domingo, 27 de agosto de 2017

Crítica: La Torre Oscura (2017)

FICHA TÉCNICA
Título: The Dark Tower País: Estados Unidos Duración: 95 minutos Género: Acción, aventura, fantasía Director: Nikolaj Arcel Guión: Akiva Goldsman, Jeff Pinkner, Anders Thomas Jensen, Nikolaj Arcel Productores: G. Mac Brown, Cheryl Eatock, Akiva Goldsman, Ron Howard, Erica Huggins, Jeff Pinkner Música: Junkie XL Fotografía: Rasmus Videbaek Montaje: Alan Edward Bell, Dan Zimmerman Intérpretes: Idris Elba, Matthew McConaughey, Tom Taylor, Dennis Haysbert, Claudia Kim, Jackie Earle Haley, Abbey Lee, Katheryn Winnick, Nicholas Pauling, Michael Barbieri, José Zúñiga, Nicholas Hamilton, Ben Gavin, Fran Kranz, Eva Kaminski, Robbie McLean Estreno en España: 18 de agosto de 2017 Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años




SINOPSIS: En un mundo extrañamente parecido al nuestro un cowboy de nombre Roland Deschain de Gilead persigue a su eterno enemigo, "el hombre de negro". Roland, solitario, quizá maldito, anda sin descanso a través de un paisaje triste y abandonado. Conoce a Jake, un chico de Nueva York pero venido de otro tiempo, y ambos unen sus destinos. Ante ellos están las montañas. Y mucho más allá, la Torre Oscura...

CRÍTICA: Confieso que soy un seguidor bastante fiel de la obra de Stephen King (Portland, 1947) desde hace muchos años, y es rara la temporada en la que no tengo uno de sus libros en la cabecera de la cama. Pero siendo absolutamente sincero, también he de reconocer que siempre me ha costado engancharme al universo creado en torno a la Torre Oscura, una obra mastodóntica, muy densa, con multitud de universos paralelos y que se extiende a través de 8 libros. Por eso me mostré receloso cuando me enteré de que por fin iba a ver la luz su adaptación cinematográfica, después de años pasando de productora en productora. Por fin ha llegado a las carteleras, y los temores de miles de fans del escritor se hicieron realidad, ya que nos encontramos con un producto que no contenta a nadie ya que falla terriblemente tanto como adaptación como entretenimiento veraniego, mostrando gran cantidad de lagunas a todos los niveles y que desperdicia un material que, de estar en otras manos, posiblemente habría dado más de sí.

                    Un adolescente llamado Jake tiene terribles pesadillas en las que un hombre vestido de negro secuestra niños con un don especial con el objetivo de destruir la Torre Oscura, que protege al universo de las fuerzas oscuras. En sus sueños también ve a un personaje llamado El Pistolero, que parece ser la única persona capaz de hacer frente al Hombre de Negro. Lo que a priori parece ser un argumento bastante simple, se convierte en un jeroglífico para el espectador, ya que los responsables han querido condensar los 8 volúmenes en hora y media de metraje, lo que hace que la trama vaya demasiado acelerada, haciendo al espectador perderse en una amalgama de nombres y mundos paralelos, con la clara sensación al acabar la película de estar más perdido que al principio. Hubiera sido más fácil centrarse en la primera novela y establecer las líneas maestras sobre las que se va a construir la saga, en vez de coger retazos de uno y otro libro y narrarlos de forma totalmente inconexa, que es lo que finalmente ha ocurrido.


                 La historia en la que se basa la película requiere una profundidad narrativa que no ofrece en ningún momento, todo son pinceladas superficiales que, unidas a unos personajes principales desdibujados y unos secundarios que aparecen y desaparecen por arte de magia, sin influir demasiado en la trama suponen un lastre del que la película no logra desprenderse en ningún momento. El director, Nikolaj Arcel (Copenhage, 1972), tampoco arriesga en el ámbito de la dirección con el objetivo de tapar las carencias narrativas, mostrándose demasiado académico, sin optar por encuadres poco ortodoxos que nos ofrezcan algo positivo a lo que agarrarnos, a la par que algunos efectos especiales que dan la sensación de inacabados o un montaje caótico dan idea de lo que parece haber sido un proceso de postproducción muy irregular.  


                    Otro punto negativo de la película es darle el protagonismo (erróneamente) a Jake Chambers, el adolescente encarnado por Tom Taylor,cuando en las novelas el auténtico protagonista es Roland Deschain, El Pistolero, que cuenta con los rasgos de Idris Elba (Hackney, 1972), que aporta su buen hacer, dándole un tono entre misterioso y melancólico a su interpretación, aunque nos quedamos con ganas de saber más del personaje. Lo mismo sucede con el Hombre de Negro, con los rasgos de Matthew McConaughey (Uvalde, 1969), del que nos explican muy poco y que se caracteriza por su socarronería, aunque puede parecer algo sobreactuado, conformando un villano de segunda.

                     En definitiva, una película que dejará indiferente al espectador que vaya al cine por curiosidad y que enervará a los fans de Stephen King, al tratarse de una adaptación caótica que no hace justicia a la colección en la que se basa. Fallos claros en la narración, mediocre diseño de personajes o efectos especiales que no no lucen auguran el fin de la saga cinematográfica. Esperemos que la serie que se está preparando sí que merezca la pena. ¿Algo positivo? Que no se hace pesada y la multitud de referencias a las otras obras del escritor.

NOTA: 5/10  

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