lunes, 28 de mayo de 2012

Crítica: Intocable

 INTOCABLE (2011)
 Dirigida por Olivier Nakache y Eric Toledano


FICHA TÉCNICA

Película: Intocable. Título original: Intouchables. Dirección y guión: Eric Toledano y Olivier Nakache. País: Francia. Año: 2011. Duración: 115 min. Género: Comedia dramática. Interpretación: François Cluzet (Philippe), Omar Sy (Driss), Audrey Fleurot (Magalie), Anne Le Ny (Yvonne), Clotilde Mollet (Marcelle), Alba Gaïa Bellugi (Elisa), Cyril Mendy (Adama), Christian Ameri (Albert). Producción: Nicolas Duval-Adassovsky, Laurent Zeitoun y Yann Zenou. Música: Ludovico Einaudi. Fotografía: Mathieu Vadepied. Montaje: Dorian Rigal-Ansous. Vestuario: Isabelle Pannetier. Distribuidora: A Contracorriente Films.






SINOPSIS: Philippe, un aristócrata que se ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente de parapente, contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante de un barrio marginal recién salido de la cárcel. Aunque, a primera vista, no parece la persona más indicada, los dos acaban logrando que convivan Vivaldi y Earth Wind and Fire, la elocuencia y la hilaridad, los trajes de etiqueta y el chándal. Dos mundos enfrentados que, poco a poco, congenian hasta forjar una amistad tan disparatada, divertida y sólida como inesperada, una relación única en su especie de la que saltan chispas.


    La película que nos ocupa se podía enfocar de dos maneras: incidiendo en la tragedia de los dos protagonistas, ya que los dos sufren situaciones deprimentes en su vida, lo que nos habría otorgado un drama lacrimógeno que podría haber llegado a indigestarse; o bien de la manera en que se ha hecho, sin ningún tipo de complejo y ofreciéndonos un hermoso canto a la vida, una bellísima historia de amistad y superación más allá de las barreras sociales y físicas. Como se puede leer en la sinopsis, el punto de partida es muy sencillo, lo que no impide que nos encontremos ante una de las sorpresas de la temporada, que ha arrastrado a los cines franceses a más de 19 millones de personas y cuyo éxito se ha extendido también a España.


    ¿Cuáles son las claves de ese éxito? En primer lugar, el desenfado con el que se toma los problemas de los dos protagonistas, la tetraplejia de Philippe (que se une a otro hecho dramático de su vida que no comentaré) y la reciente salida de la cárcel de Driss, que le devuelve a su tumultuosa vida en un barrio marginal de París. A su manera, cada uno de los dos está desilusionado con la vida, y  buscan un giro desesperadamente, giro que se produce la primera vez que se ven en la entrevista de trabajo para seleccionar al cuidador de Philippe. A partir de ahí, un guión inteligente y que no decae en ningún momento ahonda en la relación, de trabajo primero y de amistad después, que se fragua entre los dos hombres, no escatimando en cómicas situaciones a raíz de los problemas de ambos, no cayendo en ningún momento en el mal gusto, punto que se deben anotar los directores, Olivier Nakache y Eric Toledano, autores del libreto y que consiguen que la manera de tratar las desgracias no parezca en absoluto frívola,  ofreciéndonos una dirección muy cuidada, sin grandes alardes y apoyada en el trabajo de los dos protagonistas, verdadero pilar de la cinta.




    Porque el gran atractivo de la cinta son las enormes interpretaciones de los dos protagonistas, François Cluzet, que encarna a Philippe, el rico aristócrata que queda tetrapléjico tras un terrible accidente, y Omar Sy, que interpreta a Driss, un joven con una historia algo atípica (como se desvelará a lo largo de la película) y que acaba de salir de la cárcel. La química entre ambos es instantánea, desde la primera escena, y la relación que se establece entre ellos nos ofrece momentos divertidísimos, centrados en el problema de Philippe pero también en el choque de culturas, en la manera de ver la vida de ambos. Es curioso ver que el que lo tiene todo está perdiendo sus ganas de vivir, y el joven que procede de los bajos fondos supone un punto de inflexión, ya que consigue abrirle los ojos y demostrarle que vale la pena vivir.


    Mención especial merece la BSO, otra herramienta de la que se valen los directores para escenificar esa diferencia entre los dos protagonistas. Temas de Vivaldi se mezclan con otros de Earth, Wind & Fire. Omar Sy (Driss) habla sobre ello en una entrevista:


                                    "Una cosa que tengo en común con Eric y Olivier es el amor por la música y la danza. Y esa particular escena es maravillosa porque viene después de que Philippe haya intentado introducir a Driss en la música clásica. De tal modo que es un intercambio: Driss quiere que Philippe escuche y comparta su música. No es tan estricto como Philippe pero, para él, cuerpo y danza son una misma cosa. De hecho, Driss baila para Philippe. De tal modo que tenía que ser tan agradable como fuera posible. Pero con Earth, Wind and Fire, ¡eso es fácil!"


     En definitiva, una película que nos reconcilia con el cine, que nos demuestra que las historias más sencillas son aquellas que pueden llegarte al corazón y que consigue que salgas del cine con una sonrisa en la boca y con la sensación de que uno puede y debe afrontar los problemas con buen humor.

LO MEJOR: El dúo protagonista; la BSO; el buen rollo que impregna el ambiente.

LO PEOR: Dos intrahistorias que hay en la película: la de amor, metida con calzador e innecesaria; la de Driss con su hermano descarriado.

MI NOTA: 9/10


3 comentarios:

  1. Venga, que sé que esta la habéis visto más de uno/a. ¿Qué os pareció?

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  2. Preciosa! A mi me encantó, de principio a fin. Me ha hecho reír, llorar, me ha puesto la piel de gallina... Es una historia de amistad pura, de como dos personas, que aparentemente tienen vidas opuestas, se necesitan mutuamente para ser felices. Es de las pocas pelis que no me importaría ver varias veces, porque me parece que la historia es impresionante, y más sabiendo que está basada en hechos reales.

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    1. Sí, se me olvidó comentar lo de que está basada en una historia real. Me gustaría que lo que nos cuenta la película sucediera de esa manera y que no hayan metido chistes gratuitos. En la realidad, la persona a la que encarna Omar Sy es árabe.

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