jueves, 15 de febrero de 2018

Crítica: 15:17 Tren a París (2018)

FICHA TÉCNICA
Título: The 15:17 to Paris País: Estados Unidos Género: Drama, Histórico, Thriller Duración: 94 minutos Director: Clint Eastwood Guión: Dorothy Blyskal, basado en el libro de Anthony Sadler, Alex Skarlatos, Spencer Stone y Jeffrey E. Stern Productores: Clint Eastwood, Jessica Meier, Tim Moore, Kristina Rivera, Bruce Berman, David M. Bernstein, Enzo Sisti, Patrick Mignano, Erwin Godschalk Música: Christian Jacob Fotografía: Tom Stern Montaje: Blu Murray Intérpretes: Alex Skarlatos, Spencer Stone, Anthony Sadler, Ray Corasani, Judy Greer, Jenna Fischer, Irene White, William Jennings, Bryce Geishar, P.J.Byrne, Paul-Mikél Williams, Thomas Lennon, Tony Hale, Jaleel White, Sinqua Walls, Steve Coulter, Adam Rosenberg, Grant Weaver, Robert Pralgo, Cyrille Helter, Gary Weeks Estreno en España: 9 de febrero de 2018 Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años


SINOPSIS: En la tarde del 21 de agosto de 2015, tres jóvenes americanos que viajaban por Europa se enfrentaron a un terrorista en un tren con destino a París, con 500 pasajeros a bordo. La película narra el curso de las vidas de estos amigos, desde los avatares de su niñez para encontrar su destino, hasta la serie de eventos que precedieron al ataque. A lo largo de esta desgarradora experiencia, su amistad nunca flaqueó, convirtiéndola en su mejor arma.

CRÍTICA: Tenía que llegar el día. Lo temía, era algo que incluso me llegaba a quitar el sueño, pero siempre quedaba cierto rédito de esperanza de que no iba a ser así, que mi relación cinematográfica con Clint Eastwood (San Francisco, 1930), seguiría siendo idílica, que nada podría romper ese vínculo. Pero mis peores temores se han hecho realidad, y, tras mucho reflexionar desde que ví la película (el viernes), llego a la conclusión de que no me ha gustado. Bueno, a esa conclusión había llegado nada más salir del cine, pero entré en un estado de negación que me impedía afrontar la realidad. "Este no es mi Clint, me lo han cambiado", me decía mientras trataba de buscar las razones de tal descalabro fílmico. Con "15:17 Tren a París", Eastwood cierra su particular tríptico sobre héroes anónimos, que completan las notables El Francotirador (2014) y Sully (2016), contando la historia de tres norteamericanos que frustraron un atentado terrorista en un tren con destino a París. Sobre el papel se partía de una premisa atractiva, con todos los ingredientes para llevar a cabo una película notable, pero (con todo el dolor de mi corazón) Eastwood se estrella estrepitosamente, así que trataremos de encontrar las razones de este pequeño paso atrás.



                  Es posible que el suceso que se narra en la película no constituyera suficiente contenido para justificar un film con un metraje de hora y media, por lo que es evidente que había que complementarlo con escenas a las que se les debía exigir, como mínimo, cierto interés. Y por ahí es por donde hace aguas la película, ya que el guión firmado por Dorothy Blyskal (Brooklyn, 1982) no posee la fuerza suficiente, no ofrece un pulso narrativo firme, pegando bandazos y dando vueltas a la misma idea una y otra vez, lo que deriva en una historia donde la banalidad reina a su antojo. En una serie de flashbacks se nos muestra cómo se cimenta la amistad de los tres protagonistas, aunque bien es cierto que centrándose en la figura de Spencer, que acapara la mayor parte del relato, enfocado a que veamos una y otra vez en distintas situaciones lo inadaptado que ha sido toda su vida y las dificultades que ha tenido para encontrar su camino, dando siempre la sensación de que por una razón u otra estaba predestinado a hacer algo importante, todo ello aderezado con el halo de religiosidad que impregna en menor o mayor medida el cine de Eastwood, y que en esta ocasión me ha parecido excesivo. No reconozco al director en esta parte del metraje, me ha parecido una narración torpe, sin interés, obcecada en los mismos elementos. Es en el momento clave, el del intento de atentado, donde recuperamos al mejor Eastwood, con los 10 mejores minutos de la película, que atesoran todo el talento del director. En ese instante es cuando nos preguntamos si ha valido la pena lo visionado anterioremente para poder disfrutar de ese segmento.

                         
          Yendo más allá en lo arriesgado de la propuesta, el director decide dar el protagonismo a los verdaderos héroes, que se interpretan a ellos mismos. La verdad es que le ponen ganas y empeño, y a pesar de no ser actores profesionales, no chirría su interpretación. El problema es que un guión terrible no les ayuda en lo más mínimo, y asistimos en más de una ocasión a diálogos auténticamente sonrojantes.
 
                       En definitiva, podemos decir que nos encontramos ante la una de las peores películas (si no la peor) de Clint Eastwood. No sabemos si ha sido el pésimo guión, o un error a la hora de enfocar la historia que nos quería contar, o bien que en esta ocasión el patriotismo que le gusta mostrar en sus películas se le ha ido de las manos o, sencillamente, una desafortunada combinación de todo ello. Pero supongo que con 88 años y una carrera estelar a sus espaldas se ha ganado el derecho a fallar y que en el fondo no le importe demasiado.
 
 
NOTA: 3/10 
 

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