logrados; la escena del móvil.

LO PEOR: El recurso del susto fácil; momentos cómicos metidos con calzador; secundarios algo sosos.

MI NOTA: 7/10

LA FRASE: "El único vínculo entre los casos es este símbolo".


TRAILER: En esta ocasión no pongo el trailer porque destripa TODA LA TRAMA, y es una película que se disfruta más sin saber prácticamente nada de ella.


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