viernes, 18 de agosto de 2017

Crítica: Spider-Man: Homecoming (2017)

FICHA TÉCNICA
Título: Spider-Man: Homecoming País: Estados Unidos Duración: 133 minutos Género: Acción, Aventura, Ciencia-Ficción Director: Jon Watts Guión: Jonathan Goldstein, John Francis Daley, Jon Watts, Christopher Ford, Chris McKenna, Erik Sommers Productores: Avi Arad, Victoria Alonso, Louis D´Espósito, Jeremy Lachtam, Stan Lee, Matt Tolmach, Patricia Witcher Música: Michael Giacchino Fotografía: Salvatore Totino Montaje: Debbie Berman, Dan Lebental Intérpretes: Tom Holland, Michael Keaton, Robert Downey JR., Marisa Tomei, Jon Favreau, Gwyneth Paltrow, Zendaya, Jacob Batalon, Bokeem Woodbine, Donald Glover, Laura Harrier, Tony Revolori, Kenneth Choi Estreno en España: 28 de julio de 2017 Calificación por edades: No recomendada para menores de 7 años 




SINOPSIS: Peter Parker (Tom Holland) comienza a experimentar su recién descubierta identidad como el superhéroe Spider-Man. Después de la experiencia vivida con los Vengadores, Peter regresa a casa, donde vive con su tía (Marisa Tomei). Bajo la atenta mirada de su mentor Tony Stark (Robert Downey Jr.), Peter intenta mantener una vida normal como cualquier joven de su edad, pero interrumpe en su rutina diaria el nuevo villano Vulture (Michael Keaton) y, con él, lo más importante de la vida de Peter comenzará a verse amenazado.

CRÍTICA: Tras su fugaz (y refrescante) aparición en Capitán América: Civil War (2016), Spider-Man confirma su adhesión definitiva al Universo Cinematográfico de Marvel (tras la venta de los derechos por parte de Sony)  con "Spider-Man: Homecoming", que supone un nuevo reinicio del personaje, después de las sagas protagonizadas por Tobey Maguire (Santa Mónica, 1975) y Andrew Garfield (Los Ángeles, 1983). En una época en la que se apuesta por explotar el lado más oscuro e introspectivo de los superhéroes, los responsables de "Spider-Man: Homecoming" deciden cambiar el tono y nos ofrecen una película con un tono muy ligero, orientada principalmente a la comedia y que cuenta con el que sea, posiblemente, el mejor Spiderman de una adaptación al cine, aunque por contra encontramos también cierta deficiencia en la ejecución de las escenas de acción o algunas licencias que no gustarán a los seguidores acérrimos de los cómics.

                         La escena que vimos en "Capitán América: Civil War" sirve como nexo de unión para introducir la película que ahora nos ocupa. Spiderman ha llevado a cabo su primer trabajo para Los Vengadores y quiere más. Pero por el momento no va a ser posible, y es por ello que esta película se centra en el día a día de un adolescente de 15 años más que en los actos de Spiderman. Peter Parker no se ha hecho todavía a sus recién adquiridos poderes, y a su frustración por no poder ser el héroe que quiere se unen los problemas en el instituto, los enamoramientos y el lidiar con su tía May. Ser un superhéroe mola, pero debe encontrar su sitio en la vida, asumir con total naturalidad su nueva condición y prepararse para lo que Spiderman será en un futuro. Es por ello que "Spider-Man: Homecoming" se puede catalogar dentro de las comedias de adolescentes popularizadas en los años 80, como Todo en un día (1986), lo que convierte a la película en un divertimento adecuado para todas las edades, en lo que nos hubiera gustado ver si volviéramos a ser adolescentes. Se trata de un Spideman de andar por casa, del "amigo y vecino" de toda la vida, de ese superhéroe que se dedica a parar los pequeños delitos de su barrio de toda la vida, pero que suspira por jugar en primera división. El director de la cinta, Jon Watts (Fountain, 1981), se desenvuelve perfectamente en todo lo relacionado con Peter Parker, pero demuestra que le falta cierto saber hacer para ejecutar las escenas de acción que se le presuponen a un producto de estas características, error que esperamos pueda subsanar en la continuación, ya que también la dirigirá él.



                            Hemos necesitado 6 películas nada más y nada menos para encontrar al actor que mejor encarna a Spiderman. Tom Holland (Kingston, 1996) hace el personaje suyo con una facilidad pasmosa y un carisma fuera de toda duda. Encarna con natural simpatía al adolescente deseoso de utilizar sus poderes para un fin mayor, afrontando con estoicismo los problemas propios de su edad, agravados por su recién adquirida condición de superhéroe. Podríamos decir que asistimos a la gestación de aquella famosa frase que reza: "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" El villano de la función es Michael Keaton (Coraopolis, 1951), un obrero de la construcción afectado por las crisis que trafica con los restos de la batalla de Los Vengadores contra los Chitauri en Nueva York, y que se convierte en El Buitre. Me parece uno de los mejores villanos de las películas de Spiderman, e incluso da mas miedo sin el traje puesto, compartiendo un par de escenas muy tensas con Peter Parker. Ya conocemos a Tony Stark/Iron Man, encarnado por Robert Downey JR (Nueva York, 1965), que representa la figura paterna que apadrina a Peter Parker y que le guía en sus primeros pasos como futuro Vengador, aunque con su habitual cinismo y bordería.


                                     En definitiva, una película que supone una nueva apuesta en lo que al universo Spiderman se refiere, especialmente en todo lo relativo al tratamiento del personaje y a su próxima inclusión en Los Vengadores, por lo que se ajusta milimétricamente a los arquetipos de las películas de Marvel Studios en narración y estructura. Llama la atención el hecho de que pase de puntillas por todo lo relacionado con la mitología de Spiderman (picadura de araña, el tío Ben...), que ya nos sabemos de memoria. Excelsa en el desarrollo de los personajes, funciona al ralentí en las escenas de acción, faltas de cierto ápice de espectacularidad. Simpática, fácil de digerir y muy entretenida, no se puede pedir más en verano.


NOTA: 7,5/10 

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