sábado, 8 de diciembre de 2012

Crítica: Mystic River (2003)

FICHA TÉCNICA

Película: Mystic River. Título original: Mystic River. Director: Clint Eastwood. Guión: Brian Helgeland, basándose en una novela de Dennis Lehane. País: USA. Año: 2003. Duración: 137 min. Género: Drama, Thriller. Intérpretes: Sean Penn (Jimmy Markum), Tim Robbins (Dave Boyle), Kevin Bacon (Sean Devine), Laurence Fishburne (Whitey Powers), Marcia Gay Harden (Celeste Boyle), Laura Linney (Annabeth Markum), Kevin Chapman (Val Savage), Thomas Guiry (Brendan Harris), Emmy Rossum (Katie Markum), Spencer Treat Clark (Silen Ray Harris), Robert Wahlberg (Kevin Savage). Producción: Robert Lorenz, Judie G. Hoyt y Clint Eastwood. Música: Clint Eastwood. Fotografía: Tom Stern. Montaje: Joel Cox. Diseño de producción: Henry Bumstead. Dirección artística: Jack G. Taylor Jr. Vestuario: Deborah Hopper. Distribuidora: Warner Bros.





SINOPSIS: Cuando Jimmy Markum (Sean Penn), Dave Boyle (Tim Robbins) y Sean Devine (Kevin Bacon) eran unos niños que crecían juntos en un peligroso barrio obrero de Boston, pasaban los días jugando al béisbol en la calle. Pero, un día, a Dave le ocurrió algo que marcó para siempre su vida y las de sus amigos. Veinticinco años más tarde, otra tragedia los vuelve a unir: el asesinato de Katie (Emmy Rossum), la hija de 19 años de Jimmy. A Sean, que es policía, le asignan el caso; pero también tiene que estar muy pendiente de Jimmy porque, en su desesperación, está intentando tomarse la justicia por su mano.


     Creo que no exagero si afirmo que "Mystic River" se ha ganado por derecho propio un lugar en el Olimpo de las mejores películas del S.XXI e incluso en la Historia del Cine. Desde que comenzó a dirigir hace apróximadamente 41 años, Clint Eastwood habrá hecho mejores o peores películas, con más o menos éxito de taquilla, pero lo que está claro es que con "Mystic River" alcanzó el cenit de su carrera como realizador, ya que considero complicado que otra obra suya llegue a atesorar tal grado de complejidad emocional, dirección de personajes y matices varios. Decidió dejar de lado su faceta interpretativa y se dedicó en cuerpo y alma a la que tal vez es su creación más oscura y difícil de digerir, pero también la más completa. En cada revisión se encuentra un detalle que se escapó con anterioridad, un recoveco en el laberinto de sentimientos que atraviesan los protagonistas, algo que muy pocas películas consiguen.




     "A veces creo que los tres subimos a aquel coche". Esta frase, que pronuncia el personaje de Kevin Bacon, carga con todo el simbolismo de la película, ya que se refiere al detonante que termina moldeando la personalidad de los protagonistas, lo que les hace actuar de la manera en que lo hacen. A partir de ese momento asisitimos a un auténtico muestrario de emociones y reacciones humanas, ya que si analizamos todos los temas que Eastwood toca en su película podríamos nombrar el amor, la familia, la venganza, la infancia robada, la destrucción de la inocencia, la mentira, la lealtad...Y el director los aborda todos sin un ápice de piedad hacia sus personajes, ya que la desesperación y el desasosiego se apoderan del relato e inevitablemente del espectador, consciente de que el desarrollo de la trama se asemeja a una tragedia griega que inexorablemente derivará en un final descorazonador, todo propiciado por la adaptación que hace el guionista, Brian Helgeland, de la novela de Dennis Lehane. Eastwood combina magistralmente unas gotas de suspense, representado por la investigación del asesinato de la hija de Jimmy Markum, con la que es la gran baza de la película, las relaciones entre los personajes, las miserias de cada uno, sus miedos, sus preocupaciones, y como todo ello va tejiendo una tela de araña que acaba atrapándolos a todos.


     Por lo general, Clint Eastwood siempre nos ofrece en sus películas una dirección de corte clasicista, ya que por norma general lo más rutinario es lo que suele funcionar mejor, y en "Mystic River" no iba a ser menos. Con un pulso narrativo pausado (que no lento, no nos confundamos), Eastwood se deleita en los cara a cara, en los pequeños detalles, en esos silencios que a la vez dicen tanto...Ello no quiere decir que de vez en cuando nos ofrezca planos de una calidad inmejorable, como esa toma cenital cuando Jimmy Markum es consciente de que han asesinado a su hija y multitud de policías tratan de sujetarlo, en una secuencia desgarradora. En cuanto a la fotografía, el director recurre a su habitual colaborador, Tom Stern, que sabe captar la sordidez del relato para crear una atmósfera opresiva. Eastwood también se ocupa él mismo de una banda sonora intimista, sin atisbos de grandilocuencia.


     Pero si algo ha cuidado Clint Eastwood en esta película son las interpretaciones. Podría empezar a nombrar adjetivos y creo que no terminaría nunca, ya que todos, y cuando digo todos son todos, los actores rayan a un nivel superior, se meten de manera incondicional en sus personajes y lo dan todo, propiciando que te los creas. Tim Robbins es Dave Boyle, el niño que sube al coche y cuya infancia es mancillada, forjando una personalidad asustadiza y que en ocasiones resulta hasta inquietante. Sean Penn es Jimmy Markum, padre de la chica asesinada, que abandonó su turbio pasado por ella y que se ve obligado a recuperarlo para averiguar la verdad a cualquier precio. Kevin Bacon es Sean Devine, el detective asignado al caso, al que ha abandonado su mujer y que  se ve obligado a tratar de nuevo con sus amigos de la infancia, recordando dolorosos detalles de ese pasado que les persigue a todos. Laura Linney  encarna a la mujer de Markum, que finalmente demuestra tener más determinación de lo que parece al principio. Por último, Marcia Gay Harden es Celeste, la mujer de Dave, que empieza a sospechar de su marido cuando aparece una noche ensangrentado. El repertorio interpretativo de todos es magnífico, todas sus conversaciones están llenas de matices, y aunque únicamente dos se llevaron el premio de la Academia todos lo merecen.


     En definitiva, una obra maestra, cine con mayúsculas, un muestrario desgarrador de la condición humana, un ejemplo de que nuestro pasado nos persigue allá donde vayamos y que al final acaba colisionando con nuestro presente. Si no la habéis disfrutado, ya estáis tardando.

LO MEJOR: Absolutamente todo: interpretaciones, dirección, ritmo, fotografía...

LO PEOR: Que no pueda sentir el placer de verla por primera vez.

MI NOTA: 10/10

LA FRASE: "Enterramos nuestros pecados, lavamos nuestras conciencias".


                                                                   TRAILER
 

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